El alano español, un perro antiguo, con un pasado unido a la colonización de América y no apto para cualquiera

  • El alano se encuentra incluido en el grupo de molosoides, perros tipo de Montaña, boyeros suizos y otras razas por la clasificación de la RSCE.
El alano español se admite con los colores bercino, leonado, negro y atigrado. Es deseable la ausencia absoluta de blanco.
El alano español se admite con los colores bercino, leonado, negro y atigrado. Es deseable la ausencia absoluta de blanco.
20minutos
El alano español se admite con los colores bercino, leonado, negro y atigrado. Es deseable la ausencia absoluta de blanco.

Los alanos eran un pueblo de origen iranio formado por pastores nómadas que destacaban por su gran belicosidad. Su presencia en España fue reducida pero relevante durante el siglo IV, cuando el rey alano Ataces conquistó la actual Mérida, entonces Emérita Augusta, y estableció su corte durante 6 años. Tras la muerte del rey y la pérdida de la corte, numerosos alanos permanecieron en Hispania.

La cinología o la ciencia que estudia a los perros establece que fue este pueblo quien introdujo en España al antecesor del alano, y que da nombre a la raza. El antecesor de la raza actual era un perro grande, fuerte y feroz, utilizado por el pueblo alano como perros de caza contra osos, para la protección del ganado y como perros de guerra.

Las primeras referencias por escrito datan del siglo trece, y en el año 1374 aparece una detallada descripción en el Libro de la Montería de Alfonso XI. Fue una raza canina popular en nuestro territorio durante la Edad Media y hasta el siglo diecinueve.

Tras la prohibición de las peleas de perros contra toros como parte del espectáculo taurino a finales del siglo XIX, ciertas modificaciones legales en las modalidades de caza y también en las costumbres ganaderas, los alanos españoles cayeron de forma precipitada en el olvido. Para el año 1925, una revista canina francesa manifestó que se había extinguido.

No fue sino hasta la década de los 80 que se localizó una población de alanos en la comarca vizcaína de Las Encartaciones, y desde los que se retomó un programa de cría para recuperar la raza. El objetivo se alcanza en 2004, con el reconocimiento oficial de la raza.

En consecuencia, esto ha generado un debate en el mundo canino donde hay una corriente que sostiene que el alano moderno no es el alano español original, perdido por su caída de popularidad y el mestizaje durante décadas.

Sociables, cariñosos y pacientes

Pese a su imponente aspecto, el alano de la línea de trabajo es un perro criado para vivir en armonía con otros canes, lo que lo convierte en un animal conocido por su tolerancia en la convivencia con otros perros. Sin embargo, es importante destacar que puede mostrar una actitud dominante hacia perros desconocidos si no ha sido debidamente socializado.

En el hogar, son animales extremadamente obedientes y muy cariñosos con su núcleo familiar, y también protectores. Requieren mucho ejercicio y una estimulación ambiental y psicológica alta. Por ello, es una raza que no se recomienda para inexpertos o personas que no tengan información previa de la raza.

Becerrillo, alano de combate en América

Becerrillo fue un alano nacido en las perreras de los españoles en tierras americanas. Los registros más antiguos que hacen mención de él datan de 1.511, revelando sus cicatrices de batalla y evidenciando que ya en aquel año se trataba de un ejemplar plenamente adulto y con experiencia. 

El Códice Coyoacán o El Mexicano 374 es un manuscrito ilustrativo que recoge el aperreamiento, por orden de Hernán Cortés, a unos líderes nativos, donde los alanos atacaban hasta la muerte.
El Códice Coyoacán o El Mexicano 374 es un manuscrito ilustrativo que recoge el aperreamiento, por orden de Hernán Cortés, a unos líderes nativos, donde los perros atacaban hasta la muerte.
Dominio público. Wikimedia Commons

Descrito en crónicas históricas con fervorosos elogios, Becerrillo destacaba por su impresionante tamaño y su pelaje leonado. Según el historiador y cronista Bartolomé de las Casas, los indígenas sentían un temor mayor ante la presencia de un soldado acompañado de Becerrillo que frente a cien soldados por sí mismos.

Durante la conquista de Puerto Rico, Becerrillo desempeñó un papel prominente y se le atribuye la muerte de 33 indígenas mesoamericanos en un solo enfrentamiento. Su fama era tan celebrada que se le otorgaba un trato especial, recibiendo el doble de alimento y un sueldo equiparable al de un ballestero, según recoge la Wikipedia.

Aunque Becerrillo encontró su fin a manos de una flecha envenenada lanzada por los kalinago o caribes, su legado continuó a través de su hijo Leoncico, quien sirvió bajo las órdenes del explorador Vasco Núñez de Balboa.

Un ejemplo del cruel y sádico uso que se daba a los perros de combate durante la colonización lo tenemos en el manuscrito histórico conocido como El Mexicano 374 o Códice Coyoacán Aperreamiento, datado a mediados del siglo XVI, que documenta el castigo infligido a siete caciques cholulas por orden de Hernán Cortés en el año 1.523. El manuscrito figurativo, restaurado por la Biblioteca Nacional de Francia, ofrece una representación visual del castigo conocido como aperreamiento, donde los perros de los colonos españoles daban muerte a los prisioneros, y cuya restauración puede ser consultada aquí.

Si se desea introducir un alano español en el hogar, es importante acudir solo a criadores profesionales y legales, que garanticen la cría de alanos libres de enfermedades congénitas como la displasia y que hayan realizado una socialización temprana adecuada y correcta. Para ampliar información, recomendamos acudir a la Asociación Nacional de Criadores de Alano Español (ANCAE), club colaborador de la Real Sociedad Canina de España.

Sugerimos que se contemple la adopción responsable o convertirnos en casa de acogida para aligerar la sobrecarga de las perreras, protectoras y albergues de animales.

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