La coalición entre PSOE y Unidas Podemos se transforma y pasa a una nueva dimensión. A mes y medio para que se celebren las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo y con el Gobierno dando por casi finalizada la etapa legislativa, ahora se abre una nueva: la de la venta de la gestión y de nuevos anuncios. Sobre todo, en vivienda, un aspecto donde las comunidades tienen muchas competencias y donde el Ejecutivo quiere poner el foco para afrontar unos comicios en los que ambos partidos se juegan mucho.

En Moncloa saben que tener el Boletín Oficial del Estado (BOE) a su disposición es un arma inigualable. Y piensan aprovecharlo a su favor. El ejemplo más destacado fue el del desbloqueo de la ley de vivienda. El texto fue pactado entre los socios de coalición en octubre de 2021 -con un acuerdo en el que también incluyeron la aprobación de los Presupuestos de 2022-. Sin embargo, al llegar al Congreso de los Diputados, el articulado encalló por el gran número de enmiendas presentadas por los socios de investiduras y, también, por los morados. 

Hubo momentos en los que la norma estuvo a punto de caer, como pasó con la reforma de la ley mordaza. Sin embargo, la 'necesidad' de que se aprobase la primera ley de vivienda hizo que el PSOE cediera a las exigencias del resto de grupos. Pedro Sánchez, incluso, dejó que ERC y EH Bildu se apuntasen el tanto y anunciasen el desbloqueo en una comparecencia el pasado viernes. Pero pronto retomó la iniciativa. Dos días después, en la convención municipal que el PSOE celebró en Valencia, anunció la promoción de 50.000 viviendas de la Sareb para alquiler asequible: de ellas, 21.000 estarán disponibles en un año y otras 14.000 ya están habitadas por alquiler social.

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No se quedó ahí el presidente, que aprovechó su comparecencia en el Congreso este miércoles para lanzar otro anuncio: la puesta en marcha de un "crédito blando" del ICO para promocionar la construcción o rehabilitación de otras 43.000 viviendas para alquiler asequible. "Estamos deshaciendo las políticas caducadas del PP, que se consagraron con la ley del suelo", lanzó desde la tribuna antes de añadir: "Pero para eso se necesita una década, no uno, ni dos, ni tres, ni cuatro años".

Unidas Podemos, cauto

En Unidas Podemos, sin embargo, el anuncio realizado este miércoles por Sánchez ha generado recelos, especialmente porque los morados consideran que el PSOE está haciendo electoralismo con un tema, la vivienda, que ha generado fuertes choques en la coalición durante toda la legislatura. De hecho, los ministros de Unidas Podemos no fueron informados por el presidente de la salida al mercado de vivienda protegida de los 43.000 inmuebles, y fuentes del Ministerio de Derechos Sociales de Ione Belarra -el que ha negociado con el PSOE la ley de vivienda- explican que no tienen detalles sobre las características o la ubicación de esos pisos.

"Todo el mundo ha visto lo que ha ocurrido a lo largo de estos tres años de legislatura" y "todo el mundo es consciente de que, para que se cumplan estos anuncios preelectorales del PSOE, Podemos tiene que seguir gobernando con fuerza", afirmaba Belarra este miércoles en los pasillos del Congreso. Y fuentes de Unidas Podemos muestran sus reservas ante un movimiento de los socialistas que, consideran los morados, tiene que ver más con la cercanía de los comicios autonómicos y municipales del 28 de mayo que con un convencimiento real del ala del Gobierno del PSOE de que el sector público debe hacer una intervención decidida en el mercado de la vivienda.

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Solo por esa razón se explica, argumentan las fuentes de Unidas Podemos consultadas, que el PSOE se haya abierto en los últimos días a anunciar varias medidas que lleva desde el principio de la legislatura vetando, como es la cesión de las viviendas de la Sareb a las administraciones públicas para ponerlas en régimen de alquiler social, algo que la formación que lidera Belarra reclama desde hace años. Los morados celebran este viraje, pero consideran que por ahora se limita a poco más que un par de anuncios con escasos detalles. Y de ahí que la propia Belarra señalara este miércoles que "lo fundamental es que después del 28 de mayo siga siendo una prioridad garantizar el derecho a la vivienda".

Más allá del supuesto carácter "preelectoral" de las medidas anunciadas por Sánchez, sin embargo, subyace una batalla entre PSOE y Unidas Podemos por hacerse con la bandera de uno de los asuntos que se perfilan claves en la campaña del 28M: las dificultades de una parte de la población, especialmente la más joven, a la hora de acceder a una vivienda. El Gobierno, de hecho, tiene previsto apurar los plazos parlamentarios para aprobar la ley de vivienda antes de las elecciones, algo que permitirá a PSOE, Unidas Podemos y otras formaciones de izquierdas presionar al PP para regular el precio del alquiler en las comunidades donde gobierna, ya que esta decisión dependerá de las autonomías.