Los perros sin pelo, un repaso por las razas con esta condición y lo que la ciencia ha descubierto de su aspecto

  • Además de las cuatro razas reconocidas, hay otras poblaciones de perros sin pelo en la India, Argentina y África.
Las cuatro razas reconocidas de perros sin pelo.
Las cuatro razas reconocidas de perros sin pelo.
Henar de Pedro
Las cuatro razas reconocidas de perros sin pelo.

Los perros domésticos tienen una cantidad extraordinaria de variedades morfológicas o fenotípicas: los hay grandes, muy pequeños, con enanismo, con orejas largas, caídas, levantadas o semierguidas, colas cortas, estiradas o enroscadas, pelo largo, pelo rizado, pelo corto... y sin pelo. La biología siempre ha tenido un gran interés en entender e identificar cómo y cuándo se produjeron y seleccionaron estas características dentro del marco de la domesticación del lobo y su conversión a perro.

En este artículo nos vamos a centrar en los perros sin pelo, un puñado de razas que incluye al xoloitzcuintle o perro desnudo mexicano, al perro crestado chino, el viringo o perro desnudo peruano y el terrier americano sin pelo, todas ellas reconocidas como razas por numerosas asociaciones internacionales de registro canino.

Los perros sin pelo ya llamaron la atención de figuras tan reconocidas como Charles Darwin o Carl Linnaeus, el padre del sistema de clasificación de seres vivos que conocemos como taxonomía. En particular, Darwin tomó notas de unos perros sin pelo en Turquía que además carecían de dientes incisivos, caninos y premolares. Como no podía ser de otra manera, el ojo científico del más famoso de los exploradores naturalistas y autor de la Teoría de la evolución fue perspicaz y minucioso, y la ciencia actual ha hallado, como puede comprobarse en este estudio, que en el caso de la calvicie canina dominante, esta mutación también está implicada en el desarrollo de los dientes.

Esto se debe a que tanto el xolo, como el viringo y el crestado chino, deben su “desnudez” a una enfermedad llamada displasia ectodérmica canina, que se trata de un rasgo genético dominante en la mutación del gen FOXI3.

Cabe añadir que, debido a esta condición genética que perjudica al desarrollo de los dientes, puede ser necesario hacer purés, priorizar la comida húmeda en sus menús o reblandecer el pienso con caldo, por la dificultad que estas tres razas tienen para masticar adecuadamente ante la falta de dentición.

El xoloitzcuintle, estandarte mexicano y compañeros de Frida Khalo y Diego Rivera

Grupo de xoloitzcuintle.
Grupo de xoloitzcuintle.
Xolomania. Wikipedia Commons

El origen del xolo está lleno de mitos e inexactitudes. La presencia de perros entre las culturas prehispánicas fue abundante como así lo atestiguan las creaciones de figurillas de cerámica y las pinturas que se han conservado hasta nuestros días, pero la piel, como tejido blando, no se mantiene particularmente bien a través del paso del tiempo, de forma que resulta imposible saber si los restos óseos encontrados en sus regiones de origen pertenecían a perros con o sin pelo. Los primeros registros de perros sin pelo en México son del siglo XVI, con evidencias históricas. Se han realizado análisis de ADN mitocondrial y datación por radiocarbono a restos de perros de un yacimiento de la cuenca de México fechados entre 1620 y el 370 antes de nuestra era, en busca de restos de displasia ectodérmica, y a tenor de los resultados, hay ciertas variantes genómicas halladas en estos restos y presentes en los perros sin pelo actuales, que hacen pensar que pudieron tratarse de la ascendencia de los xotoitzcuintle. No obstante, en estos restos, no se halló rastro de la mutación específica en las razas sin pelo actuales, que como ya hemos dicho, es conocida como FOXI3.

La raza del perro desnudo mexicano fue una desconocida para el gran público hasta el siglo XIX, y en la década de los 50 del siglo veinte, el Kennel Club Americano la eliminó de sus registros debido al número reducido de ejemplares y que implicaba la extinción de la raza. Con la llegada de perros europeos, los perros del continente americano pasaron por cruces indiscriminados hasta el punto de que el xoloitzcuintle moderno tiene más cercanía genética con caniches y con el téckel. Un grupo de expertos, decididos a conservar la raza, se embarcaron en una expedición a pueblos remotos de montaña y encontraron diez perros identificables como xolos, con los que se inició un nuevo programa de cría y recuperación y son la base de la raza presente. Esta recuperación ha sido ardua y lenta, y hasta el 2011 el Kennel Club Americano no ha vuelto a dar reconocimiento al perro nacional de México.

De manera más o menos periódica, resurge por Internet un falso mito que, entre otras invenciones creativas, dice que el xolitzcuintle se alimenta de fruta y en raras ocasiones de carne. Esto es rotundamente falso, y extremadamente peligroso para la salud general del animal. El xolo es un perro como todos los demás y mientras esto no cambie, el perro doméstico es un carnívoro no estricto o facultativo, cuya base principal de alimentación es y debe ser la proteína de origen animal.

El xoloitzcuintle admite tres tamaños, y variedades con y sin pelo, ambas reconocidas por todas las asociaciones caninas internacionales. Los colores de la piel deben ser oscuros, y su apariencia general es de un perro robusto y fuerte, con expresión inteligente y alerta. La variedad sin pelo necesita protector solar para proteger su piel de los daños del sol directo. Los xolos son perros tranquilos y muy cariñosos, con gran apego a su familia.

El perro crestado chino, una raza inconfundible gracias a sus calcetines y cresta peluda

Crestado chino sin pelo.
Crestado chino sin pelo.
Tommy Gildseth. Wikipedia Commons.

Se desconoce el origen del crestado chino con certeza. En un estudio de 2017, realizado por investigadores de los Institutos Nacionales de Salud, agencia pública del gobierno de Estados Unidos, se confirmó que el perro crestado chino tiene más bien poco de chino y que su ascendencia es común a la del xolo mexicano (con el que comparte la misma mutación en el gen ya mencionado FOXI3) y el chihuahua.

Dada la reconocida y extensa historia comerciante de China a lo largo de los siglos, se baraja la posibilidad de que pudieran recibir perros sin pelo como moneda de intercambio con los comerciantes locales al llegar a poblaciones portuarias del centro de América. Exploradores españoles, portugueses, británicos y franceses ya dejaron por escrito desde el siglo XVI el hallazgo de perros desnudos y pequeños con cresta peluda en África, América y la propia Asia. En el siglo XIX llegaron a Europa los primeros crestados chinos y pese al revuelo e interés que provocaron, no se creó ningún programa de cría y su presencia en el viejo continente se terminó cuando murieron los ejemplares importados.

El perro crestado chino es el más reconocible entre las razas sin pelo, gracias a sus mechones lacios y con apariencia sedosa en la cabeza, las extremidades y la cola. La displasia ectódermica también les causa problemas en los dientes y las uñas. La variedad cubierta totalmente de pelo se llama powder puff. El crestado chino es un perro alegre y vivaz en la convivencia. Necesita protector solar para proteger la piel sin pelo y cepillados diarios en los mechones de las extremidades, cuyas hebras son tan finas que se enredan con facilidad.

El viringo, o la orquídea inca peruana, reconocido como Patrimonio de Perú

Viringo o perro sin pelo del Perú.
Viringo o perro sin pelo del Perú.
Paradais Sphynx. Wikipedia Commons.

Al igual que con el xoloitzcuintle, y por mucho que se desee atribuirle una dinastía de milenios de existencia, para hablar del viringo mediante registros históricos fehacientes, hay que remontarse, de nuevo, al siglo XVI y la llegada de los conquistadores a América. Disponemos de cerámicas preincaicas (por ejemplo en la cultura Mochica, siglo VIII de nuestra era) que representan perros con una gran semejanza al viringo, pero no tenemos por el momento evidencias arqueológicas de su presencia hasta que los españoles llegaron a las costas del Perú, y para entonces el viringo estaba casi erradicado. Afortunadamente varios ejemplares sobrevivieron en zonas rurales remotas. El destino del viringo cambió en 1966, cuando un norteamericano de viaje por Perú adquirió 8 perros desnudos que se llevó a Estados Unidos, y con los que se inició el programa de cría que dio lugar a la raza reconocida en la actualidad. Desde 2001, el viringo está declarado Patrimonio Nacional de Perú y consta de protecciones especiales.

Esta raza muestra unos pocos pelos cortos en la cabeza y la parte de la cola y las patas, pero muy lejos de la imagen del crestado chino. Se admiten todos los colores sólidos y con despigmentación, es decir, superficies moteadas en cualquier parte del cuerpo que no debe superar el 20 por ciento. Debido a la escasa variedad genética con la que se recuperó el viringo y que se desdeñaban los ejemplares con pelo para los planes de crianza, en el presente se promueve activamente el reconocimiento del viringo con pelo como valor genético para favorecer el desarrollo y preservación del viringo y corregir así los problemas de salud derivados de ese cuello de botella.

Hay tres tamaños admitidos. Los dueños que conviven con ellos describen al viringo como un perro noble y afectuoso, protector con sus guías y cauteloso con extraños.

El terrier americano sin pelo, una excepción canina entre los perros desnudos

Terrier americano sin pelo.
Terrier americano sin pelo.
I, Rpping. Wikipedia Commons

Esta raza estadounidense es nativa de Luisiana, Estados Unidos. Para hablar del terrier americano sin pelo tenemos que hablar del rat terrier, una raza que no está reconocida por la Federación Cinológica Internacional pero sí por el Kennel Club. Esta pequeña y vivaz raza de caza se desarrolló durante el siglo XIX producto de los cruces del fox terrier, el beagle o el whippet entre otros. Su nombre no deja mucho lugar a dudas y su función de origen era mantener limpias las granjas de ratas. Fue un perro ampliamente presente en toda la superficie norteamericana hasta la aparición en el siglo XX de los productos químicos para el control de roedores, y que llevaron a que el rat terrier perdiera rápidamente su popularidad, al menos en su uso tradicional.

En 1972, de una pareja de rat terrier puros, nació una hembra completamente sin pelo. Bautizada como Josephine, su aspecto era idéntico al de sus progenitores y hermanos de camada, es decir, una rat terrier a todos los efectos excepto por la ausencia total de pelo. Josephine dio, a lo largo de sus años reproductores, tres cachorros que heredaron su fenotipo desnudo. Originalmente registrados como una variedad del rat terrier sin pelo, fueron reconocidos como una raza individual en 2009, cuando se estableció la Asociación del Terrier Americano sin Pelo.

Es la única raza de las cuatro de las que hoy hablamos cuya calvicie no se debe a la displasia ectodérmica canina ni su gen es dominante, sino recesivo. Poseen una dentadura completa y fuerte, y carecen completamente de pelo, exceptuando vibrisas (bigotes y cejas). Se permite, bajo un control cuidadosamente planificado, el cruce de terrier americano sin pelo con rat terrier para mantener las líneas de sangre libres de enfermedades congénitas y disponer de una variabilidad genética beneficiosa para la raza. Lo que sí comparte con el resto de razas sin pelo es su sensibilidad a la climatología, lo que les hace susceptibles a la hipotermia en temperaturas muy bajas y requieren protección solar para evitar quemaduras. Se admiten todos los colores, pero debido a su estrechísima vinculación con el rat terrier, la mayoría de ejemplares presentan pecas o manchas a lo largo del cuerpo que marcan contraste con el color de fondo. También se admite una variedad con pelo, pero este pelaje sigue siendo sensiblemente más corto y fino que el del rat terrier y por consiguiente se mantiene como raza separada.

Actualmente es una raza de perro exclusivamente destinada a la compañía pero que, como cualquier terrier, muestran coraje, cierta terquedad y muy buen carácter en su entorno familiar.

Hay otros perros sin pelo como el jonangi, nativo de la India, el pila argentino o el terrier de arena abisinio, que se cree extinto pero no se dispone de datos. Ninguna de estas poblaciones caninas sin pelo están actualmente reconocidas por asociaciones internacionales de registro de razas caninas, aunque algunas de ellas se encuentran en programas de cría y preservación en sus países de origen.

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