Un equipo de científicos de la EPFL y la Universidad Carolina de Praga ha descubierto que los arroyos alimentados por glaciares están experimentando cambios significativos en sus comunidades microbianas a medida que los glaciares se derriten. Esta transformación tendrá un impacto en los ciclos biogeoquímicos locales, como el ciclo del carbono.
Los arroyos glaciares son ecosistemas únicos. Durante el verano, son torrentes turbulentos cargados de sedimentos que limitan la luz solar y la vida microbiana. Sin embargo, en invierno, las bajas temperaturas y la nieve también limitan el desarrollo de microorganismos. A medida que los glaciares se derriten y retroceden, el volumen de agua que fluye hacia los arroyos disminuye. Esto provoca que los arroyos se vuelvan más claros, cálidos y tranquilos, creando un ambiente más favorable para las algas y otros microorganismos.
Los investigadores estudiaron 154 arroyos glaciares en todo el mundo y encontraron que los arroyos con glaciares en retroceso tenían una mayor diversidad y abundancia de microorganismos. También observaron un aumento en la actividad enzimática, lo que indica que los microorganismos estaban más activos en el ciclo de nutrientes.
Este cambio en las comunidades microbianas tendrá un impacto en los ciclos biogeoquímicos de los arroyos glaciares. Por ejemplo, los microorganismos pueden aumentar la fijación de carbono, lo que significa que los arroyos glaciares podrían absorber más CO2 de la atmósfera.
El estudio también encontró que los arroyos glaciares con glaciares en retroceso tenían menos fósforo. El fósforo es un elemento esencial para la vida, y su escasez podría tener un impacto negativo en las redes alimentarias de los ecosistemas aguas abajo. En general, este estudio proporciona evidencia de que los arroyos glaciares están experimentando una transformación significativa a medida que los glaciares se derriten. Esta transformación tendrá un impacto en los ciclos biogeoquímicos locales, con consecuencias aún por determinar.
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