De Portugal a Alemania, pasando por España y Francia. El corredor de hidrógeno verde H2Med ha dado un paso más este martes para hacerse realidad con la decisión de la Comisión Europea de incluirlo en su nueva lista de Proyectos de Interés Común (PCI, en inglés), asegurando así que tendrán financiación europea, en parte de un fondo para conexiones energéticas dotado con 42.300 millones de euros. Bruselas ha incluido también el trazado interno del H2Med en España, pero excluyendo un tramo entre Guitiriz (Lugo) y Zamora.
Tal y como estaba previsto, la Comisión ha adoptado formalmente una nueva lista de PCI que, en el caso de España, también incluye cuatro conexiones eléctricas, con Portugal y con Francia, así como proyectos de electrolizadores, para producir hidrógeno renovable, y de bombeo hidráulico, para almacenar electricidad de origen hidráulico.
En el caso del H2Med, la decisión convierte en eligible para ser financiado con fondos europeos. Existen varios instrumentos financieros para ellos. Uno de ellos es para instalaciones de conexión (Connecting Europe Facility) dotado con 42.300 millones de euros hasta 2027 para apoyar redes de infraestructuras de energía por toda la UE. Hace prácticamente un año, cuando se presentó formalmente el H2Med en la Euromed de Alicante, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, cifró el coste en 2.500 millones, de los que aspiraba a que la mitad se sufragaran con fondos comunitarios. A esta cantidad hay que sumar la posterior adición del tramo hasta Alemania y la ampliación de la configuración interna en España. Enagás calcula que los proyectos de la Red Troncal Española de Hidrógeno, junto con los almacenamientos, supondrían una inversión de alrededor de 4.600 millones.
A la espera de determinar su contribución, la Comisión Europea ha considerado este martes que prácticamente todo el trazado del H2Med decidido hasta ahora, que va desde Portugal hasta Alemania, tenga consideración de Proyecto de Interés Común.
Eso incluye la infraestructura interna de Portugal, de España y de Francia, así como los interconectores internacionales entre Portugal y España (entre Celorico y Zamora) y entre España y Francia, mediante el llamado BarMar, el conector subterráneo que unirá Barcelona y Marsella. También la conexión entre Francia y Alemania, una infraestructura llamada HyFen, así como la infraestructura interna alemana para conectarse con Francia, un proyecto llamado H2Hercules South.
Interconexiones eléctricas y bombeo
Además de este megaproyecto de transporte de hidrógeno verde, la nueva lista de CPI incluye otros siete proyectos ubicados en España, entre ellos cuatro interconexiones eléctricas con Portugal y Francia. Unirán Fontefria con Vila Nova de Famalicao en Portugal y Gatica y la localidad francesa de Cubnezais, por el Golfo de Vizcaya. Otras dos se tenderán a través de los Pirineos para unir con Francia, una desde Aragón hasta Marsillón y otra de Navarra a las Landas.
También tendrán financiación europea cinco proyectos españoles de electrolizadores, el dispositivo clave para la producción de hidrógeno verde, que separa los dos átomos de hidrógeno que hay en cada molécula de agua por cada uno de ozono (H2O). La etiqueta de verde es porque la electricidad que se emplea para hacer esta separación procede de fuentes renovables, como la energía eólica o la fotovoltaica. Están ya incluidos en la lista PCI una red de electrolizadores de hidrógeno en Tarragona, un electrolizador de gran escala en Bilbao y otro en Cartagena, el Valle del Hidrógeno Verde en Andalucía y otro en Asturias.
También están en la lista y se financiarán con parte de fondos europeos dos proyectos de almacenamiento de hidrógeno que prevé el proyecto interno del H2Med, en Cantabria y en País Vasco, así como otros tres infraestructuras de bombeo eléctrico, la alternativa renovable para almacenar energía hidroeléctrica, en Navaleo (León), en Los Guajares (Granada) y Aguayo (Cantabria).
Medio billón para impulsar las redes eléctricas
En total, la Comisión ha incluido ocho proyectos españoles en la nueva lista PCI, formada por 68 infraestructuras transeuropeas de energía, que en comparación con la última actualización bianual a finales de 2021, para 2022-2024, a la que sucede esta última versión, ha experimentado cambios, después de que Bruselas decidiera no seguir financiando proyectos energéticos que prolongaran el uso de combustibles fósiles. Entre ellos el MidCat, al que sucedió el H2Med para canalizar hidrógeno renovable -o 'limpio', incluyendo también al de origen nuclear, en lugar de gas.
Signo de los nuevos tiempos y de los nuevos objetivos energéticos y de reducción de emisiones, en la lista de este año también hay proyectos en otros países de amoniaco verde y empiezan a asomar otros a los que la Comisión conferirá mucha importancia en los próximos años para dar respuesta a una necesidad compartida por los países y las empresas de toda la UE, para ampliar, digitalizar y modernizar las redes eléctricas.
Este mismo martes ha aprobado un Plan de Acción para acelerar el despliegue de las redes, para que puedan soportar el incremento de electricidad que desde hace años genera la expansión de las energías renovables en la UE, desde la fotovoltaica hasta la eólica marina, pasando por los coches eléctricos.
Según Bruselas, el 40% de las redes de distribución eléctrica que hay en la UE tienen más de 40 años y la capacidad de transmisión transfronteriza tiene que duplicarse para 2030. Para eso, ofrece 584.000 millones de euros para financiar las inversiones que sean necesarias, que por ejemplo en España se calculan en más 5.700 millones para transporte y más de 22.000 para distribución.
Para ello, la Comisión anima a compañías y países que identifiquen las acciones concretas para focalizar las inversiones y señala como una de las vías la presentación de proyectos para ser incluidos en próximas listas de Proyectos de Interés Común. Otras medidas es crear una vía rápida para autorizarlas, al estilo de los parques renovables, o dar incentivos regulatorios.
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