El término ‘perros de compañía’ revela de manera inmediata la función primordial de este grupo de razas. De tamaño pequeño, mediano o grande, el desarrollo de estas razas siempre ha estado estrechamente relacionado con su papel como compañeros caninos.
A menudo clasificados como ‘perros falderos’ de la realeza y la nobleza, estas razas se originaron en gran medida para servir meramente como perros de compañía o, en un comienzo, como ayudantes de las clases más humildes en la labor de mantener sus hogares y negocios libres de roedores, ya que sus tamaños les hacían más aptos para las viviendas pequeñas y requerían menos gastos de alimentación. Sin embargo, debido a su carácter y apariencia, muchas de estas razas acabaron despertando el interés de personas adineradas, llegando a personificar el estatus económico y social.
Es importante señalar que varias razas dentro de este grupo canino podrían haber tenido orígenes distintos y desempeñado funciones variadas, como la caza en el agua en el caso de los caniches o la vigilancia en el caso del bulldog francés. No obstante, su adaptación a la vida hogareña siempre fue una prioridad, buscando resaltar su carácter afectuoso y su comodidad en un ambiente más doméstico.
La Federación Canina Internacional (FCI) ha reunido 26 razas bajo la categoría del Grupo 9: Perros de compañía. Además, este grupo se divide en 11 secciones, cuya clasificación se establece en base a criterios geográficos y morfológicos.
El Kennel Club americano, por su parte, distribuye las razas de compañía entre las categorías toy (juguete, 23 razas) y non-sporting (no deportivo, 20 razas), siguiendo sus propios criterios.
Sección 1: Bichones y razas semejantes
Formada por 6 razas, las más representativas son los cuatro bichones: boloñés, frisé o de pelo rizado, habanero y maltés. Su origen, probablemente, sea español, procedentes del extinto bichón Tenerife, y forman un grupo de razas muy anterior a la moda cinológica surgida en el siglo XIX.
Sección 2: Caniche
Los caniches, con su cuatro tamaños en el estándar europeo y tres tamaños en el estándar americano, fueron perros cobradores de agua, concretamente de patos, en sus inicios, hasta la llegada del Barroco, cuando su personalidad vivaracha y su aristocrático aspecto los convirtieron en una raza de lujo entre los nobles.
El caniche gigante, con sus más de 20 kilos de peso y su altura de 60 centímetros, lo convierte en el perro más grande de todo el grupo de razas de compañía.
Sección 3 : Perros belgas de talla pequeña
Esta sección se encuentra formada por tres razas: grifón de Bruselas, grifón belga y el pequeño brabanzón. Las tres razas proceden de un perro extinto de pelo duro, el smousje. Los grifones belgas fueron seleccionados originalmente como perros de vigilancia en establos y carruajes, hasta que despertaron el interés de la reina María Enriqueta y eso catapultó su moda entre la aristocracia a inicios del siglo XX.
Sección 4 : Perros sin pelo
Aunque la cinología actual reconoce cuatro razas caninas sin pelo, la FCI tan solo tiene una raza en esta sección del grupo de compañía: el crestado chino. Esto se debe, probablemente, a dos factores: su origen en común con el chihuahua, tal como han revelado estudios genéticos, y que nuevamente se trata de una raza cuyo desarrollo parece estar estrechamente ligado a las clases más altas.
Sección 5 : Perros tibetanos
El lhasa apso, el shih tzu, el spaniel tibetano y el terrier tibetano componen esta sección y comparten su región de origen. Todas tienen en común algo más, y es su estrecha relación con el budismo, donde ejercían labores de guardias de los monjes y los templos y se consideraban poco menos que animales sagrados, con fuertes restricciones para comerciar con los ejemplares.
Sección 6 : Chihuahueño
La sexta sección de este grupo canino comprende exclusivamente a la inconfundible raza del chihuahua, en sus dos variantes: de pelo corto y de pelo largo. El chihuahua, o chihuahueño para aquellos que prefieren el término más purista, representa el ejemplo más ilustrativo de que su pequeño tamaño y sus grandes ojos no son determinantes de nada ante su actitud altiva, fuerte instinto protector y escasa tolerancia a un mal tratamiento físico y las ‘bromas’ a costa de su talla y aparente fragilidad.
Sección 7 : Spaniels ingleses de compañía
Como su nombre indica, este grupo lo forman dos razas de origen británico: el cavalier King Charles spaniel y el King Charles spaniel, que en Estados Unidos está rebautizado como toy spaniel inglés ante la confusión que puede generar con el cavalier King Charles. La diferencia entre ambas razas radica en su tamaño y en algunos de sus rasgos faciales.
Sección 8 : Spaniels japoneses y pekineses
El pequinés, con una historia a sus espaldas que bien merece una película, y el chin o spaniel japonés conforman la octava sección dentro del Grupo de perros de compañía.
Sección 9 : Spaniel continental enano y otros
La novena sección se encuentra formada por dos razas, el spaniel continental enano, y sus dos variedades: el papillón de orejas erectas y el phalène con orejas caídas, procedentes de Bélgica y Francia, y el pequeño perro ruso, que también cuenta con dos variedades, de pelo corto y pelo largo.
Sección 10 : Kromfohrländer
Sabemos que la pronunciación correcta de Kromfohrländer (/krom-for-landa/) puede hacer que se nos trabe la lengua, pero por suerte, esta simpática raza alemana de tamaño mediano y pelo liso o pelo duro recibe los apodos länder y krom en el mundo canino, que definitivamente resultan mucho más manejables.
Sección 11 : Molosoides de talla pequeña
Finalmente, en la última sección del Grupo de perros de compañía nos encontramos con los molosoides de talla pequeña, donde la clasificación de FCI congrega tres razas populares: el boston terrier, de origen norteamericano, el bulldog francés, y el pug o carlino, que comparte origen entre China y Reino Unido.
El prupo de perros de compañía y sus 26 razas conforman un fascinante viaje por la nomenclatura canina y las diversas funciones que han dado forma a los perros desde su domesticación. En este contexto, estas razas se destacan por su idoneidad para la convivencia doméstica.
Aunque parezcan 'juguetes vivos' debido a su tamaño y apariencia, muchas de las razas de compañía son de naturaleza dura, con personalidades fuertes y requieren atención y cuidados especiales. Esta complejidad no siempre las hace adecuadas para todos los perfiles de interesados, desafiando la percepción inicial de que son la elección perfecta al añadir un perro a la familia. Si se desea más información sobre las razas de compañía, recomendamos consultar con la mencionada Federación Canina Internacional.
Desde Animaleros, sugerimos una adopción responsable y reflexiva, teniendo en cuenta qué tipo de perro se adapta sinceramente a nuestro estilo de vida, independientemente de su apariencia.
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