En Madrid nadie pregunta de dónde vienes. Ni aunque tu intención sea liderar el Ayuntamiento de la capital, como es el caso de Reyes Maroto. La candidata del PSOE, nacida en Medina del Campo (Valladolid) hace 49 años, tiene ante sí una tarea difícil por lo histórico de sus antecesores. La que fuera ministra de Industria durante casi cinco años quiere ahora ser alcaldesa de su ciudad de acogida. Pero, para ello, deberá superar al Más Madrid de Rita Maestre -cuyo proyecto está consolidado después de ocho años, cuatro de ellos gobernando- y que la izquierda sume lo suficiente para lograr desalojar a José Luis Martínez-Almeida, algo que dependerá en gran medida de que entre Podemos y no lo haga Ciudadanos -la barrera electoral se sitúa en el 3%-.
La candidatura de Maroto se oficializó el 14 de noviembre del año pasado. Fue el cierre a meses de incertidumbre en Buen Suceso (sede del PSOE de Madrid) por la falta de definición desde Moncloa, que manejó una quiniela casi infinita en la que desfilaron los nombres de muchos ministros. Algunos más conocidos que la actual cabeza de lista, como Margarita Robles o Fernando Grande-Marlaska. También el de Félix Bolaños. Antes, casi todos en el PSOE madrileño daban por hecho que la candidata iba a ser Mercedes González, antaño concejala en el Ayuntamiento y posteriormente delegada del Gobierno. De hecho, se creó la agrupación socialista de Madrid Ciudad y se le otorgó la Secretaría General para lanzarla como candidatable, pero unos muy malos datos demoscópicos la apartaron de la carrera. Se la terminó premiando con la dirección de la Guardia Civil.
En esa carrera también sonó Mar Espinar, que todavía hoy es portavoz del PSOE en el Consistorio madrileño. Finalmente, irá en las listas para la Asamblea de Madrid. Ambas miraron con recelo el aterrizaje de Maroto, que se enfrentó más directamente con González. La ahora líder del Instituto Armado tuvo mucha influencia en el primer borrador de lista para Maroto. Era, según fuentes del entorno de la candidata, "una lista para perder". "Y para que el día siguiente se la cargaran [a Maroto] y volvieran a tener el poder del grupo municipal", añaden. Finalmente, la que fuera ministra de Industria logró imponer sus nombres y ha hecho un equipo "para ganar".
Un miembro de ese grupo destaca de la candidata su "generosidad" con ellos. De hecho, asegura que desde el primer momento Maroto les pidió que trabajaran todos juntos. Sin importar si ella participaba o no en los actos. Además, les ha dado mucha autonomía, por lo que creen que la candidatura gana cada día que pasa. Esta fuente también destaca de ella su trabajo de "hormiguita" por su forma de estudiarse cosas que no conoce. Otra prueba más de que, esta vez sí, el PSOE tiene un proyecto a ocho años.
Esa intención es algo que ya le diferencia bastante de aquel al que tiene que mejorar: Pepu Hernández. El entrenador de baloncesto fue la última apuesta de Pedro Sánchez para Madrid, con un resultado catastrófico. Pepu logró sumar 223.582 papeletas, siendo la cuarta fuerza y quedando solo 100.000 votos por encima de Vox. Estos resultados fueron incluso peores que los que cosechó Antonio Miguel Carmona en 2015, que con sus casi 250.000 apoyos y 9 concejales sí logró que el bastón de mando no recayera en el PP después de décadas.
La Alcaldía fue a parar a Manuela Carmena, a la que Maroto ha podido conocer un poco más a fondo -ambas coincidieron cuando la primera habitaba Cibeles y la segunda, el Ministerio-. La candidata se ve muchas similitudes con la exalcaldesa. Por ejemplo, a la hora de entender la necesidad de "trascender de los partidos". En este sentido, personas cercanas a la socialista aseguran ser conscientes de la importancia que da tener una estructura detrás del candidato, pero el proyecto de Maroto "va más lejos".
Segundo intento de volver a Madrid
Con todo, Madrid no es un territorio desconocido para Maroto. Antes de ser ministra de Industria, donde su equipo destaca un importante bagaje a la hora de trabajar con empresas -a las que "protegió" durante la pandemia con importantes acuerdos para salvar puestos de trabajo-, fue diputada en la Asamblea de Madrid, donde era portavoz de Economía, Presupuestos, Empleo y Hacienda. También ejercía como secretaria del área de Desarrollo Sostenible de la ejecutiva de la federación socialista madrileña.
Tampoco esta será la primera campaña en clave madrileña de Maroto, que fue la apuesta de Sánchez para ser vicepresidenta autonómica si Ángel Gabilondo hubiera ganado las elecciones de 2021 contra Isabel Díaz Ayuso. No fue bien y la ministra no dejó su puesto. Ahora, el juego es otro. Y el resultado esperan en su entorno que también.
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