Los perros de pastor y los perros boyeros desempeñan roles cruciales en la vida rural y en la gestión de ganado en diversas partes del mundo. Los perros de pastor son hábiles en el pastoreo, una actividad que abarca mover, controlar y el manejo de rebaños de animales, incluyendo ovejas, cabras, vacas, caballos e incluso aves de corral. Estos perros trabajan en colaboración con los pastores para asegurarse de que el ganado se mueva de manera ordenada y controlada, optimizando la producción y la seguridad de los animales.
Por otro lado, algunas razas de los perros pastores y boyeros también pueden tener una función más centrada en la guardia y la protección del ganado. Su presencia disuade a los depredadores y a potenciales ladrones, lo que contribuye a mantener a salvo a los rebaños. Estos perros han sido desarrollados a lo largo del tiempo para tener una predisposición natural para la vigilancia y la defensa, lo que los convierte en valiosos activos para todos los criadores de ganado.
El término ‘perro boyero’ hace referencia a los perros pastores que principalmente trabajan con ganado bovino, bien sea en el pastoreo o en la defensa.
Ejemplos de perros pastores más orientados al pastoreo que a la protección los tenemos en los pequeños pero infatigables welsh corgi en ambas variedades, los Cardigan y los Pembroke, en los pastores australianos, el pastor de Shetland o en el mudi húngaro.
En el caso de los perros pastores hábiles en ambas utilidades, tanto de pastoreo como para la protección y cuidado del ganado tenemos a los pastores de Brie, al imbatible pastor alemán o a los pastores belgas en sus cuatro variedades: malinois, groenendael, tervueren y laekenois.
Una conducta instintiva modificada
Los cánidos, tradicionalmente, son una especie depredadora, por lo que es muy interesante aclarar que mediante la reproducción y la cría selectiva desde el neolítico, se modificó el comportamiento natural de ver el ganado como presa hacia la habilidad de protección.
Durante el proceso de selección y cría de perros para el pastoreo y la protección del ganado, los humanos buscaron ejemplares con características específicas. Estos rasgos incluían no solo la disposición a convivir y trabajar junto al ganado, sino también una predisposición para defenderlo. A lo largo del tiempo, se fomentaron las cualidades de vigilancia y fidelidad en estos perros, permitiéndoles desarrollar una relación simbiótica con los humanos y el ganado que cuidaban.
Este enfoque consciente en la modificación del comportamiento de los perros influyó en la evolución de las razas de perros de pastor y boyeros que conocemos hoy en día.
La Federación Canina Internacional reconoce 43 razas bajo el epígrafe Grupo 1 : Perros de pastor y perros boyeros (excepto perros boyeros suizos). En este grupo, no se incluyen los perros y razas tipo montaña y mastín, que forman parte del Grupo 2, subsecciones molosoides y perros tipo montaña.
En el caso del Kennel Club americano, que en este caso también dispone de un grupo exclusivo para los perros pastores, el conjunto lo forman 33 razas (y donde incluyen a nuestro perro de aguas español).
Perros de familia, pero con fuerte instinto
El grupo de razas que conforman los perros de pastor y boyeros son, en su mayoría, perros orientados para la convivencia familiar en la actualidad, y por lo tanto, no se cruzan jamás en sus vidas con un animal de granja. Sin embargo, es importante señalar que conservan un fuerte instinto de trabajo y que habitualmente muestran aún conductas innatas de pastoreo y protección en sus entornos hogareños, especialmente hacia los niños.
Estos perros tienen una tendencia natural para el aprendizaje y realizar actividades, deportes y hacia el entrenamiento y la educación caninas. Esto se traduce en que necesitan hogares y cuidadores que les puedan proporcionar la estimulación física y psicológica que demandan.
Ejemplos de ello lo tenemos en el popular border collie o en el perro lobo checoslovaco.
En España, y bajo la nomenclatura de la FCI, tenemos dos razas nativas reconocidas dentro del grupo de perros de pastor y boyeros. Se tratan del perro pastor catalán o gos d’atura català y el perro de pastor mallorquín o ca de bestiar en sus dos variedades: con pelo corto y con pelo largo.
Para ampliar información sobre los perros de pastor y boyeros se puede contactar con la Real Sociedad Canina de España. Los perros pastores siguen muy ligados a países con fuerte tradición ganadera como España, lo que lleva a que, en ocasiones, estas razas sigan criándose sin un control adecuado, y sean una presencia recurrente en refugios y perreras.
Lamentablemente, dentro de este grupo se encuentran algunas razas que han sido objeto de una demanda despiadada y de modas sociales, fomentando así la cría ilegal y que muchos de estos perros tipo pastor y boyeros y sus cruces acaben abandonados o cedidos a centros de animales.
Desde Animaleros, recomendamos encarecidamente considerar la adopción responsable, especialmente si creemos que estamos en condiciones de brindar el cuidado y la dedicación necesarios para un perro de tipo pastor y boyero.
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