Imagen del expresidente de la Generalitat, Carles Puigemont.
  • El tribunal desestima los argumentos de las defensas y de la acusación popular ejercida por Vox.
  • Considera que no cabe en este caso el nuevo delito diseñado por el Gobierno de desórdenes públicos agravados.
  • Mantiene la malversación agravada al determinar que hubo ánimo de lucro de los procesados.
  • El combate entre Puigdemont y el Supremo, muy lejos del último asalto

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