Hay más de diez razas dentro del grupo de los spaniel, cuyo término hace referencia a un término en francés, ‘espaigneul’, que significa, nada menos, que español, y que hace referencia a algún tipo de perro original de la Península Ibérica, ya desaparecidos. Este grupo de perros comparte una característica común: ser perros de caza especializados en aves, tanto en tierra como en agua.
No se conoce con exactitud cuándo se crearon las diversas razas spaniels, pero se consideran un grupo canino muy antiguo, fuertemente entremezcladas entre sí. En el caso del springer spaniel galés, se valora como primera mención por escrito un párrafo presente en una de las obras de John Caius en 1570.
Durante el siglo XIX, antes de la eclosión de la cinología que estableció los estándares y divisiones caninas que aún conservamos a día de hoy, los springer spaniels galeses e ingleses estaban incluidos en el concepto de cócker spaniel, donde se les consideraba diferentes variedades de tamaño de la misma raza.
El grupo de los spaniels se separó adecuadamente a principios del siglo XX, y el ‘welshy’ se llamó inicialmente cócker galés, y también spaniel galés, hasta recibir su nombre definitivo en 1902. Tras la Primera Guerra Mundial, quedaban muy pocos springer spaniel galeses y fue necesario establecer un programa de recuperación con los perros supervivientes. El primer club canino de la raza se fundó en 1923 en Londres, pero todos los documentos se destruyeron durante un ataque aéreo durante la Segunda Guerra Mundial.
Pese a encontrarnos frente a una raza canina europea de antiguo linaje y cuya apariencia ha cambiado poco, lejos de la presión reproductiva que han sufrido otras razas, el springer spaniel galés se encuentra en la lista de Razas Vulnerables del Kennel Club, con un alarmante descenso anual de ejemplares registrados y que lo coloca en riesgo de extinción.
Cariñosos con la familia y reservados con extraños
Los springer spaniel galeses son perros muy afectuosos y leales hacia su familia directa, mostrando un temperamento equilibrado y estable, con una naturaleza alegre, juguetona y tolerante, especialmente con los niños, lo que la convierte en una raza muy adecuada para hogares con presencia de menores.
Sin embargo, frente a desconocidos, se pueden mostrar distantes y cautelosos, con una respuesta protectora hacia los suyos, pero sin que muestren agresividad ni nerviosismo. Además, tienen un alto nivel de adaptabilidad y de habilidad para el entrenamiento, por lo que son una elección ideal para el aprendizaje de deportes caninos y compartir la práctica de ejercicio.
A menudo se confunden los springer galeses con el springer spaniel inglés, pero existen dos diferencias sustanciales: el tamaño y el color. Así, el springer que hoy nos ocupa es un poco más pequeño y en cuanto al color, que resulta la característica más reseñable, el springer spaniel galés solo puede mostrar manchas de rojo sobre un fondo blanco, mientras que los ingleses presentan la combinación de hígado y blanco o negro y blanco, o bien cualquiera de estos dos colores con manchas de color fuego.
El mantenimiento de su pelaje, de doble capa y longitud media, tampoco resulta excesivamente exigente, siendo suficiente un cepillado quincenal, pero es importante advertir que sueltan pelo de forma superior a la media.
Para ampliar información sobre el springer spaniel galés, se puede contactar con el Spaniel Club de España, entidad colaboradora de la Real Sociedad Canina de España. Desde Animaleros, proponemos que se valore la opción de una adopción responsable, acudiendo a grupos de difusión como SOS Springer, presente en Facebook, donde comparten casos particulares de cesión y adopción de springer spaniel y sus cruces.
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