El frenazo económico que aguarda a España en el arranque de año: estas son las autonomías que más lo sufrirán... y las que irán más ligeras

La evolución económica esperada en 2023
La evolución económica esperada en 2023
Carlos Gámez
La evolución económica esperada en 2023

Tras esquivar la recesión en 2022, todas las previsiones apuntan a que 2023 será un año de ralentización económica, con tímidos crecimientos del PIB y mantenimientos de los niveles de empleo. La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), organismo encargado de supervisar las previsiones macroeconómicas de todas las administraciones públicas, actualizó a finales de año su Observatorio de Comunidades Autónomas, que incluye las perspectivas de crecimiento para cada una, si bien no contempla la última revisión al alza del 5,3% para 2022 y el 1,6% para 2023. Aunque la tendencia es similar en todo el territorio nacional, algunas zonas sentirán más que otras el estancamiento de la economía.

Según las estimaciones, el próximo año el PIB crecerá en todas las comunidades, pero lo hará en menor medida que en 2022, con incrementos por debajo del 1,5% en más de diez regiones. Únicamente en Cataluña y Baleares se esperan crecimientos por encima del 2%. Sin embargo, previsiblemente nueve comunidades registrarán superávit en 2023, mientras que este año solo dos, Navarra y País Vasco, cerrarán con más ingresos que gastos. A la par, se estima que todas menos Murcia logren el próximo año reducir sus niveles de deuda, mientras que el empleo se mantendrá en niveles similares a los de este año.

Andalucía

La AIReF prevé que la economía andaluza crezca en 2023 un 1,1%, una estimación más pesimista que la ofrecida por la propia comunidad, que espera un crecimiento del PIB del 1,9%, inferior en todo caso al 4,3% y al 3,6% previsto respectivamente por la región y por el supervisor fiscal para este 2022. "La AIReF considera poco probables las previsiones de crecimiento para el año 2022, pero avala como factible aquellas para el 2023", valora el informe emitido por el supervisor fiscal.

Pese al tímido crecimiento y a mejorar respecto al dato de 1% vaticinado para 2022, las previsiones apuntan a que Andalucía registrará un déficit del 0,10% del PIB en 2023, si bien se estima que la comunidad pueda bajar sus niveles de deuda de un 24,10% del PIB en 2022 a un 23,10% el próximo año, por debajo del dato de 2019. Respecto al empleo, la tasa de variación prevista por la AIReF se sitúa en el 0,9%, ocho décimas por debajo de la predicción de la comunidad e inferior al 2,5% esperado para 2022.

Aragón

En el caso de Aragón, el supervisor fiscal pronostica un crecimiento del PIB del 1,3%, más de tres puntos por debajo del 4,6% estimado para 2022, en la línea de lo previsto por la comunidad que preside Javier Lambán, que espera un crecimiento del 4,3% para 2022 y del 2,1% para 2023. El empleo, en cambio, se estancará en 2023, según la AIReF, mientras que el cuadro autonómico vaticina un incremento del 0,8%.

Según las estimaciones del supervisor fiscal, la comunidad aragonesa reducirá más de un punto su deuda pública, bajando del 21,8% del PIB al 20,7%. Además, previsiblemente mejorará su capacidad de financiación, pasando de un déficit del 0,60% del PIB en 2022 a un superávit del 0,10%.

Asturias

El Principado de Asturias es la cuarta comunidad que más crecerá en 2023, de acuerdo a lo previsto por la AIReF. Aun así, la economía asturiana se desacelerará hasta el 1,7%, frente al pronóstico del 4,9% de crecimiento del PIB para 2022. En su caso, las previsiones de la propia comunidad, presidida por Adrián Barbón, son más pesimistas que las del supervisor fiscal, ya que auguran un crecimiento del 3,8% para 2022 y del 0,7% para 2023.

Las estimaciones para el empleo oscilan entre una tasa anual negativa del 0,1% y una positiva del 0,4%, por lo que no se esperan grandes variaciones. Asimismo, la deuda pública se espera que baje en 2023 al 15,40% del PIB, si bien la previsión para 2022 es ya inferior al dato de 2019, y se vaticina un superávit del 0,4% del PIB, frente al déficit del 0,6% previsto para 2022.

Baleares

La economía balear es la que más avanzará en 2023, con un crecimiento del PIB previsto del 4,7%, muy por encima del resto del territorio. Esta previsión de la AIReF es más optimista incluso que el 3,9% estimado por la propia comunidad, presidida por Francina Armengol, pero aun así supone una desaceleración de más de cinco puntos, ya que el pronóstico apunta a que Baleares cierre el año con un crecimiento cercano al 10%.

En la misma línea, el archipiélago mediterráneo es la comunidad en la que se esperan mayores tasas de crecimiento del empleo, de en torno al 2%, aunque también parte de uno de las estimaciones más altas para 2022, superiores al 5%. Asimismo, el supervisor fiscal pronostica también para Baleares la mayor reducción de deuda en 2023, bajando del 26,10% del PIB al 23,40% y un superávit del 0,6% del PIB, frente al equilibrio de 2022.

Canarias

La desaceleración de la economía canaria será una de las más pronunciadas en 2022, según las previsiones de la AIReF, ya que pasará de un crecimiento del PIB del 7,8% en 2022 al 1,5% en 2023, un pronóstico que la propia comunidad eleva hasta el 3,3%. Aun así, es donde se espera un mayor superávit, del 1,1% del PIB.

Asimismo, junto al País Vasco, Canarias será previsiblemente la región con menor nivel de deuda en 2023, con una reducción de más de punto y medio hasta el 11,8% del PIB. Por su parte, las previsiones del supervisor fiscal apuntan a que el empleo crecerá un 1,1%, por debajo del 5,2% esperado para 2022, pero por encima de la media.

Cantabria

La AIReF vaticina para 2023 un crecimiento del PIB del 1,3% en la comunidad presidida por Miguel Ángel Revilla, frente al 3,1% esperado para 2022, con un mantenimiento de los niveles de empleo. Asimismo, las previsiones indican que Cantabria recuperará el equilibrio entre ingresos y gastos el próximo año, tras un déficit del 0,5% del PIB previsto para 2022, y la deuda pública bajará previsiblemente un punto hasta el 21,4%.

Castilla y León

La comunidad presidida por Alfonso Fernández Mañueco crecerá en 2023 un 0,6%, según las previsiones de la AIReF, y un 1,6%, según el cuadro macroeconómico de la propia región, en todo caso por debajo del 2,8% y el 3,3% estimado respectivamente para 2022. Además, el organismo oficial pronostica para Castilla y León un mantenimiento de los niveles de empleo a lo largo del próximo año y una reducción de la deuda pública de un punto hasta el 20,4% del PIB, así como un superávit del 0,3% del PIB.

Castilla - La Mancha

Según las previsiones de la AIReF, el PIB castellanomanchego crecerá el próximo año un 0,7%, una estimación más pesimista que la del 2,1% propuesta por la propia región. En su caso la desaceleración será cercana a un punto y no logrará previsiblemente un equilibrio favorable entre gastos e ingresos, ya que el supervisor fiscal augura un déficit del 0,3% del PIB. De hecho, a penas se espera una reducción de deuda pública de cinco décimas, manteniendo uno de los niveles más elevados (34,1%), solo por detrás de la Comunidad Valenciana y Murcia.

Cataluña

Tras Baleares, la comunidad presidida por Pere Aragonès es la segunda para la que la AIReF espera un mayor crecimiento el próximo año, un 2,5%, por encima de la previsión de la propia Generalitat, que vaticina un crecimiento del PIB del 1,7%. La desaceleración vuelve a ser el escenario previsto para 2023, ya que se estima que 2022 cierre con crecimientos superiores, de entre el 5,5% y el 4,4%. 

También la previsión de empleo estimada por la AIReF es una de las más altas. El organismo espera que aumente un 1,1%, frente a la variación del 2,6% prevista para 2022. Pese a ser uno de los contextos más positivos, Cataluña seguirá registrando previsiblemente un déficit del 0,5% del PIB en 2023, una cifra un punto mejor a la pronosticada para este año. Asimismo, se prevé que la deuda pública se recorte en 2023 hasta el 31,6%.

Extremadura

La economía extremeña crecerá en 2023 un 1,4%, por debajo del dato del 3,5% con el que se espera que cierre el año, según las previsiones de la AIReF, que son similares a las de la comunidad. Por su parte, el empleo se estima que se mantendrá en los niveles de 2022 y la deuda pública se prevé que se recorte siete décimas hasta el 22,5% del PIB durante un año en el que Extremadura logrará previsiblemente equilibrar gastos e ingresos.

Galicia

De acuerdo con las previsiones de la AIReF, Galicia será una de las regiones que menos crezca en 2023, un 0,6%, frente al 1,7% previsto por la propia comunidad. También es para la que se esperan uno de los aumentos del empleo más limitados, con una horquilla que oscila entre el 0,2% y el 0,7%, por lo que se mantendrán niveles parecidos a los de 2022. Aun así, el supervisor fiscal vaticina una merma de la deuda pública de más de un punto, hasta el 16,9% del PIB, por debajo del nivel de 2019, así como un superávit del 0,6% del PIB para 2023.

Comunidad de Madrid

En el caso de la Comunidad de Madrid, la previsión autonómica para 2023 casi duplica a la de la AIReF. La región espera un crecimiento del PIB del 1,8%, mientras que el supervisor fiscal fija su estimación en un 1%, casi tres puntos por debajo del 3,9% pronosticado para 2022 por el organismo.

La comunidad presidida por Isabel Díaz Ayuso es una de las pocas que, según los cálculos de la AIReF, reducirá su capacidad de financiación el próximo año, pasando de un superávit del 0,6% previsto para 2022 a un 0,1%. No obstante, se prevé que reduzca su nivel de deuda pública al 13,3% del PIB y que experimente un tímido crecimiento del empleo del 0,6% según el supervisor fiscal y del 1,5% según la propia comunidad.

Comunidad Valenciana

Las previsiones de la AIReF auguran para el próximo año un crecimiento del PIB del 1,9% en la Comunidad Valenciana, en la línea de lo calculado por la Generalitat, frente al 5,4% previsto para 2022. Además, las estimaciones de empleo pronostican uno de los mayores crecimientos a nivel nacional, del 1,2%, inferior al 3,4% con el que se espera que cierre el año. Sin embargo, el déficit del 1% del PIB es también uno de los más altos previstos, para una región que se espera que recorte ocho décimas su deuda pública hasta el 43,9%, el nivel más elevado de todas las comunidades.

Región de Murcia

Murcia es la comunidad que se enfrenta en 2023 a un escenario más adverso. Las previsiones de la AIReF vaticinan un estancamiento de la economía murciana el próximo año con tímido crecimiento del PIB del 0,4%, el más limitado de todas las autonomías, que irá acompañado de una paralización también del empleo, cuya evolución será similar a la del PIB. Asimismo, se espera que, pese a reducirse más de un punto y medio, el déficit se mantenga en un 1% del PIB y la deuda pública se amplíe hasta el 34,3% del PIB, siendo la única comunidad en la que aumentará.

Navarra

Junto con Murcia, la Comunidad Foral será una de las que menos crezca en 2023, según la AIReF. Las previsiones del supervisor fiscal apuntan a un avance del PIB 0,5%, tres puntos menor que la estimación para 2022, mientras que la propia comunidad es más optimista y eleva la previsión al 1,4%. Es también uno de las tres regiones en las que se esperan ligeras reducciones del 0,1% en los niveles de empleo. No obstante, el organismo estima que Navarra consiga recortar en 2023 su deuda más de un punto hasta el 12,2% del PIB y cierre con un superávit del 0,1%.

País Vasco

La economía vasca se espera que registre en 2023 un crecimiento del 1,4%, según las previsiones de la AIReF, alienadas con las de la propia comunidad. La desaceleración en este caso será de 2,5 puntos, sobre la estimación de crecimiento del 3,9% para 2022. Sin embargo, el organismo pronostica también una merma del empleo del 10% para el próximo año, en el que se estima que el País Vasco pueda registrar un superávit del 0,2% y reduzca su deuda hasta el 11,8%, el nivel más bajo de todas las comunidades.

La Rioja

En el caso de La Rioja, el crecimiento pronosticado por la AIReF para 2023 es del 1,5%, tres puntos menos que la previsión de 2022. Además, el empleo se espera que se mantenga, con una ligera variación positiva del 0,4%, y el déficit se convierta en un superávit del 0,1% del PIB. Por su parte, la deuda se espera que se reduzca al 15,90% del PIB, por debajo de los niveles de 2019.

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