Verificador, mediador o relator: en qué se distinguen y qué papel han jugado en los conflictos mundiales

Los verificadores y/o mediadores Felipe González, David Harland y Lajdar Brahimi.
Los verificadores y/o mediadores Felipe González, David Harland y Lajdar Brahimi.
Carlos Gámez
Los verificadores y/o mediadores Felipe González, David Harland y Lajdar Brahimi.

Cuando PSOE y Junts ratificaron su acuerdo para la reelección de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, ambos partidos hicieron alusión a un impreciso "mecanismo de acompañamiento, verificación y seguimiento" para "resolver el conflicto histórico" de Cataluña. Desde entonces, palabras como mediador, relator o verificador internacional han ganado peso como posibles intermediarios entre ambos partidos, como si de sinónimos se tratasen.

Finalmente será un verificador quien facilitará las negociaciones entre los socialistas y los de Puigdemont, que se reunirán este sábado en Ginebra (Suiza), por primera vez desde la investidura, precisamente con este nuevo "acompañante". Desvelada la fecha, solo se conoce que una organización internacional independiente mediará el conflicto y, sin confirmarse hasta el momento cuál será, todas las miradas señalan al Centro para el Diálogo Humanitario Henri Dunant, que certificó el fin de la existencia de ETA en 2018. El presidente del Gobierno, preguntado por esta cuestión en RTVE, solo ha revelado que los partidos están aún decidiendo entre dos intermediados. Pero ¿en qué consiste la figura del verificador? ¿significa lo mismo que mediador o relator? ¿qué papel ha jugado cada intermediario en otros conflictos mundiales?

El verificador

De entre todas las opciones, el verificador —escogido por PSOE y Junts— es el "menos intervencionista", según cuenta a 20minutos Miguel Benedicto Solsona, Doctor en Relaciones Internacionales de la UCM. El profesor detalla que, aunque no hay una diferencia "exacta", históricamente el verificador se ha encargado de "constatar que todo lo hablado y acordado se vaya cumpliendo de ahí en adelante".

Según el Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (CERAC), estos verificadores internacionales -que pueden ser personas u organizaciones- se encargan de realizar "pronunciamientos e informes públicos en relación a los avances que se registren en la implementación y a los puntos de discusión y controversia sobre los que podrán hacer recomendaciones de solución".

Una de las personalidades más sonadas en el ejercicio de esta función fue el expresidente español Felipe González que, junto con el expresidente uruguayo José Alberto Mujica, y bajo la luz de Naciones Unidas, fue designado para la verificación e impulso de un Acuerdo Final de Paz entre el Gobierno colombiano y las FARC, un pacto que se terminó firmando en 2016.

En el contexto interno de España, también se fundó un organismo verificador, la Comisión Internacional de Verificación, para certificar el fin de la violencia de Euskadi Ta Askatusuna (ETA). A tales efectos, en enero de 2014, esta Comisión confirmó que ETA había dejado de operar una cantidad específica de municiones, armas y materiales explosivos.

En 2018, verificaría la disolución del grupo terrorista David Harland, Director Ejecutivo del Centro para el Diálogo Humanitario Henri Durant -que ahora acapara la atención por sonar como posible mediador entre PSOE y Junts-. "Hoy día 3 de mayo a las 14.00 horas local ETA ha dejado de existir", pronunció Harland.

El mediador

El mediador, explica Solsona, "es una figura que sobre todo se ha utilizado en conflictos armados y se encarga de proponer una serie de contactos y soluciones para que luego se elija alguna de ellas". En este sentido, su intervención en disputas nacionales o internacionales suele ser más invasiva por la gravedad y trascendencia del conflicto.

Múltiples mediadores han intervenido en históricos enfrentamientos. Algunos de los más destacados han sido el expresidente finlandés Martti Ahtisaari, que mejoró la situación del conflicto indonesio de Aceh; el militar Lazaro Sumbeiywo, que consiguió en Sudán que el gobierno de Jartum y el Ejército Popular de Liberación de Sudán (SPLA) aceptaran una solución transitoria; el embajador peruano y miembro de la ONU, Álvaro de Soto, que jugó un rol muy importante para poner fin a la guerra civil de El Salvador; o el enviado especial de EE UU George Mitchell a Oriente Próximo e Irlanda del Norte, que acercó el Acuerdo de Viernes Santo en 1998 entre Tony Blair (primer ministro británico) y Bertie Ahernel (primer ministro de Irlanda), y propició acercamientos entre Israel y Palestina.

El presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás (2d), estrecha la mano de la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton (i), en presencia del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu (d) y del enviado especial de EE UU a Oriente Medio, George Mitchell (2i), en la sede del Departamento de Estado de EE UU en Washington, durante las negociaciones directas entre Israel y Palestina.
George Mitchell se reúne con Mahmud Abás y Benjamín Netanyahu en la sede del Departamento de Estado de EE UU en Washington, en presencia de Hillary Clinton.

Pero no todas las intervenciones han sido satisfactorias. Han sido muchas las mediaciones frustradas que han terminado en renuncia por la falta de acuerdo. Por ejemplo, en el contexto de la guerra de Siria, que ya lleva cuatro mediadores, Lajdar Brahimi fue como enviado especial de la ONU al conflicto y terminó presentando su dimisión en 2014 por la frustración que sentía ante falta de progresos. También el exsecretario de Estado de EE UU, James Baker, que medió entre Marruecos y el Frente Polisario por el conflicto del Sáhara Occidental, a pesar de reforzar el diálogo entre ambas partes, acabó renunciando por el mismo motivo.

La ONU ha sido una gran contribuyente para estas mediaciones, aunque no sería hasta 2006 cuando la organización fortalecería su implicación y crearía la Unidad de Apoyo a la Mediación, enmarcada dentro del Departamento de Asuntos Políticos. Gracias a esta institución, se comenzaría a prestar apoyo a los propios mediadores mediante la fundación de un Equipo de Reserva de Expertos en Mediación en 2008.

El relator

El relator especial es una persona designada por el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas que examina e informa acerca de la situación de los derechos humanos en un país. Sobre esta base, el profesor detalla que el relator se encarga de "recoger lo que ocurre, como si fuese un periodista".

La ONU lo denomina también "experto independiente", aunque en algunos casos se elige a un grupo de personas, que estaría conformado por cinco miembros, uno de cada grupo regional de las Naciones Unidas: África, Asia, América Latina y el Caribe, Europa Oriental y el grupo Occidental. Estas personas no reciben ninguna remuneración y tienen su mandato limitado a seis años.

Actualmente hay 12 operaciones de relatorías de la ONU desplegadas en algunos de los países donde se están cometiendo vulneraciones de derechos humanos. Estos son Bielorrusia, Camboya, Corea del Norte, República Centroafricana, Eritrea, Irán, Malí, Myanmar, Palestina, Somalia, Sudán y Siria.

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