El movimiento de fichas en el tablero de la política vasca: los partidos cambian de cara ante el temor del auge de EH Bildu

Iñigo Urkullu (PNV), Idoia Mendia (PSOE) y Carlos Iturgaiz (PP).
Iñigo Urkullu (PNV), Idoia Mendia (PSE-EE) y Carlos Iturgaiz (PP).
Henar de Pedro Minguela
Iñigo Urkullu (PNV), Idoia Mendia (PSOE) y Carlos Iturgaiz (PP).

El tablero político en País Vasco está cambiando. Las últimas elecciones municipales del pasado 28 de marzo giraron las tornas de un territorio donde la mayoría de votos se repartían en el PNV. Pero la superioridad de los jeltzales parece haber concluido. El auge de EH Bildu, que consiguió en los comicios ganar en Vitoria, también en las Juntas Generales de Gipuzkoa y consiguió más de un millar de concejales en el País Vasco y Navarra, puede ser uno de los principales motivos por los que PNV, PSOE y PP han decidido darle un cambio de registro a sus primeras filas ante las próximas elecciones autonómicas de 2024, para las que aún no hay fecha pero que se prevé que se celebrarán en primavera. 

Los primeros en recoger el órdago de los de Arnaldo Otegi fueron los socialistas de Idoia Mendia, en la actualidad vicelehendakari segunda y consejera de Trabajo por su pacto con Iñigo Urkullu. Eneko Andueza  será el que luche por su camino a la Lehendakaritza, algo que fue ratificado por las filas socialistas el pasado mes de octubre. El guipuzcoano y secretario general del partido en Euskadi desde 2021 fue portavoz en el Parlamento vasco y secretario general en Guipúzcoa. 

En los pasados comicios, los de Mendia perdían representación en los ayuntamientos, pero a diferencia de su socio, el PNV, salían mejor parados de las urnas. En las capitales mantuvieron su representación y en los parlamentos provinciales perdieron un representante en Álava y dos en Gipuzkoa, mientras que preservaron sus 8 junteros en Bizkaia. Tras los comicios, Mendia dejó claro en una entrevista en El Correo que "el PSE es un partido decisivo en Euskadi, todos los acuerdos pasan por nosotros", a la vez que afirmó que pactar con Bildu solo sería posible si cumplen unas bases éticas. 

"De la irrelevancia a la relevancia"

También el pasado mes de octubre, la cara visible del PP en Euskadi decía adiós a la presidencia del partido y, por ende, a su candidatura en las próximas elecciones. Carlos Iturgaiz dejaba paso así a el exdelegado del Gobierno en el País Vasco Javier de Andrés. "Cuando llegué el tren estaba descarrilado y había que ponerlo en la vía. Ha llegado el momento, porque el tren está en la vía y el PP vasco está fuerte, unido y estable", señalaba en su comparecencia de despedida. 

Iturgaiz, que estuvo tres años al frente de los populares en Euskadi, también dejaba claro que el PP vasco ha pasado de la "irrelevancia a la relevancia", ya que en las últimas elecciones subió en concejales, en junteros y es clave en las Juntas de Gipuzkoa, en el Ayuntamiento de Vitoria y en Durango. En este caso, el vasco dejó claro que era una decisión personal y no se debía a ningún motivo de partido. 

Algo que sí se refleja en la decisión de la sucesión. De Andrés es para Feijóo una ficha que permitirá a los populares "jugar fuerte en las elecciones vascas", algo que quiere hacer desde el no de los de Andoni Ortuzar a su investidura

Bildu "amenaza" la hegemonía 

Uno de los últimos en pronunciarse ante las próximas autonómicas ha sido el lehendakari Iñigo Urkullu. El Euskadi Buru Batzar (EEB), el órgano ejecutivo del PNV, anunciaba el pasado viernes que el presidente vasco no volverá a presentarse a lehendakari.

Tras once años al frente el Ejecutivo vasco, tres legislaturas, Urkullu será sustituido por Imanol Pradales, hasta ahora diputado foral y que tiene 47 años, algo perfecto parea el "relevo generacional" que busca el partido y para que "pilote las instituciones vascas e impulse el autogobierno en la próxima década" en tiempos de "incertidumbres y oportunidades como pueblo".

Pero las razones del PNV para dejar ir a Urkullu son más y muy concretas. Al parecer, el partido trasladó al aún lehendakari sus conclusiones sobre la necesidad de apostar por "un cambio de ciclo" en un momento en el que la competencia de EH Bildu en Euskadi y Madrid "amenaza" la hegemonía de los jeltzales.

Un pasado y el posible sorpaso 

Con el foco del resto de partidos puesto en EH Bildu, finalmente, su coordinador, Arnaldo Otegi, ha querido saltar a la palestra para dejar claro que intentará presentarse. "Todo el mundo sabe quién soy yo y todo el mundo sabe que tengo un pasado, pero aquí todo el mundo tiene pasado en este país", ha dicho para explicar su negativa a luchar por ser lehendakari. 

Pese a esto y ante los rumores de pacto con el PSE, los socialistas han cerrado la puerta a un pacto futuro con la coalición soberanista, aunque Otegi no sea el que se presente a lehendakari. "Diré que no a hacer lehendakari a un candidato de EH Bildu y a un gobierno con Bildu. No me interesa, de momento", ha asegurado este lunes Andueza.

El coordinador general de EH Bildu fue candidato en dos citas electorales autonómicas, las de 1998 y 2001, ambas como cabeza de lista de Euskal Herritarrok por Guipúzcoa. "Mi sitio no está en el Parlamento de los tres territorios", ha dicho este lunes en su comparecencia. 

La renuncia a presentarse llega en un momento en el que EH Bildu está creciendo en las encuestas e, incluso, se baraja la posibilidad de un sorpaso al PNV de cara a los próximos comicios vascos, ya que las encuestas otorgan posibilidades reales de ser la primera fuerza a la formación abertzale. Ahora, habrá que esperar a su cabeza de cartel. 

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