Las mujeres cobran un 12,7% menos que los hombres en las universidades públicas

Profesores reparten uno de los exámenes de las pruebas de acceso a la universidad 2023, en la Universitat de les Illes Balears, a 6 de junio de 2023.
Profesores reparten uno de los exámenes de las pruebas de acceso a la universidad 2023, en la Universitat de les Illes Balears, a 6 de junio de 2023.
Isaac Buj / Europa Press
Profesores reparten uno de los exámenes de las pruebas de acceso a la universidad 2023, en la Universitat de les Illes Balears, a 6 de junio de 2023.

Las mujeres que trabajan en las universidades públicas de España cobran, de media, un 12,7% menos que sus compañeros. Una brecha de género alimentada fundamentalmente por los complementos salariales y la falta de medidas de conciliación, que refleja además un aumento de más de un punto y medio respecto al último dato, de 2021

Así lo revela el informe Brecha salarial en el sistema universitario público español, presentado este martes por el Ministerio de Universidades, y el cual expone las desigualdades salariales entre profesores y profesoras en 48 universidades públicas del país. 

La investigación —que supone una ampliación del estudio piloto presentado en 2021 con datos de 20 universidades— pone de relieve la doble segregación que se da en el sistema universitario español: vertical, por un lado, al haber una sobrerrepresentación masculina en las categorías profesionales más altas (catedráticos, por ejemplo); y horizontal, por otro, al ser ellas la gran mayoría en las enseñanzas más relacionadas con los cuidados (como las Ciencias de la Salud).

"El estudio nos ha demostrado que hay problemas que tenemos que resolver", ha subrayado el titular de Universidades, Joan Subirats, durante la presentación del estudio. Para seguir evaluando esta brecha, ha añadido, el objetivo del Gobierno es realizar este informe cada tres años "y ver si las medidas que se toman para paliar esta brecha surten efectos o no". 

Una brecha que se alimenta de los complementos

En concreto, la brecha salarial media asciende al 12,7% en las universidades públicas españolas, entendiendo esta como la diferencia retributiva a la hora de percibir el salario base más los complementos retributivos. Pero la desigualdad se agrava considerablemente al desglosar ese salario total: si en el salario base la brecha es mucho más residual (1,8%), en los complementos salariales se dispara hasta el 19,1%. Con todo, la tendencia varía en función de la institución: más de la mitad presenta una brecha superior al 20% en los complementos, y hay algunas universidades con valores que incluso superan el 30%.

Dentro de cada tipo de complementos, se observa cómo a las mujeres se les va penalizando en las fases más avanzadas de la carrera académica: la brecha media de los complementos por sexenios llega al 28,5%, y en el caso de los complementos por proyectos de investigación se dispara hasta el 47,3%. Además, a medida que aumenta el número de sexenios concedidos, disminuye el número de mujeres del Personal Docente Investigador (PDI) con seis o más (28,8%) y aumenta, por ende, la brecha salarial de género. 

En esa línea, la brecha se agranda también en las edades intermedias, que suelen ser habitualmente en las que las mujeres se adentran en la maternidad o cargan con un mayor peso de los cuidados de familiares. De los 30 a los 39 años, por ejemplo, que es el periodo en el que suele darse la primera maternidad, la brecha del salario total se dispara hasta el 7,3% (frente a la desigualdad de 1,3% en el periodo que va hasta los 29 años). 

Aunque su nivel más alto se alcanza en los años posteriores, en el grupo de 40 a 49 años, que es cuando aumenta la carga de los cuidados: en esa franja de edad, ellos cobran un 8,1% más que sus compañeras, pero sobre todo porque ya han podido acumular más complementos salariales (esta brecha concreta se eleva aquí hasta el 11,4%). A partir de los 49 años, cuando la demanda de los cuidados en los hogares desciende, la brecha desciende de nuevo, aunque la desigualdad en los complementos salariales ya se mantiene igualmente acusada a lo largo de los años. 

Por ramas de enseñanza, el estudio revela que la brecha más acusada se da precisamente en la especialidad más feminizada, la de Ciencias de la Salud, cuya brecha salarial asciende al 18% (27,4% si se desglosan solo los complementos). En contraposición, es en las ramas más masculinizadas donde se dan las desigualdades más reducidas: en torno a al 2% en Ingeniería y Arquitectura y Ciencias Sociales y Jurídicas. 

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