Cómo es el bulldog francés, un perro testarudo y protector que inmortalizó Toulouse-Lautrec

  • Es heredero de los cruces de bulldog inglés y carlino que llevaron costureras inglesas a París, y de terriers franceses.
Frenchie color leonado.
Frenchie color leonado.
20minutos
Frenchie color leonado.

El origen del bulldog francés, o frenchie como se le conoce coloquialmente, está relacionada con la de los perros de presa como el american pit bull terrier. El bulldog inglés, su pariente más cercano, fue otra raza creada para pelea, por lo que comparte en su creación y ascendencia a las mismas razas de molosos, alanos y dogos que se usaron para esas otras razas que hoy no cuentan con tantas simpatías como los bulldog, sean ingleses o franceses.

Pero retrocedamos un poco. En el siglo XVIII, en Inglaterra, se hizo muy popular una raza hoy extinta: el bulldog inglés miniatura o toy, que no alcanzaba los diez kilogramos de peso. Orientado exclusivamente como animal de compañía, procedía de cruces de bulldog inglés con carlino

Las costureras inglesas emigradas a París durante la Revolución Industrial llevaron a sus bulldog toy, y una vez allí, estos populares perros falderos de la época se cruzaron con perros terriers parisinos de los que no disponemos de registros. Por el camino, el aporte de estos terriers les dieron sus características orejas grandes y erguidas, hasta entonces caídas y en forma de rosa como las del bulldog inglés. Este nuevo cruce se hizo muy popular a su vez entre los trabajadores del mercado central de París como carniceros, cocheros y taberneros, pero también atrajo muy rápido el interés de la alta sociedad y de la élite de los artistas por su aspecto, por lo que se propagó con rapidez. El primer club del bulldog francés se fundó en 1880 en París.

Esto cambió radicalmente la accesibilidad a la raza y a finales del siglo diecinueve e inicios del veinte, el frenchie solo estaba al alcance de la clase alta, donde se llegó a pagar 2.500 euros de la época por un ejemplar y poder presumir de tener algo en común con la poderosa familia Rockefeller o el reverenciado pintor postimpresionista Toulouse-Lautrec, quien, por cierto, retrató a su bulldog francés, Touc, en varias de sus obras.

'Touc sentado en una mesa', obra de Toulouse-Lautrec expuesta en el museo Hammer.
'Touc sentado en una mesa', obra de Toulouse-Lautrec expuesta en el museo Hammer.
Wikimedia Commons

Como anécdota, quedan referencias de lo difícil que fue su introducción en Inglaterra pese a la enorme popularidad que alcanzó en Europa y Estados Unidos, debido a los conflictos políticos y la rivalidad histórica que compartían Francia e Inglaterra, y que alcanzó a esta raza canina.

La anatomía del frenchie es maciza, con un cuerpo rechoncho y robusto, muy musculoso, cuya cola es naturalmente corta. Los colores admitidos de manto se pueden consultar en el estándar de la Federación Canina Internacional.

Las consecuencias de la braquicefalia

Sin duda, que su origen fuese desde el inicio como perro de compañía sin otra funcionalidad más específica, ha contribuido a que se forje, generación tras generación, una raza muy orientada a ser afectuosa con propios y ajenos, de fácil convivencia con otros animales y niños, tierno en el trato y con marcada tendencia a hacer payasadas en el hogar. También es protector hacia su guía y núcleo familiar, por lo que muestra una gran valentía si percibe algo como amenaza. Tienen fama de ser testarudos en el aprendizaje de educación o entrenamiento básico por lo que requieren constancia y paciencia.

En un estudio reciente de abril, desarrollado en el Reino Unido, la esperanza de vida de un bulldog francés era la más baja de todos los perros incluidos en dicho trabajo académico, con un triste resultado de cuatro años y medio de media, incluso por debajo de su pariente inglés que también padece de braquicefalia.

Esto es debido a los innumerables problemas asociados que tiene la braquicefalia, el hocico chato y la cara plana que se ha seleccionado artificialmente en diferentes razas de perros y gatos, siendo el más extremo entre los perros domésticos el del frenchie. Esta característica que deforma la anatomía craneal genera graves problemas respiratorios que empeoran y aumentan con la edad. También provocan afecciones oculares, por lo que necesitan limpieza frecuente de ojos y problemas de piel, especialmente entre los pliegues del hocico y alergias generalizadas. Debido a esta braquicefalia, el ejercicio al que se someta a un bulldog francés debe ser moderado y es una raza canina con riesgo de ahogamiento en agua, por lo que los expertos recomiendan que esté bajo supervisión si tiene acceso a ríos, playas o piscinas.

Es necesario hablar sin rodeos de los problemas de salud que padecen los frenchies porque en otro estudio realizado por un equipo de veterinarios, al 57’3% de propietarios de perros braquicéfalos les habría gustado saber previamente los efectos reales de esta característica física antes de adquirir al animal.

Ahora que llega el verano y las temibles olas de calor se suceden con más frecuencia y más extensas en el tiempo debido a los efectos de la crisis climática, hay que tener especial cuidado si se convive con un bulldog francés. Se debe limitar el ejercicio físico, adaptar las salidas evitando las horas centrales del día y refrescarles si es necesario con un paño húmedo o una ducha o con manguera, si se dispone de ella. Por supuesto, el perro debe tener libre disposición a agua fresca y sombra.

Para contactar con un criador responsable que debe entregar pruebas de salud evaluadas y certificadas por veterinarios de los progenitores se puede contactar con la Asociación Española para el Fomento de la Raza Bulldog Francés, que trabaja bajo normativa de la Real Sociedad Canina de España, o bien adoptar un ejemplar, ya que al tratarse de una raza de moda que no ha escapado de la cría ilegal entre particulares, hay numerosos ejemplares puros o mestizos en busca de un hogar. Se pueden consultar en Adopción Bulldog Francés España o en SOS Frenchie Asociación.

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