Los cambios en esa región llegaron en diciembre de 2010, cuando el iceberg B09B se incrustó en tierra firme tras chocar con la lengua de hielo del glaciar Mertz.
Este hecho ha sido vinculado a la caída dramática de la población de los pingüinos de Adelaida.
Si en 2011 sumaban unos 160.000 ejemplares, actualmente se reducen a unos cuantos miles.