La eliminación de España del Mundial de Rusia 2018 ha dejado muchos señalados. La necesidad de un cambio generacional, desde el banquillo hasta el propio vestuario, se hace imperiosa una renovación de arriba a abajo.

El nuevo seleccionador será quien imprima el carácter que pretende darle a la España del futuro. El juego de toque, pases eternos, transiciones en horizontal hasta dormir al rival e irse hasta la misma cocina del área ha quedado muy superado, lo que a la postre afectará a los jugadores que lleven al equipo nacional al futuro.

En prácticamente todas las líneas está garantizada la renovación generacional, empezando por la portería. Kepa está empujando a un De Gea que sale de Rusia muy señalado, y de hecho ya había voces que apuntaban a que debía haberse puesto bajo palos en el partido de octavos.

En la defensa, aunque Sergio Ramos quiere seguir, se requieren nuevos nombres. Gerard Piqué no volverá a vestir la camiseta de la selección, y con los años el de Camas irá dejando sitio a otros. Nacho es el primero en la lista de centrales que irán ganando protagonismo, y junto a él irán subiendo otros: Jesús Vallejo o Jorge Meré, que ya son referentes en la sub21, pasarán a tener galones en la absoluta. Álvaro Odriozola le irá ganando minutos a los laterales Carvajal y Jordi Alba, especialmente al primero. Su crecimiento y potencial ya le colocan entre los futuribles de más proyección de Europa.

La marcha de Iniesta deja a España sin uno de sus mayores talentos en décadas, pero el relevo de ese estilo de futbolista (con visión de juego, que encara, que regatea...) está garantizado con Isco, sin duda el mejor de la 'Roja' en el Mundial de Rusia. Junto a él estarán hombres como Asensio, Lucas Vázquez o incluso podrían estar hombres que ya estuvieron de manera anecdótica bajo las órdenes de Lopetegui, como el milanista Suso o el jugador de la Lazio Luis Alberto.

El próximo gran debate de la selección será el sustituto de Busquets. El centrocampista fue el único de esta selección sin un relevo puro, si bien Thiago o Koke podrían cumplir esa función. El nombre de Rodri está encima de la mesa, y su participación en el Atlético le hará ganar el protagonismo mediático y, sobre todo, futbolístico que necesita. Saúl, inédito en este Mundial, también dará un paso adelante.

La línea de ataque y la eterna duda del '9' sigue abierta. Diego Costa era el delantero de Lopetegui, pero el nombre de Morata sigue sobre la mesa. La actuación de Aspas, reforzado, y de Rodrigo, que salió en la prórroga ante Rusia, mantendrán abiertas las posibilidades para el próximo entrenador que fiche la RFEF.