El Gobierno PP-Cs en Andalucía se conjura contra el "efecto dominó" tras el adelanto electoral en Castilla y León

El presidente de la Junta, Juanma Moreno (d), y el vicepresidente, Juan Marín.
El presidente de la Junta, Juanma Moreno (d), y el vicepresidente, Juan Marín.
EP
El presidente de la Junta, Juanma Moreno (d), y el vicepresidente, Juan Marín.

La convocatoria de elecciones anticipadas en Castilla y León, precipitada por el presidente Alfonso Fernández Mañueco, pone en el punto de mira al Gobierno andaluz constituido por PP y Cs. Mañueco llama a las urnas ante el "riesgo" de una moción de censura similar a la de Ciudadanos en alianza con el PSOE en Murcia en el mes de marzo, que supuso además la ruptura del pacto de Gobierno en Madrid y los comicios anticipados de los que salió reforzada la popular Isabel Díaz Ayuso

Con el pacto de Castilla y León ya roto, solo en Andalucía pervive una colación entre populares y naranjas. La cuestión a esta hora es si el "efecto dominó" alcanzará a la Junta de Andalucía y el presidente Juanma Moreno Bonilla se sumará a la convocatoria de elecciones. Algo que, a juzgar por las primeras declaraciones del Gobierno andaluz a Europa Press, no entra en sus planes, que pasan por "intentar alargar al máximo la legislatura", ya que la ruptura en Castilla y León "se produce en condiciones y circunstancias que distan mucho de Andalucía" donde las relaciones entre los socios de Gobierno "son buenas y de confianza mutua".

Desde hace ya meses, el Gobierno andaluz viene reiterando su intención de agotar la legislatura, lo que supondría disolver el Parlamento en septiembre del año que viene y convocar elecciones para noviembre. Una fecha que, no obstante, el propio Moreno considera que puede adelantarse ligeramente "entre junio y octubre". Sin embargo, en este escenario no entraba una crisis de las dimensiones de la de Castilla y León, después de que el pacto PP-Cs en Andalucía sobreviviera a las tensiones provocadas por la moción de censura en Murcia y la ruptura del consenso en Madrid.

Tanto Juanma Moreno como Juan Marín, vicepresidente de la Junta y líder de Cs, han manifestado en varias ocasiones la "sintonía" existente entre ambos e incluso Marín ha manifestado que el PP andaluz podría estar interesado en concurrir en listas conjuntas a las próximas elecciones. La relación entre ambos no sería equiparable a la de Ayuso y Aguado en Madrid o Mañueco e Igeia en Castilla y León. Al menos, de puertas para afuera.

La negociación del Presupuesto andaluz tensó, sin embargo, la relación de los socios de Gobierno, al tiempo que alejaba al otro exponente del "pacto del cambio", Vox, que desde entonces viene reclamando elecciones anticipadas, algo que reitera a la luz de los nuevos acontecimiento en Castilla. La filtración de unos audios de Juan Marín en los que se manifestaba contrario a sacar nuevos presupuestos en año electoral, enfrentaron al vicepresidente con la Ejecutiva nacional del PP, a la que llegó a culpar de estar detrás de la filtración para dinamitar el pacto andaluz y precipitar las elecciones.

El fantasma de la descomposición de Ciudadanos y su integración en el PP alcanzó otro momento álgido en marzo con el paso del senador por Andalucía Fran Hervías de Ciudadanos al PP. Cercano a sus posiciones cuando militaba en Cs se encontraba Fran Carrillo, que la semana pasada disputó a Marín las primarias de la formación. Marín volvió a lograr la confianza de los militantes y repetirá como candidato de Cs a la Junta. Está por ver cuándo serán las elecciones y si PP y Cs concurrirán en listas conjuntas o si la nueva crisis abierta en Castilla y León cambia el escenario. 

En este contexto, se han publicado las últimos sondeos del Barómetro Andaluz elaborado por el Centro de Estudios Andaluces (Centra), dependiente de la Consejería de la Presidencia. Según este, el PP-A ganaría las elecciones con el 35,1% de los votos y una ventaja de 10 puntos sobre el PSOE-A, que obtendría el 25,1% de los sufragios, y podría sumar la mayoría absoluta en el Parlamento autonómico con Vox pero no con Ciudadanos (Cs), que perdería cuatro quintos de sus 21 diputados actuales y caería hasta situarse como quinta fuerza.

En concreto, Vox obtendría el 10,9% de los votos, 5,4 puntos más que Cs, que se quedaría con el 5,5% de los sufragios, según el mismo barómetro, realizado entre el 24 de noviembre y el 13 de diciembre a una muestra de 3.600 personas residentes en Andalucía mayores de edad. 

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