El 33% de menores en España está en riesgo de pobreza o exclusión social: es el segundo país de la Unión Europea con la tasa más alta

Personas en riesgo de exclusión acuden a recoger alimentos, en la plaza de San Amaro, a 7 de enero de 2022, en Madrid (España).
Personas en riesgo de exclusión acuden a recoger alimentos, en la plaza de San Amaro, a 7 de enero de 2022, en Madrid (España).
Alberto Ortega / Europa Press
Personas en riesgo de exclusión acuden a recoger alimentos, en la plaza de San Amaro, a 7 de enero de 2022, en Madrid (España).

España es el segundo país de la Unión Europea (UE) con una mayor tasa de niños y adolescentes en riesgo de pobreza o exclusión social, solo superada por Rumanía. El 33% de los menores estaba en esta situación en 2021, lo que además supone una subida de 2,7 puntos más que en 2019 y refleja las secuelas del azote que supuso la crisis de coronavirus para muchas familias españolas. Además, el porcentaje se dispara en aquellos hogares monoparentales: más de la mitad (el 54,6%) se encuentra en riesgo de pobreza o exclusión social.

De hecho, la infancia ha sido el grupo de edad donde la pobreza se ha incrementado más respecto a los años anteriores, tal y como alerta este martes la alianza de ONG Plataforma de Infancia en su Análisis de la Encuesta de Condiciones de Vida con Enfoque de Infancia 2022. "Hay más pobreza y ha crecido a un ritmo superior a la media de la UE en los últimos años", ha explicado el autor de la investigación, Joffre López.

El informe extrae datos de la Encuesta de Condiciones de Vida de 2021 publicada por el INE y analiza el grado de pobreza y exclusión social que se obtiene de combinar tres dimensiones: la escasez de recursos económicos, las carencias materiales severas y la baja intensidad de empleo. Los resultados muestran que casi la mitad de los niños y adolescentes en España vive en hogares con dificultades para llegar a fin de mes (el 49,1 %), y uno de cada cuatro en familias con muchas dificultades (25,8 %).

Un cuarto de los menores en situación de pobreza

Así, la investigación concluye que el 28,9% de la población menor de 18 años sufre una situación de pobreza monetaria. O lo que es lo mismo, más de uno de cada cuatro niños y adolescentes en España viven en hogares con ingresos inferiores a 20.023,90 euros anuales. Al observar los contextos más precarios, el porcentaje se reduce, aunque es igualmente importante: el 14,9% de los menores españoles vive en hogares que cuentan de media con apenas 13.349.27 euros al año para cubrir los gastos de toda la familia. Son los hogares con menores dependientes y las familias monoparentales los más vulnerables, seguidos de las familias numerosas.

Por otro lado, ateniendo a los datos del empleo, el 9,1% de los menores de 18 años vive en hogares en los que ningún miembro de la familia tiene empleo o sufre una baja intensidad laboral (trabajaron un 20% menos del total de su potencial de trabajo durante ese año). Sin embargo, el porcentaje de número de hogares con baja intensidad de empleo se ha reducido casi un punto porcentual, siendo la tasa más baja registrada en los últimos 10 años. Una caída que, según Plataforma de Infancia, es consecuencia directa de la aplicación de ERTES por parte del Gobierno para hacer frente a los efectos de la crisis sanitaria.

El documento pone de manifiesto también la "poca capacidad" de las familias para hacer frente a gastos básicos como la alimentación, el ocio o la calefacción, entre otros. Concretamente, el 19,8% de los niños y adolescentes sufría algún tipo de carencia material, lo que se traduce en que no se podían permitir al menos dos de los conceptos básicos del indicador AROPE. Asimismo, un 8,9% de los menores padecían privación material severa, es decir, que el hogar en el que vivían no disponía de al menos cuatro de los nueve conceptos.

Indicador Arope

  • Los nueve elementos que definen la carencia material severa según el indicador AROPE de la estrategia Europa 2020 son no poder permitirse: ir de vacaciones al menos una semana al año; una comida de carne, pollo o pescado al menos cada dos días; mantener la vivienda con una temperatura adecuada; afrontar gastos; disponer de un automóvil; disponer de teléfono; disponer de un televisor; disponer de una lavadora.

Los indicadores más repetidos en los hogares con carencias materiales fueron poder irse de vacaciones al menos una semana al año (un 32,6% de los menores no pudo) y no tener capacidad para afrontar gastos imprevistos (el 36,9%). En lo que respecta a la pobreza energética, más de un millón de niños (el 13,7%) vive en hogares que no pueden mantener la vivienda con una temperatura adecuada y el 8% no se puede permitir un ordenador personal. 

Dificultades para llegar a fin de mes

Ya en general, cerca de la mitad de los menores de 18 años (el 49,1%) reside en un hogar con dificultades para llegar a fin de mes. Una realidad que cobra sentido teniendo en cuenta el crecimiento que se ha producido desde la pandemia en el segundo quintil de ingresos más bajos: casi la mitad de niños y adolescentes (el 48,1%) está en este segmento de la población. "Los niños, niñas y adolescentes que crecen en la pobreza tienen menos probabilidades de tener un buen desempeño escolar, gozar de buena salud y realizar todo su potencial en fases posteriores de la vida", advierte el informe. 

La pobreza infantil es una lacra que viene profundizándose desde 2019 y que terminó de desencadenarse con la pandemia en 2020. Si entre 2015 y 2018 se consiguió bajar la tasa, la tendencia empezó a invertirse en 2019 y se experimentó un incremento en el porcentaje de niños en situación de riesgo de pobreza y exclusión social. "Las políticas desarrolladas durante la crisis para paliar sus graves consecuencias no han logrado contener suficientemente los efectos de la pobreza", subraya la Plataforma de Infancia.

Esta coyuntura aleja a España del objetivo marcado en la Agenda 2030 de reducir la proporción de niños en situación de pobreza hasta, al menos, el 17,2%. Y es que en 2021, el 33% de los niños y adolescentes estaban en riesgo de pobreza y exclusión social, lo que supone una subida de 2,7 puntos respecto a 2019 y de 2,3 puntos respecto a la media de la población.

La encuesta del INE de este año ofrece como novedad información sobre la salud de los menores y los cuidados en la infancia, y revela que más de la mitad de los menores de 16 años con salud mala o regular están en riesgo de pobreza y el 5,3% vive en hogares en el primer quintil de renta más baja.  "Existe una relación entre un estado de salud más precario en la infancia y el riesgo de pobreza", indica la investigación. 

Existe igualmente una relación con el lugar de residencia, que acarrea consecuencias directas en el riesgo de estar en situación de pobreza. En 2021, un año después de la pandemia, se observa que Ceuta, Extremadura, Andalucía, Canarias, Melilla, Murcia, Castilla-La Mancha y Comunidad Valenciana son las comunidades autónomas más afectadas por el riesgo de pobreza. Todas ellas muestran tasas superiores a la media de España (27,6%), y se disparan sobre todo en el sur del país. 

Ayuda universal a la crianza

Ante esta situación, la Plataforma de Infancia propone una ayuda universal a la crianza y reforzar el apoyo a los cuidados para prevenir posibles situaciones de riesgo. Así, el director de la alianza de entidades sin ánimo de lucro, Ricardo Ibarra, ha exigido "más ambición" en la ley de familias, actualmente en tramitación parlamentaria, para posibilitar que la ayuda a la crianza contemplada en la norma hasta los tres años "sea universal" y "se extienda al menos hasta los seis años". 

Estima además que, de extenderse la prestación de 100 euros al mes hasta que el hijo o hija tenga 18 años, impulsaría una reducción de la pobreza monetaria de hasta 8 puntos, con especial incidencia en la pobreza severa. Así, la Plataforma de Infancia urge a incrementar la inversión del PIB en protección de la infancia y de las familias: del 1,3% actual al 2,4% de la media de la Unión Europea. 

Instan, por otro lado, a mejorar el acceso a ayudas importantes, como pueden ser el Ingreso Mínimo Vital (IMV) o la cobertura de servicios como el comedor escolar, las plazas del primer ciclo de Infantil (de 0 a 3 años) o la cobertura de la salud visual o bucodental. "Las medidas protectoras del Estado han suavizado el golpe de la crisis por la pandemia, pero seguimos teniendo un problema estructural", ha concluido Ibarra.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento