El amoniaco verde se abre paso como la gran baza de España para suplir el gasoil en barcos y orilla el acuerdo de Moncloa con Maersk

Los reyes de España y Países Bajos, junto a la vicepresidenta tercera y el presidente de la Junta en la visita a la planta de Cepsa en Algeciras
Los reyes de España y Países Bajos, junto a la vicepresidenta tercera y el presidente de la Junta en la visita al corredor marítimo de hidrógeno verde en Algeciras.
MITECO.
Los reyes de España y Países Bajos, junto a la vicepresidenta tercera y el presidente de la Junta en la visita a la planta de Cepsa en Algeciras

España ha dado un importante paso adelante esta semana para convertirse en un productor de referencia de la tecnología renovable que deberá sustituir el combustible fósil que hoy alimenta la industria pesada o el transporte marítimo por la vía del hidrógeno verde. De momento, en la carrera tecnológica hay dos alternativas, el amoniaco verde y el metanol verde. Atendiendo a lo que ocurrió el martes y miércoles de esta semana, la producción española de amoniaco verde ha quedado muy bien posicionada para ser exportada a Europa, con la vía de entrada por Países Bajos, lo que orilla al gran acuerdo que desde el año pasado busca Moncloa con el gigante mundial del transporte marítimo, Maersk, con quien exploraba la producción de metanol verde en unas conversaciones que deberían estar a punto de concluir del todo y sobre las que de momento no hay más que silencio.

España exportará dentro de los próximos años cientos de miles de toneladas de amoniaco verde a Países Bajos. A su puerto de Róterdam -el mayor de toda Europa- arribarán desde Huelva barcos cargados con esta sustancia, que es el vehículo para transportar el hidrógeno renovable. Una vez en suelo holandés, se reconvertirá en hidrógeno en estado gaseoso para alimentar las industrias del mismo puerto u otras del norte europeo, a donde llegará a través de una red de hidrógeno que se creará en el país. O también podrá emplearse como combustible para barcos, según explican en Iberdrola y Cepsa, las dos compañías españolas que se han adelantado esta semana en el transporte de hidrógeno verde por mar, previsiblemente antes de que pueda transportarse por tubo a través del H2Med.

Acuerdos con apoyo real

El rey holandés, Guillermo Alejandro, encabezó la delegación de su país que martes y miércoles se desplazó a España para firmar dos acuerdos de exportación de amoniaco verde. El martes, se formalizaron dos memorandos de entendimiento entre el puerto de Róterdam y la red nacional holandesa de hidrógeno e Iberdrola para exportar parte de los 100.000 toneladas al año de amoniaco verde que se vaya a destinarse al consumo de la industria local en la planta que construirá en Huelva y que espera que esté en funcionamiento dentro de tres o cuatro años. 

El miércoles, rey Felipe VI; la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, y el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, se unieron a la visita que el monarca holandés, su ministro de Medio Ambiente, Rob Jetten, y el resto de.la delegación hicieron en Algeciras al llamado "Valle Andaluz del Hidrógeno Verde", en el que se invertirán 3.000 millones de euros y que, junto con otras localidades de la Bahía de Cádiz, se plantea como líder de exportación al resto de Europa. Allí, se oficializó un segundo acuerdo, esta vez por parte de Cepsa y Yara Clean Ammonia para también recorrer el corredor marítimo de hidrógeno y llevar a Países Bajos, con entrada también en el puerto de Róterdam, y de allí al centro de Europa. 

Amoniaco o metanol

Además de económica por el posicionamiento de España en esta incipiente pero potente industria energética, la importancia de los acuerdos entre Cepsa e Iberdrola con Países Bajos para exportar hidrógeno verde por medio del amoniaco está en que precisamente el amoniaco verde es una de las dos tecnologías que se están desarrollando en estos momentos para vehicular esta energía renovable, llamada a hacer la transición ecológica en sectores que difícilmente puedan ser electrificados, como la industria pesada o el transporte marítimo -aunque también en autobuses-. 

El objetivo es que el hidrógeno verde sustituya el gas que hoy utilizan las fábricas o el gasoil que mueve los barcos. En el primer caso, puede ser en estado gaseoso, pero para el transporte se busca una solución -líquida- similar al carburante y es ahí donde 'compiten' el amoniaco y el metanol verdes como la tecnología que pueda conseguirlo.

En teoría, los expertos indican que todavía no hay un 'ganador' y que aún está por ver cuál terminará siendo la solución o si es posible que lo sean ambas y que coexistan. Pero lo que también es cierto es que en estos momentos se está invirtiendo más en amoniaco verde que en metanol verde. Según explican en Cepsa, las 300.000 toneladas de hidrógeno verde que se cuenta con poder producir en la Bahía de Cádiz podrán utilizarse para producir amoniaco o metanol verdes, que en ambos casos "asegurarán la disponibilidad de combustibles marinos verdes en los principales puertos españoles". Sin embargo, de momento, los acuerdos firmes que existen son para amoniaco.

Acuerdo con Maesk

Lo que se ha visto esta semana con la visita holandesa a España es que el amoniaco ha adelantado al metanol verde y los acuerdos empresariales con Países Bajos, al que desde noviembre del año pasado exploran Moncloa y la multinacional danesa de transporte marítimo Maersk y sobre el que se cierne el silencio en un momento en el que vence el plazo que se dieron -junio de 2023- para terminar cerrar las cuestiones "técnicas".

A finales del año pasado, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el consejero delegado de A.P. Moller - Maersk, Søren Skou, firmaron en Moncloa un protocolo que ponía la primera piedra de un proyecto para que España produjera -en una o dos plantas, en Andalucía y en Galicia, Huelva y Ferrol previsiblemente- metanol verde, el combustible renovable a partir del hidrógeno con el que la multinacional quiere que se muevan sus barcos a partir de 2040. Maersk eligió España entre los cinco o seis emplazamientos mundiales para producir este combustible verde y, si llega a buen puerto, el Gobierno estimaba una inversión de unos 10.000 millones y la creación de hasta 85.000 empleos directos e indirectos.

Tras firmar este compromiso, las dos partes se pusieron a trabajar para cerrar las cuestiones técnicas que quedaban pendientes, entre ellas, la de la financiación. Según se dijo entonces, este mes de junio debería tomarse la decisión si el proyecto sigue adelante pero, ya sobre el plazo, impera el silencio sobre una negociación que ha llevado directamente la Oficina Económica de Presidencia del Gobierno que dirige Manuel de la Rocha.

Ni en el Gobierno ni en Maerks se da información del estado de las cuestión, mientras Iberdrola y Cepsa prefieren no comentar. Mientras, la producción de amoniaco verde en España parece que avanza a toda vela y pone rumbo hacia Países Bajos para quien España es el "el número uno" como origen del amoniaco verde, dijo en Madrid su ministro de Medio Ambiente.

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