Se trata de una práctica experimental que Vancouver quiere llevar a cabo por la crisis de opiáceos en Canadá.
Entre los meses de enero y noviembre de 2018 han muerto 1.380 personas por sobredosis en la provincia de Columbia Británica.
Las pastillas que se distribuirán a partir del próximo 8 de enero, son píldoras de hidromorfona, un derivado de la morfina utilizado para tratar el dolor.