Suárez, la historia detrás de la única dimisión de un presidente en la España democrática: "No me voy por cansancio"

El momento en que Suárez se dirigió a la nación para anunciar su dimisión.
El momento en que Suárez se dirigió a la nación para anunciar su dimisión.
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El momento en que Suárez se dirigió a la nación para anunciar su dimisión.

"¿Merece la pena todo esto? Sinceramente, no lo sé. Este ataque no tiene precedentes, es tan grave y tan burdo que necesito parar y reflexionar con mi esposa", ha escrito el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la carta dirigida a la ciudadanía que publicó este miércoles. ¿Está pensando realmente en dimitir?

No es un verbo que le guste conjugar a la clase política española. En nuestro país, dimitir es un nombre ruso. Tanto es así que desde las primeras elecciones democráticas de la reciente historia de España, las de 1977, sólo un presidente del Gobierno ha dimitido. Fue Adolfo Suárez, que lo hizo hace 43 años, el 29 de enero de 1981.

"Un político que además pretenda servir al Estado debe saber en qué momento el precio que el pueblo ha de pagar por su permanencia y su continuidad es superior al precio que siempre implica el cambio de la persona que encarna las mayores responsabilidades ejecutivas de la vida política de la nación", dijo Suárez aquel día ante las cámaras de televisión.

El contexto: UCD sin mayoría absoluta

El 1 de marzo de 1979 (era jueves) se celebraron en España las primeras elecciones generales y constitucionales (la Carta Magna había sido aprobada un año antes) de la joven democracia (no habían pasado ni cuatro años de la muerte del dictador). La Unión de Centro Democrático (UCD) de Suárez ganó, como lo había hecho en los comicios de 1977, pero sin alcanzar la mayoría absoluta:

  • UCD, con Adolfo Suárez: 168 diputados
  • PSOE, con Felipe González: 121
  • PCE, con Santiago Carrillo: 23
  • CD, con Manuel Fraga: 10
  • CiU, con Jordi Pujol: 8
  • PNV, con Xabier Arzalluz: 7
  • Otros partidos: 12
Propaganda de UCD para las elecciones generales de 1977.
Propaganda de UCD para las elecciones generales de 1977.
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Un gobierno débil

Las elecciones municipales, las primeras desde la II República, tuvieron lugar sólo un mes después de las generales. Aunque UCD obtuvo el 30,6% de los votos, la victoria en la práctica fue para la izquierda, que ocupó las alcaldías de la mayoría de las grandes ciudades gracias a los pactos postelectorales que cerraron PSOE y PCE.

Tras la celebración de las elecciones municipales se formó el nuevo gobierno de Suárez, que no era precisamente fuerte y no sólo por su falta de mayoría absoluta. Presionado desde fuera y desde dentro, el presidente tuvo que enfrentarse al permanente terrorismo de ETA y a la crisis económica desencadenada por la segunda crisis del petróleo. En 1980, la inflación alcanzaba el 16,55% y la tasa de paro, el 12% (muy alta en aquel entonces).

Tercer Gobierno de Adolfo Suarez, presentado en el Palacio de la Zarzuela en 1977.
Tercer Gobierno de Adolfo Suarez, presentado en el Palacio de la Zarzuela en 1977.
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La moción de censura del PSOE

Con un gobierno recién formado, pero débil, el PSOE presentó ese 1980 una moción de censura contra el presidente. Felipe González se proponía como alternativa. La votación se celebró el 30 de mayo. Suárez logró superar la moción de censura por 166 votos a favor, 152 en contra y 21 abstenciones, pero su imagen quedó muy deteriorada. Y no sólo ante su partido y sus adversarios, sino ante la opinión pública porque el debate del Congreso fue retransmitido por TVE.

Finalmente, Suárez optó por presentar su dimisión como presidente del Gobierno (también como líder de UCD). Fue el 29 de enero de 1981. Primero acudió al palacio de la Zarzuela para entregar su renuncia al rey Juan Carlos I y luego se lo contó a los españoles. Su mensaje al país emitido por TVE duró 10 minutos. Eran las 19:40.

El presidente del Gobierno Adolfo Suárez y Felipe González en los pasillos del congreso de los Diputados, en una fotografía de los años 70.
El entonces presidente del Gobierno Adolfo Suárez, con Felipe González en los pasillos del congreso de los Diputados.
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¿Por qué dimitió Suárez?

La dimisión de Suárez ha sido objeto de intensos análisis. La realidad siempre es compleja y no parece haber una única causa. La mayoría de historiadores resaltan la deteriorada situación por la que pasaba su partido. UCD, que más que un partido fue un instrumento para tomar el poder democrático, era un nudo de discrepancias internas que cada día ahogaba un poco más al presidente del Gobierno. A ello se sumó el ruido de sables en los cuarteles (constante aquellos años) y la relación, ya desgastada, de Suárez con el rey.

En su mensaje al país, afirmó: "Yo no quiero que el sistema democrático de convivencia sea, una vez más, un paréntesis en la historia de España". Esto dio pie a pensar que renunciaba por la presión de los militares. Esta teoría pareció confirmada por el intento de golpe de Estado que tuvo lugar durante la investidura de Leopoldo Calvo-Sotelo aquel 23 de febrero de 1981.

¿Dimitió para evitar el 23-F?

Pero años más tarde, el propio Suárez le resto veracidad a esta hipótesis. "Si hubiera tenido la más mínima información en torno a un intento de golpe de estado, ni hubiera dimitido ni se hubiera producido el golpe de Estado", dijo cuando ya estaba fuera de poder.

Pero el que fuera su ministro de la Presidencia y de Educación, José Manuel Otero Novas, tiene sus dudas: "No me lo confesó, pero sin duda propuso a Calvo Sotelo [para sucederle] porque suponía que, por su apellido, contaría con apoyo en las Fuerzas Armadas y evitaría el golpe", dijo por televisión al despedirse.

Otro de sus ministros, Rodolfo Martín Villa, recuerda que "Suárez creía resuelto cualquier problema con los poderes fácticos de entonces, con el ejército, la iglesia o la banca". Javier Fernández López, autor de Diecisiete horas y media. El enigma del 23F, era militar en activo aquel 1981. Recuerda que Suárez había delegado las relaciones con el Ejército a Gutiérrez Mellado y asegura que "si hubiera sospechado el posterior golpe, no hubiera dimitido".

¿Dejó el Rey caer a Suárez?

Historiadores como Javier Tusell y Charles Powell insisten más en el cansancio y la falta de apoyo de la Corona como principales factores para su dimisión. La pérdida de apoyo del Rey a Suárez fue un factor clave. Juan Carlos I había estado muy presente en la actividad del presidente del Gobierno y este estuvo respaldado por el monarca en diversas situaciones (de hecho fue su inesperada elección al heredar el poder del dictador).

El 5 de julio de 1976 Adolfo Suárez juró como presidente de Gobierno, en el Palacio de la La Zarzuela, ante la mirada del rey Don Juan Carlos.
El 5 de julio de 1976 Adolfo Suárez juró como presidente de Gobierno, en el Palacio de la La Zarzuela, ante la mirada del rey Don Juan Carlos.
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"No me voy por cansancio. No me voy porque haya sufrido un revés superior a mi capacidad de encaje. No me voy por temor al futuro. Me voy porque ya las palabras parecen no ser suficientes y es preciso demostrar con hechos lo que somos y lo que queremos. Nada más lejos de la realidad que la imagen que se ha querido dar de mi con la de una persona aferrada al cargo. Todo político ha de tener vocación de poder, voluntad de continuidad y de permanencia en el marco de unos principios", dijo Suárez en su discurso de despedida de aquel 29 de enero de 1981.

El historiador Gregorio Morán hace una suma de causas para explicar la dimisión y una de ellas es la amenaza militar. A ello se habría unido la falta de apoyo real y la rebelión en marcha de los miembros democristianos de su partido, que habrían pactado ya con los de Alianza Popular.

Un comportamiento "poco comprensible"

"Adolfo Suárez dimitió porque había caído desde una gran altura", ha escrito Otero Novas. En aquella ocasión el problema no era tanto de Suárez —ambicioso, carismático y resuelto—, como de su partido. El proceso de descomposición interna que estaba viviendo UCD es lo que llevo a Suárez a marcharse: había perdido el apoyo de los suyos.

"Me voy sin que nadie me lo haya pedido, desoyendo la petición y las presiones con las que se me ha instado a permanecer en mi puesto, con el convencimiento de que este comportamiento, por poco comprensible que pueda parecer a primera vista, es el que creo que mi patria me exige en este momento", dijo Suárez aquel día en que dimitió. Ni siquiera llegó a estar cinco años en el poder (los habría cumplido en julio).

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