El juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena ha acordado emitir una orden nacional de detención contra la exconsejera catalana y eurodiputada de JxCat Clara Ponsatí por no justificar su incomparecencia el pasado 24 de abril, cuando la citó para comunicarle su procesamiento por un delito de desobediencia en el procés.

Aquel día, la exconsejera del ejecutivo que presidió Carles Puigdemont decidió no acudir al Supremo tras alegar esa misma jornada que tenía dos compromisos en Bruselas que resultaban "incompatibles" con su citación en Madrid. Una justificación que, a la vista de los cinco años que estuvo huida de la Justicia, argumenta Llarena en su auto, revela que "las funciones parlamentarias no son sino la excusa frente a una nueva desatención de sus obligaciones procesales". 

Tras su incomparecencia, el magistrado instructor de la causa por el proceso independentista catalán de 2017 consultó a la Fiscalía y a la Abogacía del Estado, que se inclinaron por volver a citar a Ponsatí. Pese a ello, Llanera ha optado finalmente por emitir una orden de detención nacional contra ella con el objetivo de que se ponga a disposición del tribunal y le comunique su procesamiento.

El juez afirma que todo apunta a que Ponsatí "ha desatendido voluntaria e injustificadamente la citación judicial", aunque precisa que la orden puede quedar sin efecto si comparece voluntariamente ante él, como hicieron las procesadas Meritxell Serret y Anna Gabriel, que también huyeron del país y acabaron regresando a España.

Justificación insuficiente según Llarena

Respecto a las obligaciones parlamentarias a las que se remitió para no comparecer, Llarena subraya que Ponsatí estaba citada ante el Supremo la mañana del 24 de abril, mientras que los compromisos políticos que alegó estaban programados para la tarde, razonablemente compatibles mediante la petición de videoconferencia. 

Además, dada la antelación con la que se citó, la exconsejera tuvo "un amplio margen para advertir" de sus "dificultades" para atender sus responsabilidades políticas y solicitar el reajuste en la citación y, sin embargo, "se eludió esta previsión y se optó por presentar un escrito exculpatorio que tampoco ha estado seguido de ninguna propuesta de atender el llamamiento judicial".

El juez menciona algunas declaraciones públicas de la exconsejera, en la que "se jactó de no tener ninguna intención de atender la citación judicial" y recuerda del mismo modo que Ponsatí abandonó España "inmediatamente después de su posible intervención" en el procés,  y "se opuso personalmente a que el Reino Unido la entregara" al Supremo "para responder por la responsabilidad que se ventila en este proceso".

De esta manera, Llarena rechaza la petición de Ponsatí de paralizar la causa por existir una demanda de amparo de las inmunidades parlamentarias ante el Parlamento Europeo.