Tercera jornada de campaña y el PSOE no logra sacar del centro del debate las listas de EH Bildu, que se han convertido en la principal herramienta de Alberto Núñez Feijóo para poner a los barones socialistas frente a sus contradicciones y, de paso, intentar quedarse con sus votos.

Este domingo, después de una precampaña en la que parecía evitarle, Emiliano García-Page ha coincidido finalmente con Pedro Sánchez en Puertollano y allí, con la ministra portavoz y exalcaldesa de la localidad, Isabel Rodríguez, de testigo, el presidente de Castilla-La Mancha ha sido claro: "Con los asesinos de ETA ni a la vuelta de la esquina".

Sánchez, por su parte, ha asegurado que pondrá "todos los recursos del Estado" para proteger al campo de la sequía, pero ni ese anuncio, ni las medidas para evitar la discriminación de los enfermos de cáncer, ni el metro de Sevilla, ni siquiera el cine a dos euros para los mayores están sirviendo de momento al presidente del Gobierno para sacar de la campaña el recuerdo de ETA.

Feijóo y el poder de las mayorías

Alberto Núñez Feijóo interpela una y otra vez a los barones socialistas preguntándoles qué van a hacer para que el PSOE se aleje de socios como Bildu. Este domingo lo ha hecho desde Aragón, cuyo presidente ya ha anunciado que pedirá en los órganos correspondientes del PSOE romper con los abertzales.

Que se lo pida "a la cara" a Sánchez es lo que Feijóo pide que haga Lambán, mientras pone esta situación como ejemplo de la necesidad de recuperar el poder de las mayorías para no tener que recurrir a socios incómodos.

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Papeletas manchadas de sangre

Más lejos aún ha ido el coordinador general del PP, Elías Bendodo, en su presión a los socialistas: "No seré yo el que diga que las papeletas del PSOE están manchadas de sangre, pero la gente lo dice en la calle, la gente está avergonzada y no van a tragar con esto", ha dicho en Málaga.

PSOE acusa al PP de practicar el "cuanto peor, mejor"

Esta actitud del PP ha sido criticada por varios dirigentes socialistas, entre ellos la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, quien desde Las Palmas de Gran Canaria, ha acusado este domingo al PP de "indecencia política" porque ha asegurado que "ha jugado al cuanto peor, mejor" en mitad de la pandemia y la guerra por la invasión de Ucrania.

También el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, tras volver a criticar la presencia de condenados de ETA en las candidaturas, ha criticado desde Ávila al PP, a cuyos dirigentes ha pedido: "Dejen de utilizar el terrorismo que hizo tanto daño a la sociedad".

Un 155 "de mierda"

También ha sido este domingo crítico con el PP el líder de Vox, Santiago Abascal, quien ha asegurado que, aunque en el partido de Feijóo dicen estar dispuestos a poner freno a la influencia de los separatistas, a la hora de la verdad aplicaron lo que denominó "un 155 de mierda" en 2017 para enseguida "devolver el poder a los separatistas".

La Ley de Bienestar Animal

El sábado, el líder de Bildu incluyó a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, en lo que él considera campaña de las cloacas del Estado criticando las listas de su formación. Este domingo, Ayuso le ha contestado desde Pozuelo de Alarcón mostrando su sorpresa porque hable de ella cuando "la ley de bienestar animal estaba pensada precisamente para gente como él".

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Una fuerza eminentemente conservadora

Por su parte, la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, ha cargado desde Baleares contra su socio de Gobierno al afirmar que el PSOE es una fuerza "eminentemente conservadora" y asegurar que los avances sociales como la Ley de Vivienda se deben a la parte morada del Ejecutivo.