Cada verano se produce la misma situación. Montañeros con más o menos experiencia o senderistas o simples aficionados a la naturaleza se aventuran para conocer las maravillas de una de las cimas de España, el pico Aneto, la cumbre de los Pirineos con sus majestuosos 3.404 metros.

Y también cada verano se multiplican los avisos de la Guardia Civil y los guías de montaña, que advierten del enorme riesgo de intentar esta ascensión por la zona del glaciar. La lenta desaparición de la nieve deja en la superficie el conocido como hielo negro, donde los crampones o los piolets no se clavan. Esto ha provocado durante los últimos años muchos accidentes, algunos de ellos mortales.

El alpinismo comercial y sus efectos devastadores en la montaña: ¿qué sentido tiene todo si muere una persona?

La recomendación es clara: evitar la ascensión por el Portillón Superior y optar por el ibón de Salterillo, mucho más seguro. El constante y machacón mensaje no ha evitado accidentes como el de un montañero francés, herido de gravedad en julio tras sufrir una caída en la zona.

La campaña Montaña Segura ha dado un paso más en las advertencias, ofreciendo una imagen de lo que puede pasar por aventurarse por esta zona tan peligrosa. En el vídeo se puede ver el peligroso resbalón de un montañero, que se desliza por el hielo montaña abajo sin poder frenarse. Por fortuna, y antes de llegar a la zona pedregosa, el imprudente protagonista consigue frenarse.