Drones, convertir el aire en agua, "sistemas capaces de pensar"... Iniciativas contra una sequía que las lluvias no logran paliar

Empresas tecnológicas se vuelcan en la lucha contra la sequía, de la mano de la inteligencia artificial.
Empresas tecnológicas se vuelcan en la lucha contra la sequía, de la mano de la inteligencia artificial.
Carlos Gámez
Empresas tecnológicas se vuelcan en la lucha contra la sequía, de la mano de la inteligencia artificial.

A pesar de las borrascas y lluvias que ha traído esta primera mitad de septiembre, los datos del agua embalsada siguen siendo muy preocupantes. El 14,6% del territorio nacional se encuentra en escasez, el 27,4% está en alerta y la reserva hídrica española está pasando más sed de lo normal: en los últimos dos años los embalses han llegado a su peor nivel desde 1995, con cuencas que bajan del 30% de su capacidad. La pérdida de este recurso es muy peligrosa en España, pero el problema es global. En este contexto, son varias las iniciativas puestas en marcha para paliar la falta de agua... y algunas con ADN español.

El corazón de Estocolmo (Suecia) acogió a finales de agosto la Semana Mundial del Agua, el evento internacional anual sobre este asunto más importante del mundo. En él se reunieron expertos en la materia y líderes empresariales que tratan de explorar y dar una respuesta conjunta al problema de la escasez de un recurso que es vital. Desde la capital sueca, pusieron de manifiesto los trabajos para encontrar la forma de mejorar la gestión hídrica, apostando por las innovaciones tecnológicas.

Si bien las energías renovables, los esfuerzos en desalinización, la protección de los acuíferos y presas o la mejora de sistemas de alcantarillado y saneamiento son soluciones tradicionalmente necesarias, los tiempos cambiantes exigen nuevas medidas que buscan emplear la digitalización y la inteligencia artificial para monitorizar los procesos... y crear nuevas formas de obtención de agua.

Conseguir agua a partir del aire

Hablar de sequía en un planeta en el que 2/3 de la superficie es marina puede resultar contradictorio. Sin embargo, de toda esa inmensidad, únicamente un 2,5% es dulce y solo un 0,3% es apta para el consumo humano. Por ello, nacen empresas que ofrecen alternativas I+D+i para aumentar el volumen de agua potable.

Bajo el paraguas de la Unión Europea, Genaq, una joven empresa de Lucena (Córdoba), ha desarrollado una tecnología capaz de obtener agua pura a partir del aire. "Es una tecnología para lugares con poca o ninguna disponibilidad de agua, en ubicaciones remotas y para el consumo humano", explica a 20minutos su portavoz, María Velasco.

La compañía apuesta por un sistema de filtración muy alta que se aproveche de la humedad para generar "agua pura y potable", y que tenga mejor calidad que la que se extrae de los grifos de muchas partes de España, como "la costa levantina, Baleares o Canarias". Calidad, y también menor coste e impacto medioambiental porque, según aseguran sus promotores, es más barata que el agua embotellada y no utiliza plástico. Hay que recordar que en nuestro país existen poblaciones que sufren cortes de agua por falta de abastecimiento, y esta tecnología logra producir hasta 5.000 litros al día según las necesidades y las condiciones medioambientales.

Esta técnica también puede beneficiar a países con dificultades de acceso a agua potable. "De todos nuestros mercados, muchos son en países en vías de desarrollo", señala Velasco, que considera que esta tecnología es muy versátil y podría verse "en un campamento de refugiados o en un lugar de la construcción". De esta forma, podría ayudar a paliar un problema que deja a más de 2.000 millones de personas sin acceso a servicios de agua potable gestionados de forma segura.

"Sistemas capaces de pensar"

Ahora bien, de poco sirve preocuparse por cómo se reutiliza el agua o  se generan nuevos recursos si no se tratan adecuadamente los existentes. La sequía es también una consecuencia de la ineficiencia de la reserva hídrica y los datos son alarmantes: como resultado de una ineficiente gestión, cada año se pierden 32.000 millones de metros cúbicos de agua potable en todo el mundo, según un estudio del Banco Mundial. Concretamente en Europa, cerca del 23% del agua potable se pierde debido a las filtraciones de las tuberías. El problema es una evidencia y la inteligencia artificial se presenta como una opción para solucionarlo.

La Asociación para la Investigación y la Innovación en el Área Mediterránea (Prima, por sus siglas en inglés), compuesta por 19 países de la zona y respaldada por los fondos europeos del Programa Horizonte 2020, trata de aunar innovación, ciencia y gestión eficiente de los recursos escasos. Marco Orlando es el jefe de Proyecto del Área de Administración del Agua de la organización internacional y resalta en este periódico "los beneficios de la inteligencia artificial" para la gestión de los recursos hídricos.

"Son sistemas capaces de pensar, que permiten optimizar los procesos de gestión de infraestructuras hídricas", explica este italiano, que además incide en la consiguiente reducción de los costes y la energía empleada, y en el aumento indudable de la eficiencia. Por ejemplo, en el ámbito del regadío, se pueden diseñar algoritmos que controlen "las necesidades de los cultivos en cada momento para programar tiempos y volúmenes de agua", en virtud de una "agricultura inteligente" que apueste por la monitorización y el control en remoto.

Orlando añade que, si bien minimizar las fugas o evitar el desperdicio es una necesidad, la calidad del agua también debe ser un problema a tratar. Así, la IA puede administrar de forma "inteligente" el tratamiento de aguas residuales para hacerlas potables e incluso "se utilizan sistemas de monitoreo para medir la calidad de las aguas superficiales y subterráneas". "Esto se puede conseguir a través de imágenes satelitales", que mediante parámetros e indicadores revelan su composición.

Predecir el futuro para evitar daños

Otra variable de esta ecuación es el calentamiento global y las temperaturas extremadamente altas que lo acompañan, que pueden suponer un perjuicio en la cantidad de agua disponible de determinadas poblaciones. En palabras del miembro de Prima, los nuevos desarrollos tecnológicos permiten "pronosticar los cambios en los patrones climáticos" para que se puedan "tomar decisiones con respecto al agua": "Con la inteligencia artificial se puede predecir cómo el clima va a afectar a la disponibilidad del agua y qué presión va a ejercer sobre ella". 

Y no solamente en cuestiones de calor extremo; también "se pueden anticipar incidentes, como inundaciones o temporales de sequía a través de la IA, satélites, drones, sensores...". El miembro de la fundación destaca que estos avances arrojan "muchas ventajas desde el punto de vista de la seguridad", pues aquellas localidades donde el vaticinio sea desfavorable podrán preparar con antelación la respuesta óptima a una futura escasez.

Drones para reducir pérdidas

Con el mismo fin nace una tecnología que podría reducir a la mitad el volumen de derroche de agua: un sistema de vigilancia aérea dirigida a encontrar las filtraciones con la mayor velocidad posible y, de este modo, minimizar las pérdidas. Esta técnica constituiría una respuesta efectiva y oportuna a la creciente escasez, según la Comisión Europea, que ya califica esta tecnología como "una vista de águila para el agua".

Mapa de la detección de pérdidas en sistemas de transmisión de agua.
Mapa de la detección de pérdidas en sistemas de transmisión de agua.
CIRCE

El proyecto se llama 'WADI' y, financiado también con los fondos europeos de Horizonte 2020, está constituido por 14 empresas de varios países de Europa. Una de ellas es la española Fundación Circe (Centro de Investigación de Recursos y Consumos Energéticos), cuyo director de Industria y Energía, Eduardo Cembrano, relata a este diario los principales impactos que han tenido los drones en la gestión del agua: "Hicimos algunas demostraciones para comprobar la validez de esta tecnología para la detección de fugas, con 60 casos, y el ratio de acierto estuvo alrededor del 70%".

"Un pilar fundamental"

Cembrano asegura que "cada vez hay más empresas trabajando en el uso de la inteligencia artificial para la gestión del agua, ya no solo a partir de drones con imágenes, sino con otros modelos y tecnologías que pueden ayudar a estos problemas". El miembro de Circe cree que el uso de la IA en la gestión de infraestructuras hidráulicas será "un pilar fundamental".

"Si juntas que el problema de la gestión del agua es cada vez mayor y que el uso de la IA va a ser más sencillo, esto va a ir en auge"

En el ámbito del tratamiento del agua, es reseñable la existencia de un 'antes' y un 'después'. "Hace unos años no había muchos proyectos trabajando en esta tecnología, y ahora se está intentando democratizar la aplicación de la inteligencia artificial a bastantes problemas que tenemos actualmente", explica el experto, y añade que "si se junta que el problema de la gestión del agua es cada vez mayor y que el uso de la IA va a ser más sencillo, esto va a ir en auge".

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