Los gobiernos de coalición de PP y Cs en Andalucía y Castilla y León aguantan la ola iniciada por Murcia

El Gobierno andaluz goza de muy buena salud. Así lo ha asegurado el presidente Juanma Moreno Bonilla, quien ha descartado cualquier posibilidad de que la coalición PP-Ciudadanos se rompa como ha ocurrido en Murcia y la Comunidad de Madrid. “Somos un Gobierno sólido, tenemos una hoja marcada de ruta y es sacar a Andalucía de la crisis”, ha asegurado. El jefe del Ejecutivo ha comparecido en rueda de prensa junto al vicepresidente Juan Marín, de la formación naranja, quien ha respaldado las palabras de su socio de Gobierno. “No es momento de hacer ningún tipo de giros o poner en cuestión absolutamente nada. Los ciudadanos andaluces quieren que solucionemos problemas, no que se convoquen elecciones”, ha asegurado.
Juanma Moreno y Juan Marín.
El Gobierno andaluz goza de muy buena salud. Así lo ha asegurado el presidente Juanma Moreno Bonilla, quien ha descartado cualquier posibilidad de que la coalición PP-Ciudadanos se rompa como ha ocurrido en Murcia y la Comunidad de Madrid. “Somos un Gobierno sólido, tenemos una hoja marcada de ruta y es sacar a Andalucía de la crisis”, ha asegurado. El jefe del Ejecutivo ha comparecido en rueda de prensa junto al vicepresidente Juan Marín, de la formación naranja, quien ha respaldado las palabras de su socio de Gobierno. “No es momento de hacer ningún tipo de giros o poner en cuestión absolutamente nada. Los ciudadanos andaluces quieren que solucionemos problemas, no que se convoquen elecciones”, ha asegurado.

La jornada de este miércoles ha sido de muchas turbulencias autonómicas en los gobiernos que hasta ahora formaban el Partido Popular y Ciudadanos. Todo empezó a primera hora de la mañana cuando PSOE y Cs presentaron una moción de censura para sacar al PP del Gobierno de Murcia, en el que también se integra la formación naranja, y que dejaría a los populares fuera del ejecutivo autonómico tras 26 años en el poder. Después se unió la Comunidad de Madrid, donde Isabel Díaz Ayuso dio la Asamblea por disuelta y convocó elecciones anticipadas, con el objetivo de evitar una moción de censura como la murciana. Mientras tanto, hay dos ejecutivos que mantienen el tipo: el de Andalucía y el de Castilla y León.

La situación en Andalucía dista mucho de las de Murcia o Madrid por varios motivos. En primer lugar, la comunidad andaluza tiene ya aprobado el Presupuesto de este ejercicio, que vio la luz a finales del año pasado, convirtiéndose de hecho la región en la primera de España en aprobar las primeras cuentas de la recuperación frente a la crisis de la Covid-19. Unas cuentas que, al igual que las anteriores, pudieron salir adelante gracias a los votos de Vox, socio necesario para que al PP y Cs le cuadren los números en Andalucía. Tanto el presidente Juanma Moreno como el vicepresidente Juan Marín apuntaron que el Gobierno goza «de buena salud» y el objetivo que tienen es «agotar la legislatura».

La relación además entre los dos socios de Gobierno ha sido fluida desde que llegaron a San Telmo. Hasta el momento, no se han registrado salidas de tono por parte de ninguna de las dos formaciones, que siempre han defendido ser un solo Gobierno e ir todos a una. Además, incluso Marín mantiene mejor relación con sus socios populares que con los críticos de su propio partido.

Prueba también del matrimonio bien avenido que forman el PP-A y Cs es que ambos han puesto ya sobre la mesa la posibilidad de que ambos grupos concurran juntos a las próximas elecciones. El primero en hacerlo fue Marín, quien sin embargo recibió casi de manera inmediata el portazo de la presidenta del partido, Inés Arrimadas, quien descartó por completo esa posibilidad. Pero hace tan solo unos días, fue el propio presidente de la Junta quien, en una entrevista en La Vanguardia, aseguró que «el PP y Cs deben sopesar una alianza electoral, sin opas ni presiones».

Una situación parecida es la que se da en Castilla y León. Su presidente, el popular Alfonso Fernández Mañueco, de hecho, no ha querido entrar en el terremoto. «Mi única preocupación son las personas de Castilla y León, proteger su vida y su salud, favorecer la actividad económica y trabajar por el futuro de nuestra Comunidad», escribió en las redes sociales. Desde Cs, el vicepresidente, Francisco Igea, aseguró que está «tranquilo» con el pacto «porque da estabilidad» a la comunidad. De hecho, los naranjas se negaron a sumarse a otra moción de censura, la presentada por el PSOE, que defendió su líder autonómico, Luis Tudanca pese a no sumar los apoyos.

«No tomamos decisiones por lo que se haga en otros sitios. Nosotros tomamos decisiones por cómo funciona este Gobierno y nosotros todo lo que teníamos que decir lo dijimos ayer», comentó Igea, quien en la sesión plenaria de las Cortes ironizó con la «falta de un plan de desescalada» del PSOE para su moción de censura.

En Murcia las heridas entre PP y Ciudadanos están muy abiertas. La candidata que sustituiría a Fernando López Miras al frente del Gobierno sería Ana Martínez Vidal, actual portavoz del Ejecutivo autonómico y líder regional de Cs. Tras el registro de la moción, Miras cesó a todos los consejeros de Cs y habló de «traición». La propia Martínez Vidal explicó que un cambio «es necesario» en Murcia y que ese cambio va a traer «estabilidad y prosperidad». La formación apoya su paso en que no han podido acceder a la lista de altos cargos vacunados, porque el PP lo ha «obstaculizado». Ciudadanos sigue «comprometido con la transparencia», acabó diciendo la dirigente. Aseguran estar «muy decepcionados» con los populares y apuntan a que solo han recibido «bloqueo» y «muchos engaños» por parte de López Miras. En ese plan, el PSOE se quedaría al mando del Ayuntamiento de Murcia.

Quien mira desde la distancia y con tranquilidad es Alberto Núñez Feijóo. Su mayoría absoluta en Galicia hace que este sea el Gobierno autonómico más estable para el PP, puesto que no hay posibilidad de giros drásticos. El presidente gallego, de hecho, no quiso valorar lo sucedido ayer.

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