Otro de los zumos más típicos. Se elabora con limones, agua y un poco de azúcar y también se puede convertir rápidamente en un fresquito granizado en verano.
Muchas personas comienzan su día tomando un vaso de agua con limón para ayudarles a tener más energía e incluso perder peso. Esto tiene efectos sobre la piel, el cerebro y el sistema inmune, pero también puede tenerlo sobre los riñones y, especialmente, sobre los cálculos renales.  

Evolución de la inflación alimentaria en las grandes economías de la eurozona
Las uvas, manzanas y peras, son algunas de las frutas de temporada de septiembre que debemos introducir en nuestra dieta.
El dolor e hinchazón de las articulaciones, enrojecimiento, o incluso problemas para orinar, son síntomas del ácido úrico alto. Con este superalimento mantendremos a raya este problema de salud y mantendremos una alimentación equilibrada y una vida saludable.

El kiwi es una de las frutas de temporada del otoño
La fibra de la fruta tiene efecto saciante y eso nos ayuda a evitar una sobreingesta de calorías. El kiwi tiene un 1,9% de fibra, fundamentalmente de tipo insoluble, pero existen otras frutas con una cantidad más alta.

Tomate de árbol, también conocido como tamarillo o tomate andino.
También conocido como tamarillo, es de color rojo, naranja o amarillo, y sabor agridulce. Se ha asociado con varios beneficios para la salud por su contenido nutricional: antioxidante, anticancerígeno, cardioprotector y adelgazante, entre otros.
Con las frutas aumentan tus defensas y se fortalece la salud bucodental. La mandíbula además se ejercita y los dientes están fuertes.
Comenzar el día con energía no siempre depende de nosotros, pero hay algunas cosas que podemos hacer para conseguirlo. Tomar un desayuno completo es una de ellas y, en esta primera comida del día, no puede faltar la fruta, en concreto el kiwi, que nos cuida por dentro y nos ayuda a sentirnos más ligeros y menos hinchados.

Frutipán o fruta del pan.
El frutipán es el fruto del árbol del pan y tiene un sabor similar al pan. Puede alcanzar el tamaño de un melón y pesar más de dos kilos. Es rico en carbohidratos, fibra y buena fuente de vitaminas y minerales. Se ha descubierto que es más digestivo y proteico que el pan.

La media española de consumo de fruta fresca es de 91,8 kilos por persona, un descenso de 7,94 kilos en 2020. Y es que en el año de la pandemia hubo mucho más consumo de este tipo de productos.
Tendemos a consumir alimentos que ya conocemos, por eso no es mala idea descubrir algunos nuevos que le den una mayor variedad a nuestra dieta. Es el caso de la acerola, una fruta sencilla de comer y que puede aportarnos mucha más vitamina C que las clásicas naranjas. 

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