Un nuevo estudio revela que los delfines mulares son los animales con mayor sensibilidad a los campos eléctricos, incluso superando al ornitorrinco. Esta capacidad, antes considerada innecesaria en aguas cristalinas, podría ser crucial para la supervivencia de los delfines.

Investigadores de la Universidad de Rostock (Alemania) entrenaron a dos delfines hembra, Dolly y Donna, para detectar campos eléctricos de corriente continua. Los resultados fueron sorprendentes: Donna pudo detectar campos tan débiles como 2,4 microvoltios por centímetro, lo que supone una sensibilidad hasta 20 veces mayor que la de los ornitorrincos.

La capacidad de detectar campos eléctricos, conocida como electrorrecepción, es una herramienta invaluable para muchos animales, especialmente en ambientes donde la visibilidad es limitada. Para los depredadores, la electrorrecepción les permite cazar con precisión incluso cuando sus otros sentidos están bloqueados por la oscuridad o la turbidez del agua. Este hallazgo sugiere que la electrorrecepción juega un papel más importante en la vida de los delfines de lo que se pensaba. Aún queda mucho por descubrir sobre la electrorrecepción en delfines, pero este estudio abre la puerta a nuevas investigaciones que nos ayudarán a comprender mejor su comportamiento y evolución.