PSOE y Unidas Podemos hacen bandera de la vivienda ante el 4-M mientras la ley suma su segundo mes de retraso

  • Ambos partidos prometieron presentar el texto en el Congreso en febrero, como tarde
  • Las discrepancias sobre la regulación del alquiler y el aumento del parque de vivienda pública mantienen la negociación estancada
  • Esta semana solo habrá reuniones de carácter técnico, aunque las conversaciones se retomarán la semana que viene
El candidato del PSOE a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Ángel Gabilondo.
El candidato del PSOE a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Ángel Gabilondo.
PSOE-M
El candidato del PSOE a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, Ángel Gabilondo.

PSOE y Unidas Podemos acordaron a finales del año pasado que la ley de vivienda comenzara a tramitarse en el Congreso en febrero, como tarde. Pero, a principios de abril, la negociación entre ambos socios de Gobierno se mantiene estancada y el pacto sigue lejos por la negativa de los socialistas a regular el precio del alquiler. Se trata del segundo mes consecutivo de retraso, y tanto socialistas como morados han llevado sus diferencias a las primeras semanas de precampaña para las elecciones del 4-M en la Comunidad de Madrid.

En una región como la madrileña, donde el precio del arrendamiento se ha desbocado en los últimos años (un 41% en el último lustro, según Fotocasa), la vivienda se perfila como una de las principales banderas que se disputarán las formaciones progresistas durante la precampaña y la campaña. De hecho, la semana pasada el candidato del PSOE, Ángel Gabilondo, realizó un acto sobre el asunto junto al ministro de Transportes, José Luis Ábalos. Y este pasado domingo, fue su homólogo morado, Pablo Iglesias, quien se rodeó de los principales dirigentes de Unidas Podemos para defender su propuesta de vivienda.

Esta ajetreada actividad pública contrasta con la parálisis que sufre la negociación de la ley de vivienda desde hace semanas. La última reunión entre PSOE y Unidas Podemos tuvo lugar el lunes de la semana pasada, y en ella volvió a evidenciarse la enorme distancia que aún separa a ambas formaciones. Para esta semana únicamente está convocada un encuentro de carácter técnico en el que no estarán presentes ni la nueva ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, ni Ábalos. 

Esa reunión debe servir, según confirman fuentes del Gobierno, para terminar de cerrar los flecos que quedan en los pocos asuntos en los que sí hay acuerdo, como la puesta en marcha de un mecanismo para realojar a las familias con problemas económicos que sean desahuciadas o la implantación de un recargo de hasta el 50% en el IBI de las viviendas que se mantengan vacías más de dos años. Pero en los dos puntos claves de la ley de vivienda, la regulación del alquiler y las medidas para aumentar el parque público de vivienda, sigue habiendo un abismo entre PSOE y Unidas Podemos. Y las semanas previas a las elecciones parecen el momento menos propicio para alcanzar un acuerdo.

Las reuniones se reanudan la próxima semana

Pese a estas malas perspectivas, y a diferencia de lo ocurrido durante la campaña de las elecciones catalanas en febrero, fuentes del Ministerio de Transportes descartan que vayan a congelar las conversaciones hasta pasados los comicios madrileños. De hecho, además de la reunión técnica de esta semana, la nueva ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, sí mantendrá un encuentro político la semana que viene con el secretario general de Vivienda de Ábalos, David Lucas, el dirigente que negocia habitualmente por parte del PSOE con la nueva ministra. 

Pero en la parte morada del Gobierno cunde la sensación de que, a su pesar, las cosas van a moverse poco en las próximas semanas aunque la negociación se reanude. Y los socialistas, pese al retraso acumulado en las conversaciones de la ley de vivienda, se resisten a ofrecer una estimación sobre cuándo podría estar listo el texto para iniciar su tramitación parlamentaria, aunque fuentes de Transportes insisten en que ambas partes siguen teniendo la "voluntad" de llegar a un acuerdo lo antes posible.

Sin embargo, la precampaña solo ha servido para que tanto los socialistas como Unidas Podemos insistan en las propuestas con las que hasta ahora no han logrado ponerse de acuerdo. El PSOE defiende dar incentivos fiscales a los propietarios que rebajen el precio de los alquileres, con rebajas impositivas de hasta el 90% si se rebaja al menos un 10% el precio del arrendamiento de un inmueble en una zona previamente declarada como "tensionada". Pero los morados no ceden y exigen a Ábalos cumplir el acuerdo y dar a los ayuntamientos herramientas para limitar precios.

La batalla se traslada a Madrid

En esta pugna por hacerse con la bandera de la vivienda, el candidato Gabilondo propuso la semana pasada construir 15.000 viviendas en régimen de alquiler social, frente a la propuesta de Unidas Podemos de ampliar el parque obligando a los grandes propietarios a poner el 30% de sus inmuebles a precio regulado. Ábalos, por su parte, criticó veladamente a su socio morado asegurando que, con su propuesta de alquileres, "no hay ningún regalo fiscal a los grandes tenedores, como intencionadamente se ha denunciado".

En respuesta, Iglesias hizo tándem el pasado domingo con Belarra y con la alcaldesa de Barcelona y antigua líder de la PAH, Ada Colau, para dejar claro que no piensa ceder en materia de vivienda. La nueva ministra de Derechos Sociales, de hecho, fue muy dura con la idea del PSOE de dar incentivos fiscales, una propuesta que -dijo- va "en contra del espíritu del acuerdo" de coalición, mientras Colau aseguró que la ley de vivienda "es una línea roja" que Unidas Podemos no va a cruzar.

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