Vuelta al cole marcada por el debate de la jornada continua, que resta horas de sueño a los niños: "La partida se adecúa mejor"

Nervios y alegría en la 'vuelta al cole' en la Comunitat Valenciana
Imagen del primer día de colegio tras las vacaciones del verano 2022 en un centro de la Comunitat Valenciana.
EP
Nervios y alegría en la 'vuelta al cole' en la Comunitat Valenciana

¿Jornada escolar partida o continua? Un debate que enfrenta al profesorado y las familias, que piden "desligar las cuestiones laborales de las pedagógicas". Tras el reciente informe de la OCDE en el que pone el foco en el horario escolar y señala que pasar más tiempo en la escuela ayudaría reducir las tasas de abandono, a pocos días de la vuelta al cole tras las vacaciones de verano se han conocido los resultados de un nuevo estudio que concluye que el alumnado en jornada intensiva (con todas las clases por la mañana, sin parar para comer) duerme menos tiempo, consume más pantallas, come peor y hace más deberes que el de la partida. Esto se traduce en una peor salud, peor rendimiento y una conciliación más complicada.

Estas son las conclusiones de un trabajo desarrollado por el sociólogo especializado en educación y profesor de la Universidad de Valencia, Daniel Gabaldón, y el investigador Kadri Täht, de la Universidad de Tallin (Estonia), con datos de 2003 y 2010 -los relativos a la población de 10 a 18 años- de las dos ediciones publicadas de la Encuesta del Empleo del Tiempo realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en la que la población participante tiene que registrar por escrito durante un tiempo qué hace cada diez minutos.

Tras comparar los hábitos de los menores que decían estudiar solo por la mañana y por la mañana y por la tarde, observaron que el alumnado en jornada intensiva come más tarde, pasa una media de 43 minutos diarios más frente a las pantallas, duerme menos y tiene más deberes, lo cual se asocia a mayor riesgo de problemas de salud (obesidad y sedentarismo) y de rendimiento. Conclusiones que ya se vienen reflejando en la literatura científica de este tema "desde los años 90", asegura Gabaldón a 20minutos. El horario intensivo, que es el ampliamente implantado en Secundaria pero también en muchos centros de Primaria, lleva a los estudiantes a levantarse antes y acostarse más tarde, según este estudio, que apunta a la siesta como posible causa a este desajuste. 

No obstante, las horas de sueño en ambos casos están cerca del rango mínimo que recomienda la Asociación Española de Pediatría, que son de nueve a doce horas para los estudiantes de Primaria y de ocho a diez para los de Secundaria. De media, los y las pequeñas en Primaria duermen nueve horas y doce minutos cuando estudian en jornada continua y 9 horas y 31 minutos cuando lo hacen en partida. Para el estudiantado de Secundaria, estos datos son de ocho horas y 23 minutos de media para los de la continua frente a las ocho horas y 39 minutos para los de la partida. En total, el alumnado que asiste a jornada continua duerme de media 42 minutos/día menos que el alumnado que asiste a jornada partida.

Distribución de las horas de sueño en la jornada escolar partida y continua en Primaria y Secundaria, según los datos recopilados por el sociólogo Daniel Gabaldón-Estevan para el estudio 'Desincronización en la organización del tiempo escolar', presentados en el II Encuentro nacional: La sociología de la infancia en tiempos de incertidumbre, en febrero de 2023.
Distribución de las horas de sueño en la jornada escolar partida y continua en Primaria y Secundaria, según los datos recopilados por el sociólogo Daniel Gabaldón-Estevan para el estudio 'Desincronización en la organización del tiempo escolar', presentados en el II Encuentro nacional: La sociología de la infancia en tiempos de incertidumbre, en febrero de 2023.
GABALDÓN-ESTEVAN, D.

"El problema es que cada vez se hacen más vespertinos, más búhos, y cuando llegan a la Secundaria, las primeras horas de clases no se aprovechan bien", comenta Gabaldón, que como sociólogo aboga por la jornada escolar partida porque "se adecúa mejor" al reloj interno y ciclos circadianos. El profesor sostiene en un artículo titulado A deshora en la escuela, publicado en 2021 en Revista de Sociología de la Educación, que "tanto en los campos de los estudios de salud como de la educación, la preocupación es cada vez mayor por las consecuencias para la salud y el rendimiento académico de un desajuste permanente entre el reloj social y los relojes internos del estudiantado".

La preocupación es cada vez mayor por las consecuencias para la salud y el rendimiento académico de un desajuste permanente entre el reloj social y los relojes internos"

El sociólogo apuesta por no cambiar la hora en verano y volver a la zona horaria que a España le corresponde por su ubicación geográfica (una hora menos en invierno y dos horas menos en verano) para abandonar el horario de Europa central. "Los niños entrarían más tarde al cole, descansarían más y mejor y tendríamos menos actividades por la mañana y más por la tarde". En realidad, abunda, con el horario de Europa central, las clases que empiezan a las 9.00 horas en la Península están comenzando en realidad a las 8.00 horas (y a las 7.00 horas con el horario de verano). 

En su opinión, "si tuviéramos que elegir una jornada continua para la ESO y Bachillerato, sería mejor la vespertina que la matutina". El único aspecto positivo de la jornada intensiva, agrega, es que han detectado que los estudiantes tienen más tiempo para hacer deporte. En cualquier caso, continúa, "es mejor la jornada partida, con espacios de socialización entre las clases y un ritmo escolar más pausado. Vivimos un problema de exceso, en España estamos a la cabeza en número de horas lectivas, pero también en clases particulares de repaso. Cuando haces las cosas bien y cuando tocan, echas mucho menos tiempo que cuando haces las cosas fuera de lugar", concluye.

¿Jornada escolar continua o partida?

Las familias piden la partida

La Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnado (CEAPA) está "en contra" de la implantación de la jornada intensiva porque "pedagógicamente no es beneficioso". Su portavoz, María Sánchez, recuerda a este periódico que la continua es "la mayoría" y "la tendencia en España", si bien "quedan reductos" en Madrid y en la Comunitat Valenciana, donde está habiendo "muchos enfrentamientos entre equipos docentes y familias", y en Navarra. Sánchez señala que los estudios a favor de la jornada continua "no son serios" y, en cambio, "existen más trabajos que avalan que tantas clases seguidas no favorecen a los niños".

Las familias piden "desligar las cuestiones laborales de las pedagógicas". De hecho, consideran que "la negociación del calendario escolar es en realidad la negociación del calendario laboral docente". Por ley, han de sumar un mínimo de 175 días lectivos y, según esta organización, "ninguna Comunidad Autónoma aumentó los días. Vamos a mínimos", lamenta. 

Otra cuestión a abordar para la CEAPA, que entiende que "las escuelas no son guarderías", es la conciliación. "Cuando se cubre la asistencia a los centros en un horario amplio, la conciliación es más fácil. Cuando no es así, al final, estamos pagando por dejarlos antes de que empiezan las clases, por el comedor y por las extraescolares", reprueba, al tiempo que advierte de que "es muy sencillo el proceso de cambiar a la jornada continua, pero muy complicado revertirlo". 

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