“Activos y alertas, estos perros son compañeros caninos simpáticos y completos”, así comienza la descripción que el Kennel Club americano dedica a este grupo de razas de perros, que en la organización norteamericana se denomina Grupo Deportivo.
Sea cual sea el nombre que se le asigna, el grupo de perros cobradores y levantadores de caza y de perros de agua, está compuesto por dos tipos básicos: los spaniels y los retrievers. Se trata de un grupo de perros que se desarrollaron, en su mayor parte, durante la época victoriana en el siglo XIX, con el vertiginoso auge por la cinología y con una función muy específica: localizar y/o recuperar las piezas de los cazadores por tierra y por agua.
En este grupo canino todas las razas que lo componen tienen en común ser enérgicas y requerir ejercicio o actividades de forma regular para satisfacer sus instintos de trabajo. El mencionado Kennel Club americano (AKC) contiene 33 razas caninas en la clasificación Grupo Deportivo, donde incluye a los pointers y a los setters. El Kennel Club británico, mientras tanto, denomina esta categoría como Perro de Caza y está compuesto de 38 razas. Kennel Club España, que es una organización canina miembro de la International Kennel Union (IKU), acoge a estas razas en el Grupo 4: Perros de Caza, compuesto por 43 razas, mientras que la Federación Canina Internacional las incluye en el Grupo 8 con tres sección: perros cobradores de caza, perros levantadores de caza y perros de agua, que en total suponen 22 razas caninas.
Los perros cobradores de caza
Las razas denominadas como cobradores de caza son un grupo de perros que se desarrollaron para tres funciones básicas (localización de la pieza, transporte y entrega) en la caza de aves acuáticas, aunque también debían ser hábiles en la captura de aves en tierra.
Esta sección se encuentra representada por 6 razas caninas, y las seis son retrievers: el perro cobrador de Nueva Escocia o Nova Scotia duck tolling retriever, el Chesapeake bay retriever, el cobrador de pelo liso o flat coated retriever, el de pelo rizado o curly coated retriever, el golden retriever y el labrador retriever.
Son perros ávidos por complacer y fáciles de adiestrar. Su habilidad en la caza, que requiere silencio, paciencia, delicadeza y gran iniciativa, es lo que los hace tan competentes en actividades de ayuda humana y terapia con perros.
- Tras el labrador y el golden retriever se encuentra una raza extinta de Canadá: el perro de aguas de San Juan
Los perros levantadores de caza
La segunda sección en la clasificación de la Federación Canina Internacional la forman los perros levantadores de caza, que reúne razas caninas tan populares como el cócker spaniel inglés y el americano, o los springer spaniel, hasta razas menos reconocibles como el Nederlandse Kooikerhondje o spaniel holandés.
La terminología de perros levantadores hace referencia a los perros con instinto para azuzar, perseguir y capturar a las presas, especialmente aves, en sus escondites. Las razas spaniel son perros que, en términos generales, destacan en agilidad y obediencia, pero también son perros nerviosos, con tendencia a la persecución y que requieren una educación cuidadosamente guiada para canalizar su alta demanda de energía.
- Spaniel proviene del francés antiguo y deriva de ‘español’. Los perros spaniel se originaron en España o bien fueron introducidos y desarrollados desde aquí
Sección 3: los perros de agua
En esta categoría canina, destacan los perros de agua, que comprenden un total de 7 razas reconocidas por la FCI. El término 'perro de agua' se refiere a una variedad canina experta en la recuperación de aves acuáticas. Estos perros suelen ser de tamaño mediano, atléticos y robustos, con pelajes impermeables y una habilidad innata para nadar.
Su origen, sin embargo, no estaba ligado a la caza. Razas como el perro de aguas portugués, fueron inicialmente valoradas como compañeros caninos en barcos, que se dedicaban a recuperar los objetos que caían al agua y a llevar mensajes entre las embarcaciones. Con el tiempo, durante la alta Edad Media, la demanda de estos perros aumentó entre los cazadores, que los empleaban para recuperar las flechas, virotes y aves abatidas en entornos acuáticos de difícil acceso.
Conforme pasaron los años, muchas de las razas pertenecientes al grupo de los perros de agua se adaptaron a roles exclusivamente familiares, gracias a su temperamento amigable, enérgico y afectuoso. En esta categoría se encuentra la única representación nacional, por el momento, con el perro de agua español y, si todo evoluciona favorablemente, es probable que en el futuro se sume el perro de agua del Cantábrico, una raza autóctona pendiente de ser reconocida por los organismos caninos internacionales.
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