El fentanilo, la droga zombi responsable de la mayoría de muertes por sobredosis en EEUU

Las imágenes captadas recientemente por el youtuber italiano Federico Zazza en el barrio de Kensington, en Filadelfia, parecen sacadas de una película de ficción. En ellas, decenas de personas deambulan por las calles del vecindario sin rumbo alguno, como si fueran auténticos zombis. Se encuentran sumergidos bajo los efectos de las drogas, principalmente del fentanilo.
Las imágenes captadas recientemente por el youtuber italiano Federico Zazza en el barrio de Kensington, en Filadelfia, parecen sacadas de una película de ficción. En ellas, decenas de personas deambulan por las calles del vecindario sin rumbo alguno, como si fueran auténticos zombis. Se encuentran sumergidos bajo los efectos de las drogas, principalmente del fentanilo.
Las imágenes captadas recientemente por el youtuber italiano Federico Zazza en el barrio de Kensington, en Filadelfia, parecen sacadas de una película de ficción. En ellas, decenas de personas deambulan por las calles del vecindario sin rumbo alguno, como si fueran auténticos zombis. Se encuentran sumergidos bajo los efectos de las drogas, principalmente del fentanilo.
Personas sin hogar en Kensington, Filadelfia, en medio de la crisis de opioides.
GETTYIMAGES - ATLAS

Las imágenes captadas recientemente por el youtuber italiano Federico Zazza en el barrio de Kensington, en Filadelfia, parecen sacadas de una película de ficción. En ellas, decenas de personas deambulan por las calles del vecindario sin rumbo alguno, como si fueran auténticos zombis. Se encuentran sumergidos bajo los efectos de las drogas, principalmente del fentanilo, conocida como la droga zombi, la cual han comenzado a mezclar con xilacina o tranq, un sedante veterinario no opioide que no está aprobado para el consumo humano.

Los efectos de la combinación de fentanilo con xilacina son devastadores. De hecho, según ha indicado el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA, por sus siglas en inglés), la xilacina "se ha vinculado con una cantidad creciente de muertes por sobredosis en todo el país en el marco de la crisis de drogadicción y sobredosis". Además, concretan que, a menudo, los estadounidenses consumen este sedante, con o sin conocimiento, junto con fentanilo de procedencia ilegal.

El nivel de preocupación en el país norteamericano es tal que el pasado 11 de abril la administración Biden anunció una serie de medidas para contrarrestar las cadenas de suministro del fentanilo ilícito. Además, un día más tarde la Casa Blanca designó a la mezcla de fentanilo y xilacina como una "amenaza emergente para Estados Unidos". Sin embargo, la guerra contra las drogas no se está realizando solamente a nivel federal, puesto que desde el año pasado 18 fiscales generales de estados de todo el país están instando al presidente Biden a que clasifique al fentanilo ilícito como "un arma de destrucción masiva". De hecho, la fiscal general de Florida recordó que solo en julio de 2022 la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza incautó "suficiente fentanilo para matar a casi 500 millones de estadounidenses". Según la DEA, un kilo de fentanilo puede matar a 500.000 personas.

Muertes por sobredosis de drogas en EEUU (1999-2021)
Muertes por sobredosis de drogas en EEUU (1999-2021)
CDC/NCHS

El abuso de drogas no es un problema nuevo en Estados Unidos. De hecho, fue la causa número uno de muerte entre las personas de 25-44 años en 2020. Sin embargo, las alarmas volvieron a saltar después de conocerse que el número de muertes por sobredosis se incrementó de manera significativa en el año 2021, llegando a sobrepasar por primera vez en su historia las 100.000 defunciones. En concreto, los datos definitivos del 2021 cifran en 106.699 el número de muertes por abuso de drogas ilícitas y recetadas, según el NIDA. Del total de fallecidos, 80.411 murieron por sobredosis de opioides y 70.601 por opioides sintéticos distintos de la metadona, principalmente fentanilo. A estas le siguen los estimulantes como la cocaína o los psicoestimulantes como las metanfetaminas, causantes de 32.537 muertes.

La otra cara de la moneda

Los efectos negativos del fentanilo son ampliamente conocidos: es cien veces más potente que la morfina y 50 más que la heroína. Además, una vez que se comienza a consumir en cantidades y frecuencia superiores a los recetados por los médicos, el cerebro se adapta a la droga y solamente encuentra placer consumiéndola, lo que conlleva a que las personas se vuelvan adictas a ella. Genera una sensación de felicidad extrema, pero al mismo tiempo aletargamiento, problemas para respirar y pérdida del conocimiento. Sin embargo, tampoco se debe olvidar que, administrado correctamente, ayuda a las personas con dolores crónicos, entre ellas a los pacientes oncológicos.

Según explica a 20minutos Ildefonso Gómez, médico internista del sur de la Florida, los opioides de corta duración hacen que un paciente con dolor crónico experimente "un sube y baja de dolor", lo que significa que, cuando el efecto se va, el dolor regresa. "En cambio, cuando se tiene un medicamento de liberación controlada y que te puede mantener al mismo nivel de medicina por alrededor de 72 horas, las personas obtienen un nivel de control para el dolor mucho mejor". Concretamente, considera que la ventaja fundamental de esta droga es que se encuentra disponible en un parche que se aplica a la piel y que libera de manera controlada el medicamento.

¿Una droga prescrita fácilmente?

El fentanilo es una droga creada recientemente. Fue desarrollada por el doctor Paul Janssen, fundador de la farmacéutica homónima, en 1959. Durante la década de los años noventa la popularidad de esta medicina aumentó y los médicos empezaron a prescribirla para dolencias no graves, junto con la oxicodona y otros opioides de larga duración, promoviendo así la primera etapa de consumo de drogas opioides y por consiguiente, de sobredosis en el país. Sin embargo, Gómez afirma que la mayor parte de las muertes por sobredosis de opioides hoy en día son causadas por el consumo de drogas ilícitas, puesto que, tras lo ocurrido en el pasado, se implementaron una serie de regulaciones tanto a nivel federal como estatal.

En la actualidad los opioides solamente pueden ser prescritos por médicos que además estén en posesión de una licencia federal especial concedida por la DEA que debe renovarse cada tres años. Según explica Gómez, entre estos profesionales de la salud se encuentran internistas, oncólogos y anestesiólogos especialistas en el manejo del dolor, quienes además de realizar la carrera de medicina, deben especializarse en anestesiología y estudiar un año más para poder ejercer en esta área. Asimismo, explica que "Cada vez que yo prescribo un medicamento sale con mi licencia, el departamento de la DEA revisa cuántos estoy recetando y me marca en caso de que lo esté haciendo de manera inapropiada o superior al resto de colegas".

Adictos a las drogas en el barrio de Kensington, Filadelfia, en julio de 2023.
Adictos a las drogas en el barrio de Kensington, Filadelfia, en julio de 2023.
Anadolu Agency/Getty Images

A nivel estatal también existen controles a la hora de prescribir opioides. Según explica el doctor, en el estado de Florida se ha habilitado una página web en donde constan todos los medicamentos controlados que se le han recetado a los pacientes. En caso de que al paciente se le haya prescrito fentanilo hace menos de mes, resulta imposible volver a recetárselo. Además, cuando al paciente se le mandan esta u otras drogas, este debe firmar un documento en donde se compromete a consumir solo los medicamentos recetados y no drogas de origen ilegal. Al firmar también consiente que su doctor le realice pruebas de orina para verificar si efectivamente ha cumplido con este 'contrato'. "El paciente puede perder su derecho a tener estas medicinas si los resultados confirman que en su organismo hay marihuana o algún sedante como el alprazolam, en ese caso el contrato se acaba", explica.

China, México y EEUU

Tanto Gómez como la NIDA y el resto de instituciones estadounidenses atribuyen la gran mayoría de muertes recientes en Estados Unidos al fentanilo de procedencia ilegal. Según un informe desclasificado de la DEA, en el año 2019 el fentanilo de origen ilícito que entraba en Estados Unidos procedía de México y de China. En concreto, la ciudad de Wuhan ha sido considerada como uno de los puntos de origen de esta droga, puesto que allí se encuentran (o al menos hasta 2019 se hallaban) los proveedores de los productos químicos empleados para fabricarlo. 

De hecho, el pasado junio tres empresas chinas fueron acusadas de "conspirar para fabricar fentanilo". En una nota de prensa la DEA indicó que, "este proceso es uno de los primeros en los Estados Unidos en el que se acusa a empresas chinas de fabricación de productos químicos por el suministro de materias primas utilizadas para fabricar fentanilo y distribuirlo en EEUU". La DEA también destaca el papel de México en esta cadena de distribución y afirman que es precisamente en este país donde se encuentran los laboratorios clandestinos que lo producen para después traficarlo en polvo y comprimidos e introducirlos en EEUU.

Según explica el doctor, el fentanilo no era una droga producida por los carteles y el hecho de que sea muy económica (un comprimido puede llegar a costar unos 2 dólares en la calle) y extremadamente potente hace que no sea necesario contrabandear cantidades "salvajes". Sobre el incremento de muertes a partir del 2015 a causa de opioides sintéticos, principalmente el fentanilo, Gómez considera que el hecho de que entre al mercado una droga nueva, barata, potente y que por lo tanto no necesita ser contrabandeada en graves cantidades, sumado al desconocimiento de la población, son las principales causas.

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