Crear un índice de vulnerabilidad escolar, reducir la repetición de curso de los alumnos o priorizar en la contratación a los profesores con ciertas aptitudes emocionales. Son algunas de las propuestas que sugiere el Ministerio de Educación para atajar el abandono escolar temprano en España. Un total de 44 medidas enmarcadas dentro de un plan de acción elaborado junto a la OCDE y la Comisión Europea, tras iniciar un proyecto de investigación en julio de 2021. 

El plan, que ha sido presentado este martes por el departamento de Pilar Alegría, se divide en 15 bloques con propuestas concretas, clasificadas a su vez según la prioridad con la que consideran que deben impulsarse (máxima, alta, media y baja). El objetivo es reducir el abandono escolar temprano, que en España se sitúa como uno de los más altos de los países que conforman la OCDE, pese a que la tasa se ha reducido a la mitad en la última década: del 31,7% en 2008 al 13,9% registrado en 2022. Todo ello con la vista puesta en el objetivo marcado para 2030: situarse por debajo del 9%. 

"El abandono escolar temprano es algo socialmente injusto porque afecta de modo mucho más pronunciado a un sesgo de alumnado, generando grandes brechas y desigualdades", ha subrayado el secretario de Estado de Educación, José Manuel Bar Cendón, durante la presentación del informe. Según cuentan fuentes de Educación, el fin desde el principio era conseguir elaborar una serie de sugerencias dentro del nuevo marco establecido por la reforma educativa (la Lomloe y la nueva ley de FP). "Es un dosier sobre el que se seguirá trabajando, y algunas medidas ya están más o menos en marcha", detallan.

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Reducir la repetición de curso

Una de esas propuestas pasa por desarrollar un "índice de vulnerabilidad escolar" que sea equiparable en toda España y que pueda usarse para identificar y orientar el apoyo que necesita cada centro. Esta es una de las medidas etiquetadas con prioridad máxima en el informe, y que pretende involucrar para su diseño y puesta a prueba a las comunidades autónomas y autoridades locales. 

En esa línea, otra de las medidas pasa por generar un sistema de alerta temprana sobre los alumnos en riesgo de abandono escolar temprano, y crear una "plataforma informática común" que conecte los registros regionales y reúna la información y los datos anónimos sobre los jóvenes vulnerables.

Sugieren también "continuar y ampliar los esfuerzos" para reducir la repetición de curso de los alumnos, una medida que ya se contempló en los desarrollos curriculares de la Lomloe, que establecen que repetir sea excepcional y que, en todo caso, se trate de una decisión consensuada por un claustro de profesores. "Tardará tiempo en calar en la cultura del país", ha reconocido Bar Cendón, señalando los currículos de algunas autonomías que, a su juicio, han desarrollado "planteamientos equivocados". 

Eliminar el horario intensivo

En otra de las recomendaciones, la OCDE y Educación plantean eliminar el horario intensivo para, por un lado, favorecer la conciliación familiar; y, por otro, atajar ese abandono temprano. Esta es una medida que ya se ha llevado a cabo en otros países, como Dinamarca y Portugal, que han pasado a sistemas flexibles de jornada completa, con un aumento de la prestación de comedores escolares y actividades extraescolares. 

"España podría considerar la posibilidad de adoptar un enfoque similar por las ventajas que podría aportar, en particular para los alumnos desfavorecidos. Se ha demostrado que pasar más tiempo en el centro educativo permite elevar las tasas de graduación y mejorar el aprendizaje y otros indicadores sociales y conductuales", subraya el documento, en el que también se recuerda que en España cerca del 47% de los hogares pagan clases extraescolares para sus hijos, más de la mitad de las cuales son clases de apoyo en el caso de los hogares de ingresos bajos.

Medidas para los docentes

En cuanto a los docentes, el informe desarrolla una serie de acciones para mejorar los procesos de contratación, "con el fin de garantizar que disponen de las competencias y habilidades necesarias para gestionar a los alumnos diversos y responder a sus necesidades de aprendizaje". Por ejemplo, revisar el proceso de selección para acceder a la profesión educativa, "dando mayor peso a las aptitudes socioemocionales y al Prácticum". O invertir en el desarrollo profesional de los docentes para que interioricen estrategias de aprendizaje más basadas en las competencias (en el "saber hacer") que en la memorización de contenidos, algo que ya contempla también la Lomloe. 

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También plantean trazar un mapa de la concentración actual, por zona y tipo de centro escolar, de los perfiles y la capacidad de los profesionales especialidades de apoyo, y velar por que estos estén distribuidos en los centros de la forma más equitativa posible. 

Otra de las grandes apuestas de esta legislatura, que también se ha incluido en el informe, es reforzar y continuar con la aplicación de las medidas contempladas en la nueva ley de Formación Profesional (FP), aprobada definitivamente este marzo. Más allá de promover campañas que destaquen el valor y las salidas de esta vía educativa, tanto Educación como la OCDE proponen ofrecer incentivos fiscales o subvenciones directas para que las empresas se hagan partícipes de la FP.