Reportaje

La paradoja de la energía verde que degrada la España rural: "¿Y esa cosa tan fea que han puesto ahí?"

fotografo: Jorge Paris Hernandez [[[PREVISIONES 20M]]] tema: Proliferación granjas solares. Macrogranjas solares. Guadalajara
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PREVISIONES 20M
fotografo: Jorge Paris Hernandez [[[PREVISIONES 20M]]] tema: Proliferación granjas solares. Macrogranjas solares. Guadalajara
Los vecinos de la Alcarria de Guadalajara denuncian que las plantas fotovoltaicas están amenazando a la actividad agrícola y turística de la zona.
Jorge París

La carretera serpentea entre la escarpada orografía de La Alcarria de Guadalajara, apodada como la Laponia española por su baja densidad de población. Las dos inmensas chimeneas de la central nuclear de Trillo se asoman de tanto en tanto tras las colinas.

La vía está generalmente desierta, salvo por el ir y venir de camiones que salen de las obras de las extensas plantas fotovoltaicas que están siendo desplegadas por la zona -Peralveche, Budia, San Andrés del Rey, Almadrones...-. Cientos más de hectáreas están en proceso de aprobación para otras de estás instalaciones -Budia, Gárgoles de Arriba y Henche-, auténticas granjas solares que se instalarán en los próximos meses.

"Son proyectos a muy gran escala, son proyectos macro renovables", se lamenta Berta Caballero, una del medio centenar de vecinos de Masegoso de Tajuña y portavoz de la plataforma ecologista Alianza Energía y Territorio (Aliente) en Guadalajara.

"Nosotros lo que defendemos son proyectos a pequeña y mediana escala y no este modelo que nos están imponiendo, porque nos lo están imponiendo, en el que no hay participación ciudadana ni planificación, el único criterio es el de la rentabilidad económica de las grandes empresas que llegan a acuerdos con los propietarios de las tierras, no hay más criterio", añade Caballero.

"El único criterio es el de la rentabilidad económica de las grandes empresas que llegan a acuerdos con los propietarios de las tierras"

El potencial de España como productora de energía solar ha sido una cuestión largamente considerada como una oportunidad perdida. Tras los incentivos creados para el autoconsumo a través de los fondos europeos desde 2021 -que han permitido duplicar la potencia instalada en tejados en solo un año-, 2023 se presenta como el año de explosión de las grandes instalaciones fotovoltaicas.

La guerra de Ucrania y la consiguiente ruptura de relaciones comerciales con Rusia, el principal exportador de gas natural a la Unión Europea hasta hace un año, ha obligado a acelerar abruptamente la transición energética del bloque, que hasta entonces se desarrollaba arrastrando los pies.

Tras la aprobación de un reglamento europeo en diciembre que buscaba acelerar el despliegue de renovables mediante "procesos de concesión de autorizaciones más simples y cortos", el pasado 5 de enero, el Gobierno levantó la obligación elaborar una evaluación de impacto ambiental a todos los proyectos de energía eólica y fotovoltaica que estuvieran fuera de zonas específicamente protegidas para agilizar el proceso.

El ansiado objetivo de convertir a España en la granja solar europea estaba más cerca y la extensa y escasamente poblada meseta central y el siempre soleado sur de la Península han sido elegidos como los escenarios ideales para desarrollarlo.

"Han vendido a la gente la idea de que aquí no vive nadie", declara, Caballero, sentada en el asiento trasero de un cuatro por cuatro que desciende en las afueras de Masegoso de Tajuña. "Pero aquí vivimos nosotros y somos tan ciudadanos de la Unión Europea como un alemán o un austriaco".

"Renovables sí, pero no así"

La oposición a la implantación de energías renovables suena contradictorio, especialmente cuando quienes la están abanderando son asociaciones ecologistas que vienen reclamando una transición ecológica desde hace años.

El conflicto, sin embargo, está cada vez más presente en los pueblos, las redes sociales y hasta en el cine, con dos películas que tratan sobre la afección de instalación de fotovoltaicas -Alcarràs- y eólicas -As Bestas- coleccionando nominaciones para los premios Goya. Rodrigo Sorogoyen, el director de esta última, ganadora a la postre del premio a mejor película del año, expresó el sentir de cada vez más personas sobre la forma en la que se está realizando la citada transición: "Energía eólica sí, pero no así".

Tomás Guitarte, diputado de la formación Teruel Existe, llevó esta postura al Congreso el pasado 24 de enero, cuando votó en contra de la convalidación del decreto para paliar las consecuencias de la guerra de Ucrania y justificó su decisión por contener "una desregulación de la normativa para ubicación de centrales de renovables que arrasarán el territorio de la España vaciada".

"Hemos entrado en pánico y queremos resolver en tres años los problemas que tenemos de dependencia eléctrica del gas", declara Mario Sánchez-Herrero, profesor de economía en la Universidad Complutense de Madrid y fundador de, una empresa que gestiona la instalación de placas solares para autoconsumo en viviendas. Para Sánchez-Herrero, precisamente el autoconsumo es la alternativa más adecuada a un modelo en que, asegura “están invirtiendo las energéticas, pero también fondos de inversión extranjero y hace que la energía siga en las manos de los más fuertes".

"El autoconsumo es la forma con menor impacto porque no se pierde la energía en el transporte y se podría hacer sin echar a perder lo que llaman la España vaciada, que se busca convertir en el gran generador de electricidad para las ciudades, mientras nos la cargamos convirtiéndola en un paisaje lunar", declara Sánchez-Herrero.

Pedro Fresco, experto en energía y exdirector general de Transición Ecológica de la Generalitat Valenciana, rebaja las expectativas sobre el potencial del autoconsumo, al que considera, en todo caso, "un complemento" al no haber "capacidad para instalar" tanto como para hacer innecesarias las grandes plantas. "No hay una sola persona que a nivel técnico conozca este mundo que diga que el autoconsumo es suficiente, en ningún país del mundo se instala solo en tejados", asegura Fresco.

"No hay una sola persona que a nivel técnico conozca este mundo que diga que el autoconsumo es suficiente, en ningún país del mundo se instala solo en tejados"

La asociación Aliente a nivel nacional solicitó el desarrollo de un informe al Observatorio de Sostenibilidad un informe en el que se detectaron más de 300.000 hectáreas de terrenos ya degradados en los que podrían instalarse instalaciones fotovoltaicas con mínimo impacto medio ambiental -las plantas suponen un grave perjuicio para las aves esteparias- y social como antiguas minas, vertederos, escombreras, en espacios lineales al borde de las autovías, líneas de ferrocarril o canales.

 

El cuatro por cuatro asciende por un camino empinado de tierra hasta la parte alta de Masegoso de Tajuña. El terreno baldío está salpicado por plásticos, restos de maquinaria agrícola y vidrios rotos. "Habiendo suficiente terreno ya degradado, no entendemos por qué la Administración no deriva todos esos proyectos hacia estas zonas", declara Caballero, portavoz de Aliente en Guadalajara. "Esto es un antiguo vertedero clausurado y sería un sitio perfecto para poner una pequeña planta de producción de energía fotovoltaica, sería una forma estupenda de reutilizar este terreno".

Fresco considera que mapear el país en busca de terrenos antropizados sería una propuesta "que tiene sentido, pero no se puede plantear como una alternativa a cortísimo plazo". La transición, considera el experto, no puede ni debe retrasarse un segundo. "Uno de los problemas con los que estamos aquí hoy en esta situación es porque no empezamos hace 30 años. Hoy tenemos que correr, las mejoras hay que hacerlas, pero sin paralizarse".

Ganadores y perdedores

Caspueñas es una pequeña localidad alcarreña ubicada en un valle a poco menos de 40km de Masegoso. En la parte alta del municipio se extienden extensos terrenos de cultivo de secano, pero pronto toda esta zona -en torno a un 10% del total del municipio- podría convertirse en una nueva planta fotovoltaica como las que están surgiendo por muchos otros municipios de la zona.

Las empresas promotoras ya se interesaron por algunas zonas de este municipio hace año y contactaron con varios propietarios de tierras para ofrecerles alquilarles sus terrenos durante 30 años -la vida útil de las placas fotovoltaicas que se están instalando actualmente-, pero las negociaciones no llegaron a buen puerto. Hace unos meses, los captadores volvieron a acercarse al pueblo y, esta vez sí, lograron el visto bueno de varios propietarios.

Uno de ellos es Óscar López, que vive en Azuqueca de Henares, un municipio mucho más grande que Caspueñas a unos 40 minutos en coche en dirección a Madrid, y es propietario de un terreno de algo más de 2 hectáreas en las afueras del pueblo que tenía alquiladas a un agricultor por unos 80 euros la hectárea. La compañía que construirá la planta le ha ofrecido un alquiler de 1.300 euros por hectárea.

"Mis padres llevan 25 años de continuo en el pueblo, yo soy apicultor en el pueblo, mi mujer tiene una casa rural en el pueblo, creo que soy una persona que quiere que el pueblo avance y mi idea es, cuando me jubile, ir al pueblo a vivir", aclara en primer lugar López, que admite que la posibilidad de instalar una planta fotovoltaica está generando "controversia" entre los vecinos.

"Si generan algo de trabajo, mucho o poco, ya genera más que la agricultura porque, ahora mismo, a día de hoy, agricultores profesionales en el pueblo hay cero, no estamos mandando a nadie al paro"

"Yo entiendo que la gente no esté de acuerdo, yo entiendo que el que va el fin de semana allí al pueblo a pasear no le guste porque las placas, para pasear, no son bonitas, pero al final todos tenemos que pagar una pequeña transición ecológica que creo que es buena tanto para el pueblo, porque al final genera IVA, como también a nivel energético", defiende López. "Cuanto más ingresos haya mejor pueblo voy a tener el día de mañana y si generan algo de trabajo, mucho o poco, ya genera más que la agricultura porque, ahora mismo, a día de hoy, agricultores profesionales en el pueblo hay cero, no estamos mandando a nadie al paro".

De vuelta a Masegoso, Luis Olmeda, uno de los pocos agricultores profesionales del pueblo, muestra las tierras por las que se interesaron los promotores de plantas fotovoltaicas hace unos meses. Olmeda explica que la mayoría de los agricultores que trabajan en la zona no son propietarios de las tierras, sino que las arriendan, y, la expansión de las fotovoltaicas, amenaza con dejarlos sin terrenos que cultivar.

 

"Aquí la agricultura y la ganadería es lo único que hay ahora mismo, es la única actividad del pueblo junto con un bar", asegura Olmeda. "Y con esto de los macroparques fotovoltaicos, esa actividad no la tienen en cuenta, ellos van sencillamente a ver sus objetivos, su interés económico y nada más".

"No es que estemos en contra de las placas solares", aclara el agricultor. 2Pero así, de esta forma, sin ningún tipo de control ni de desarrollo y sin que nadie pueda opinar…".

Ahondar en la despoblación

Gualda tiene ahora 28 habitantes censados, pero en 1273 recibió la visita de todo un rey de Castilla, Alfonso X el Sabio, que creó allí el Real y Honrado Concejo de la Mesta, que dotaba a los pastores castellanos de prerrogativas y privilegios como el nada desdeñable de quedar eximidos del servicio militar. Sus vestigios históricos se remontan a tiempos muy anteriores, con hasta dos necrópolis visigodas y todo ello alojado en un entorno natural privilegiado entre las montañas de la Alcarria alta.

"Si pretendíamos que el turismo rural y sostenible fuera uno de los motores de desarrollo económico, esta no es la mejor vía"

Así describe, orgullosa, la zona en la que trabaja como guía turística Natalia Díaz, que vive en el vecino pueblo de Henche. Aquí no han llegado las placas solares, quizás porque el terreno irregular no es el propicio, pero el paraje se ha visto, de la noche a la mañana, atravesado por numerosas líneas de alta tensión.

"La instalación de estos proyectos a gran escala, con las líneas de evacuación eléctricas, con toda la infraestructura que lleva acarreada, el paisaje se nos está modificando brutalmente y se modifica de semana en semana, ya lo tenemos encima", declara Díaz. "A veces sentimos que esto parece una zona industrial de Madrid. Es como que llega alguien al patio de tu casa o al jardín y empiezan a tirar ahí la basura".

 

El turismo se está posicionando como una de las pocas actividades económicas con perspectivas de futuro y capacidad de fijar algo de población en zonas en crónica crisis demográfica como la Alcarria.

"Esta ha sido siempre una provincia por la que se pasaba de largo y en los últimos años habíamos empezado a hacer mucho hincapié en la recuperación, y la promoción del turismo rural", explica Díaz. "Este es un pueblo muy chiquitito y muy bonito donde hemos hecho muchas visitas guiadas, pero están modificando todo, la gente viene por la carretera y lo primero que hace es preguntar: '¿Y estos cables y esta cosa tan fea que han puesto ahí?'".

- ¿Este tipo de proyectos pueden acabar ahondando en la despoblación de la zona?

- "Son muchos factores los que están impulsando la despoblación, pero, desde luego, si pretendíamos que el turismo rural y sostenible fuera uno de los motores de desarrollo económico, esta no es la mejor vía".

Fuera ya de la Alcarria, en El Casar, al noroeste de Guadalajara capital, las granjas solares son ya una realidad desde hace meses. Dos grandes plantas se extienden a sendos lados de la carretera por la que se accede al pueblo, que, con 13.000 habitantes, es el cuarto más poblado de la provincia.

"El empleo que genera es durante el periodo de tiempo en el que se están instalando, las comidas que puedan tener en bares o restaurantes donde puedan comer los trabajadores, si es que pueden permitírselo, y algún empleo local dentro de la instalación de fotovoltaicas, pero eso es un periodo de entre tres y seis meses y, después, desaparece", declara Daniel Touset, concejal de Unidas Podemos en la oposición del Ayuntamiento de El Casar.

 

Los Ayuntamientos se están sintiendo en muchos casos puenteados, con los proyectos ya cerrados entre promotoras y propietarios de tierras sin mucho más que poder hacer que pedir moratorias o presentar alegaciones para tratar de frenar las obras. Sin embargo, la suculenta promesa de unos ingresos extraordinarios en conceptos de impuestos al recalificar suelos rústicos en industriales está haciendo que, por lo general, no esté habiendo demasiadas tentativas municipales de interrumpir estos proyectos.

"Pocas personas van a mantener unos altos ingresos mientras la mayoría de las personas del municipio no van a ver mejoradas ni modificadas sus condiciones de vida"

"Los Ayuntamientos se encuentran con el pastel cortado y vendido con acuerdos entre particulares para la cesión de tierras y tiene pocas herramientas para decidir si lo que se va a hacer en su término municipal conviene o no a la generalidad de las personas que viven en el edificio", se lamenta Touset, que considera que "pocas personas van a mantener unos altos ingresos mientras la mayoría de las personas del municipio no van a ver mejoradas ni modificadas sus condiciones de vida".

"En cierta manera", -concluye el concejal- "esta es la losa que tapa directamente la vida en estas zonas". 

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