La mayor parte de los aliados del Gobierno se unen por segunda vez en una semana para presionar al Ejecutivo y, en concreto, al presidente Pedro Sánchez. Este jueves, ERC, JxCat, PDeCAT, CUP, EH Bildu, Más País, Compromís y BNG presentaron una solicitud conjunta en el Congreso de los Diputados para que Sánchez comparezca ante el pleno para informar del papel que ha tenido el Estado en las últimas informaciones aparecidas en los medios que afectan a varios integrantes de la Familia Real, entre ellos el rey emérito Juan Carlos I.

La iniciativa ha sido presentada por la mayor parte de los grupos nacionalistas, independentistas y progresistas que habitualmente apoyan al Gobierno en sus iniciativas parlamentarias, por lo que el golpe político es mayor para Sánchez. De entre los aliados habituales del Ejecutivo únicamente falta el PNV, que no se ha sumado a la solicitud, en la que sí están partidos como JxCat o la CUP, que no forman parte de la mayoría habitual del Gobierno.

Las infantas Elena y Cristina admiten que se vacunaron de Covid en Abu Dabi: "Se nos ofreció la posibilidad y accedimos"

Las formaciones firmantes exigen a Sánchez que comparezca ante el pleno "para dar cuenta de las actuaciones de Presidencia en la marcha del rey emérito del país siendo investigado por presuntas corruptelas, así como por las últimas informaciones aparecidas en relación a miembros de la Familia Real". Estos partidos se refieren a la noticia de que las infantas Elena y Cristina se vacunaron contra la Covid-19 en Abu Dabi cuando fueron a realizar una visita a su padre, Juan Carlos I.

ERC, EH Bildu, Más País y el resto de los grupos firmantes solicitan asimismo la comparecencia del rey Felipe VI para "dar cuenta" de la actuación de "la Jefatura del Estado" ante la marcha del rey emérito y la vacunación de las infantas. No obstante, si es ya improbable que el PSOE acepte la comparecencia de Sánchez para informar sobre la Casa Real, es prácticamente imposible que se apruebe que el rey acuda al Congreso.

De hecho, la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, rechazó de plano esta posibilidad este mismo jueves por la mañana argumentando que ni siquiera sería constitucional. "El rey no puede ni debe comparecer" en la Cámara Baja porque "sería inconstitucional que lo hiciera", sostuvo Calvo, que aseguró que aseguró que eso es así porque Felipe VI "es una figura neutral políticamente, símbolo de la unidad del Estado", y "no participa de manera partidaria en la política".

El monarca, zanjó la vicepresidenta, "no está en la batalla política, su figura constitucional no cumple esos papeles", por lo que ERC debería apartar sus "fantasías", denunció. "El marco constitucional no se puede saltar nunca, tampoco con semejante petición", sostuvo igualmente Calvo. La dirigente, no obstante, no se pronunció con respecto a la petición para que Sánchez comparezca en el Congreso, y tampoco lo hace por el momento Unidas Podemos.

Segundo aviso en una semana

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Y es que esta solicitud de los grupos habitualmente aliados del Gobierno tiene un peso político más allá de la propia petición, ya que es la segunda vez en siete días que Sánchez ve como sus socios nacionalistas y progresistas se unen para cargar contra él. El pasado jueves, los mismos partidos que han firmado la solicitud de comparecencia -junto, en esta ocasión, a Nueva Canarias y Unidas Podemos- suscribieron un manifiesto exigiendo que el PSOE se avenga a cumplir el pacto que firmó en octubre y regular el precio de los alquileres.

El manifiesto, impulsado por medio centenar de organizaciones como los sindicatos mayoritarios CCOO y UGT o la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) y el Sindicato de Inquilinos, exige que la nueva ley de vivienda incluya "mecanismos legales que obliguen a los responsables financieros de la crisis inmobiliaria y a los grandes tenedores de vivienda a asumir responsabilidad social y evitar nuevas burbujas especulativas". Y es un aviso, uno más, de que los aliados del Gobierno no están contentos con cómo está funcionando su relación con el Ejecutivo.