El 16 de enero de 2019, el Parlamento de Andalucía votó la investidura de Juan Manuel Moreno Bonilla como presidente de la Junta. Una sesión histórica que ponía fin a 36 años de hegemonía socialista en la comunidad y daba paso al autodenominado "Gobierno del cambio" de PP-Cs con el apoyo de Vox. Tres años después, el Ejecutivo de Moreno encara el último año de legislatura con aparente confianza y proclamas de "estabilidad" a pesar del ruido político que, en los últimos meses, ha precipitado hasta tres pactos de gobiernos similares en Murcia, Madrid y Castilla y León.

Una vez descartado un adelanto electoral inminente como el producido en esta última región, que irá a las urnas el 13 de febrero, queda por delante un calendario lleno de incógnitas y que promete ser apasionante en lo político. Lo único que es seguro es que habrá comicios en Andalucía en 2022, pero la fecha sigue en el aire. A más tardar, deberían colocarse las urnas a final de año, tras la disolución del Parlamento en septiembre. Eso nos situaría ya en noviembre. Sin embargo, hay indicios suficientes para pensar en elecciones antes de verano.

El Gobierno regional viene insistiendo en su idea de agotar la legislatura, pero se ha abierto a matizar que lo importante es agotar el calendario de sesiones parlamentario, que se cerraría en el mes de julio. "La legislatura, técnicamente, se acaba en verano", aseguró Moreno en noviembre. Justo después lanzó la posibilidad de que haya comicios en junio. "Es un mes que está muy bien", dijo, para añadir luego que "entre junio y octubre serán las elecciones autonómicas".

A final de año, el consejero de Hacienda, Juan Bravo, expresó su preferencia por junio "como muy tarde", debido a que si se sobrepasa el verano no habrá margen para firmar presupuestos en 2023 y habrá que volver a prorrogar los de 2021 que ya se han tenido que trasladar a 2022 por la falta de apoyo de los grupos. Es un argumento más que apunta a unas elecciones al borde de las vacaciones de verano.

El "cambio" andaluz propugnado por Moreno tiene el reto de no quedar en flor de un día. Pero parece que, si se reafirma en las urnas, no será con la misma composición que en 2019. El escenario nacional ha cambiado mucho y atañe directamente a Andalucía. En especial, el desplome de Ciudadanos en Cataluña y Madrid pone en dificultades mantener su espacio en Andalucía, que le ha permitido cogobernar con el PP. La "buena sintonía" entre el líder y vicepresidente Juan Marín y el presidente Moreno ha evitado que la región se vea afectada por las sonadas rupturas de los socios en otros lugares. Queda por ver si se concretan los indicios que apuntan a acudir con listas conjuntas a las urnas, algo que hasta hace pocos meses descartaba totalmente la líder nacional de Cs, Inés Arrimadas.

La oposición

El último Barómetro Andaluz augura una fuerte caída de Cs, que pasaría de 21 a 4 o 5 escaños. El PP absorbería esos votos, pasando de 26 a 44 o 45. Pero no alcanzaría mayoría absoluta. De darse este escenario, Vox, que se mantendría en 12 diputados, sería la llave de gobierno. Respecto a esta formación, está en el aire la candidatura de Macarena Olona, cada vez más presente en Andalucía, y el posicionamiento del partido en estos meses, después de que en 2021 se haya desmarcado del PP en votaciones tan importantes como las de los Presupuestos.

Solo el PSOE estaría en posición de disputarle la Junta a Moreno. El Barómetro arroja resultados similares a 2018, con 33 escaños, aunque respecto al anterior sondeo ha recortado ligeramente distancias. Este año, el candidato Juan Espadas estará a pleno rendimiento en el ámbito regional después de ceder el bastón de mando en la Alcaldía de Sevilla. Los socialistas confían en que su gestión municipal sirva de lanzadera para recuperar el Palacio de San Telmo.

Eso dependerá en parte de la capacidad del PSOE para recuperar la distancia perdida y la posibilidad de sumar con eventuales socios de izquierdas. El escenario en este lado del espectro es variado y disperso. A Unidas Podemos y Adelante Andalucía, donde parece que repetirá como candidata Teresa Rodríguez, se suma una nueva colación bajo el nombre Andaluces Levantaos, integrada por Más País, Andalucía por Sí e Iniciativa Popular Andaluza. Entre todos suman un máximo de 16 diputados en los sondeos.

El final de 2021 ha despejado dudas sobre varios candidatos. Así, en diciembre se confirmó a Juan Marín al frente de Cs tras unas primarias "exprés" en las que concurrieron hasta nueve aspirantes. Al igual que Juanma Moreno repetirá en las elecciones tras ser refrendado con un alto porcentaje de votos en el último Congreso Regional del PP. Mientras, el pasado verano se despejó la duda de Juan Espadas como candidato socialista tras imponerse a Susana Díaz. Precisamente este pasado sábado, el socialista presentó en Granada, junto a Pedro Sánchez, su candidatura oficial a la Presidencia de la Junta. Por su parte, Esperanza Gómez, líder de Más País, se perfila como cara nueva de Andaluces Levantaos y Martina Velarde encabezaría Unidas Podemos.

Si se cumplen los últimos augurios, los andaluces volverían a las urnas en apenas seis meses para refrendar un "cambio" que, según el PP, no ha hecho más que empezar y necesita más tiempo; o, por el contrario, abrir otra nueva etapa política en la comunidad.

Europa Press

Una batería de leyes y medidas para apuntalar la legislatura

El Gobierno regional no quiere que el último año de legislatura pase como mero trámite en espera de las elecciones. Por ello, aunque muchas de las iniciativas clave se impulsaron en 2021 -como la Ley del Suelo, el tercer Decreto de simplificación administrativa o la Agencia Trade-, este 2022 está prevista la aprobación de distintas leyes, a las que el Parlamento tendrá que dar su refrendo.

Bajada de impuestos

El año arrancó con una bajada de impuestos que la Junta espera que ahorre 329 millones de euros en el bolsillo de los contribuyentes. Se han revisado a la baja las tributaciones en IRPF, Patrimonio, Sucesiones y Transmisiones. Bajar impuestos y aligerar la burocracia son dos caballos de batalla del presidente Moreno.

Economía circular

Aprobada a final de año por el Consejo de Gobierno, el Parlamento tendrá que votar la Ley de Economía Circular de Andalucía (LECA), que pretende situar a la región a la vanguardia de la sostenibilidad y fomentar el aprovechamiento responsable de los recursos naturales optimizando el ciclo de vida de los productos y el uso racional de las materias.

Función pública

La Ley de Función Pública será pionera en este tipo de regulación por parte de una comunidad. Servirá para regular las potestades públicas, dotando de seguridad jurídica y garantía a la actuación de los empleados públicos. El Gobierno asegura que ya cuenta con la adhesión unánime de los sindicatos antes de comenzar los trámites parlamentarios.

Atención temprana

Especialmente pensada para la población infantil menor de 6 años, la Ley de Atención Temprana aspira a definir un sistema de garantías de derechos del colectivo en cuanto a una atención temprana para evitar trastornos del desarrollo. Se velará por la igualdad de oportunidades, la no discriminación y la accesibilidad universal. Asimismo, se impulsará la investigación y la formación de los profesionales en este ámbito.

Participación institucional

La Ley de Participación Institucional de las Organizaciones Sindicales y Empresariales permitirá integrar a estos sectores representativos en unas "reglas del juego objetivas, transparentes y eficaces" dentro de la gestión pública para lograr una mayor cohesión y llevar a Andalucía a convertirse en un "referente" en materia de diálogo social. Lo lidera la Consejería de Transformación Económica.

Universidades privadas

La Junta pretende impulsar la creación y reconocimiento de dos nuevas universidades privadas en Andalucía. Actualmente, sólo la Universidad Loyola, cuyo campus se ubica en Sevilla, cuenta con este reconocimiento dentro de los centros privados. Se le sumarían la Universidad Tecnológica Atlántico-Mediterráneo y la Fernando III El Santo (ligada a la Universidad CEU San Pablo).