Estados Unidos ha anunciado este jueves el levantamiento de algunas sanciones que pesaban sobre el Instituto de Ciencias Forenses del Ministerio de Seguridad Pública de China. Todo ello en un intento de que el gigante asiático coopere en la lucha contra el fentanilo, un potente opioide que se cobra la vida de casi 200 estadounidenses al día.
La decisión ha sido anunciada por el portavoz del Departamento de Estado de EE. UU., Matt Miller, quien en una rueda de prensa en Washington ha confirmado la decisión de sacar a ese instituto de una lista de sanciones comerciales que se imponen contra China.
"La permanencia del Instituto de Ciencias Forenses del Ministerio de Seguridad Pública de China en la lista de entes comerciales era una obstáculo para lograr la cooperación en el control a los químicos que sirven para producir el fentanilo", ha explicado el portavoz de la diplomacia estadounidense.
El anuncio se produce además después de que la Casa Blanca anunciara este miércoles que los presidentes de Estados Unidos, Joe Biden, y de China, Xi Jinping, habían llegado a un acuerdo para que China controle la salida de su territorio de ciertos productos químicos que supuestamente utilizan carteles del narcotráfico de México para fabricar el fentanilo y venderlo ilegalmente en territorio estadounidense.
El Gobierno chino no especificó en ese momento que se hubiera alcanzado un acuerdo sobre el fentanilo en su comunicado oficial, pero sí indicó que se había llegado a un entendimiento para crear un "grupo de trabajo" sobre narcóticos.
Pekín llevaba meses pidiendo a Washington que retirara las sanciones que pesan sobre esta organización, el Instituto de Ciencias Forenses del Ministerio de Seguridad Pública de China, dedicado a investigaciones criminales que incluyen la lucha antidroga. La entidad fue sancionada exactamente durante el Gobierno de Donald Trump (2017-2021) por abusos a las minorías musulmanas en la región noroccidental china de Xinjiang, algo que Pekín niega.
En 2021, las sobredosis por fentanilo se cobraron 70.601 vidas en Estados Unidos, lo que significa que cada día murieron por esa droga unas 193 personas, según los últimos datos disponibles de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
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