Las venas de la revolución verde: Gobierno y eléctricas afrontan un plan milmillonario para que la red soporte tanta renovable

  • Ribera debe actualizar la planificación de redes, prevé 5.700 millones para transporte y más de22.000 para distribución.
  • "Si no pasa, no se cumplirán" los objetivos de renovables para 2030, advierten las eléctricas, que también deben invertir en redes de distribución.
La tecnología se probó en Qitailu, una comunidad residencial.
La expansión de las energías renovables y la electrificación exigen adecuar la red de transporte y distribución de electricidad.
©[Silberfuchs] via Pixabay.com.
La tecnología se probó en Qitailu, una comunidad residencial.

Triplicar la generación de electricidad con energía eólica y fotovoltaica, la expansión del autoconsumo, que en 2030 el 81% de la electricidad tenga origen renovable o la atraer millonarios proyectos inversión internacional, como la gigafactoría de Volkswagen para fabricar baterías para coche eléctrico en Sagunto... España afronta en los próximos años una verdadera revolución verde, un cambio de modelo energético para ir abandonando combustibles fósiles como el petróleo o el gas, sustituirlos por renovables y aumentar el grado de electrificación de la economía que no podrá realizarse sin adaptar las redes de transporte y distribución de electricidad, un plan para el que el Gobierno ha consignado hasta 2030 5.700 millones de euros para redes de transporte y más en 22.000 millones para redes de distribución en las que deberán invertir las compañías eléctricas.

"No tiene sentido invertir en renovables si no se pueden conectar, si están los nudos [de conexión] saturados. Si no se puede conectar, de nada sirve", afirman fuentes del sector eléctrico sobre un panorama que en los próximos años multiplicará casi por tres la cantidad de electricidad generada con fotovoltaica y eólica con respecto a la actual. También se ve así desde el Gobierno, que la planificación de nuevas industrias, que vengan multinacionales a instalarse aquí requerirá ampliar la capacidad de la red eléctrica. También para que las nuevas líneas de AVE tengan una adecuada alimentación eléctrica. "Esa gente tendrá que tener dónde enchufarse a la red", indican. 

De momento, la red transporte eléctrico aguanta sin problema, con momentos de indisponibilidad anecdóticos y cortes mínimos de corriente. Según Red Eléctrica Española, la cantidad de tiempo en que las redes han estado disponibles para transportar electricidad no baja del 96-98% y los efectos de la pequeña indisponibilidad de red son insignificantes. Según su boletín mensual de agosto, el acumulado de la electricidad que no pudo suministrarse por este motivo desde enero en la Península era apenas de 127 megavatios/hora, lo que supuso un tiempo de interrupción de la corriente de 0,2 minutos. En 2022, el sistema eléctrico nacional registró 31 interrupciones de suministro, un 41 % más que en 2021, también según Red Eléctrica.

Presión sobre la red eléctrica

Sin embargo, la presión sobre la red no deja de crecer. Desde hace años, los derechos de acceso de conexión a red son uno de los bienes más preciados para los promotores de renovables y han dado lugar a un mercado secundario cercano a la especulación. En 2022, Red Eléctrica recibió 1.195 nuevas solicitudes de acceso a red, por un total de 52.267 MW, y otorgó permisos para 8.376 MW. Hasta septiembre de este año, la generación de electricidad de las instalaciones eólicas y fotovoltaicas en funcionamiento -y volcando a la red- ascendía a 49.500 MW, a las que se suman otros 129.100 MW que ya tienen permiso de acceso pero aún no están operativas y otros 30.100 MW con solicitudes de permisos en curso. El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima prevé 140.000 MW de potencia instalada de renovable para 2030, una cantidad que si no se hace antes nada con las redes "puede saturarlas", advierten en el sector. 

Estas cifras de las conexiones a la red que están en espera dan una muestra de las exigencias que supondrá para la canalización de electricidad  que en los próximos años vayan construyéndose y entrando en funcionamiento la gran cantidad de parques eólicos y fotovoltaicos que, gracias a que ya tienen permiso de acceso -parte de esos 129.000 MW-, han ido cumpliendo los plazos administrativos que marca la ley. Tras superar uno de los más complicados, el de la evaluación ambiental en enero pasado, deberían poder empezar a funcionar en junio de 2025, si no hay nuevas prórrogas. Para más adelante, los planes para instalar eólica marina frente a las costas españolas obligarán también a crear más redes submarinas. Según los planes del Gobierno, 733 kilómetros de cables bajo el agua, además de 2.681 kilómetros de nuevos ejes.

Para integrar toda esta nueva electricidad de origen renovable en la red lo que va haciendo el Ministerio de Transición Ecológica es ir ajustando de forma puntual los puntos que quedan en desuso para que puedan utilizarlos otras instalaciones. Sin embargo, tiene ante sí un reto mayor, la actualización de la planificación de las redes eléctricas de transporte y distribución que Transición Ecológica quiere hacer con "celeridad" pero sabiendo que no será posible hacerlo mientras el Gobierno esté en funciones.

Mientras Alemania, Bélgica o Países Bajos preparan sus propios planes para adecuar las redes que cifran en más de 100.000 millones, Transición Ecológica estimó en 2020 una inversión de 5.700 millones en redes de transporte que debería hacer Red Eléctrica hasta 2026 -además de otros 1.260 para interconexiones internacionales- para integrar la generación eléctrica con renovables, que ahora se prevé mayor que la prevista hace tres años.

Se suman a esta cantidad otra inversión aún mayor, de varias decenas de millones, que varía entre el Plan de Energía y Clima vigente en estos momentos y el que está en proceso de actualización. En el actual, se prevén inversiones para redes y electrificación de 58.500 millones, de las que 22.660 sería para distribución. La cifra global en el borrador para actualizar el PNIEC hasta 2030 es del 18% de la inversión total prevista de 294.000 millones -el 85% de ellos desde el sector privado- para afrontar un sistema energético con más renovables, más coches eléctricos y baterías, hidrógeno verde y electrificación destinado a redes, que el sector eléctrico apunta con insatisfacción que supone una cantidad menor, de menos de 53.000 millones y pide un aumento. 

Aunque las cifras bailan entre las previsiones y expectativas de unos y otros, el plan del Gobierno hasta final de la década es red eléctrica para "incrementar la seguridad del suministro", "alimentación de nuevos ejes de trenes de alta velocidad" o "apoyo a la red de distribución y a la nueva demanda de grandes consumidores". También para permitir la evacuación de electricidad desde puntos donde se genere en grandes cantidades. 

La actualización del PNIEC del que forma parte esta previsión en redes todavía no está cerrada y la patronal de las eléctricas, la Asociación de Empresas de Energía Eléctrica (AELEC) pide que se aplique la "regla general" que la patronal eléctrica europea Euroelectric quiere ver en toda la UE, consistente en invertir 0,67 euros en la red por cada euro invertido de capacidad de generación. "Creemos que no es la adecuada, que debe incrementarse y que debe ser consciente de la importancia que supone para la integración de renovables", señaló hace unas semanas su presidenta, Marina Serrano. "Hay que hacer inversiones en las redes de transporte y distribución", insistió. Como en cada reunión del sector fotovoltaico y eólico, protagonistas en buena medida de la necesidad del desarrollo de redes, la Asociación de Empresas Eólicas (AEE) ha aprovechado el Consejo Europeo de Granada para reclamar a los gobiernos de la UE, entre otras cuestiones, "acelerar el desarrollo de las redes" eléctricas, "columna vertebral para conseguir la integración de renovables y llevar esta energía a la industria y pymes".

Insistencia en Bruselas

Parte de esta financiación vendrá del Fondo de Recuperación de la UE, donde la reclamación a los países para que amplíen y adaptan sus redes eléctricas a la nueva realidad renovable europea es una constante desde hace meses. Precisamente, la Comisión Europea tiene previsto lanzar el mes que viene un plan de acción para "facilitar el despliegue de redes".

"Todo el mundo está expendiendo sus redes eléctricas y Europa tiene que hacerlo también", afirmaba hace unas semanas la comisaria de Energía, Kadri Simson, en una jornada organizada por la Comisión Europea, en referencia al camino que, también en este aspecto energético, ya llevan recorrido China y Estados Unidos. Incidió en la necesidad de "asegurar que la energía limpia llega a las casas y los negocios, que hay interconexiones para la energía limpia" en unas jornadas en Bruselas en las que también participó la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, que dijo que es también una "conversación que tendremos en los próximos meses" en España para "ver cómo extender las redes", un "reto" para Red Eléctrica" y para "asegurar que el servicio es tan bueno como se espera".

Este mismo martes, en la audiencia para obtener el visto bueno del Parlamento Europeo a su nombramiento como responsable de Clima de la Comisión, el comisario eslovaco Maroš Šefčovič insistió sobre la cuestión. Afirmó que es necesario "invertir de manera más intensiva en nuestras redes y hacerlas 'más inteligentes". "En el año 2050 todo va a ser eléctrico y tenemos que estar preparados", dijo y subrayó que para ello hará falta mucha financiación tanto pública como privada. Bruselas calcula que hasta 2030 serán necesarios 350.000 millones para interconectar las redes entre países y añadir nueva capacidad a las mismas.

No sólo cobre

La red eléctrica española se extiende a lo largo de 45.100 kilómetros de líneas, en su mayor parte aéreas (43.000 km) pero también submarinas (893 km) y subterráneas (1.183), principalmente en territorio peninsular (41.555 km) y en menor medida en Baleares (1.929 km) y Canarias (1.616). Sin embargo, ni el Gobierno ni las eléctricas tienen en mente una mera ampliación de estos circuitos y plantean acciones adicionales como repotenciar la red existente para aumentar su capacidad y la digitalización para mejorar su funcionamiento.

"No toda la inversión en redes es de cobre", dicen en el sector eléctrico, al que el Gobierno también pide una contribución en la tarea, que inviertan en las redes de distribución de la electricidad, algo de su competencia de la misma manera que corresponde a Red Eléctrica encargarse de las redes de transportes. 

Para ello, la AEE pide "un nuevo modelo de gestión de la red, que permita conocer de antemano la retribución de la inversión para acelerar el despliegue". El sector eléctrico está a la espera de que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) fije el sistema de retribución de los planes que presente cada una de ellas. Todo esto irán en una nueva circular del regulador que en Transición Ecológica prevén que se difundirá en breve y que las compañías reclaman en breve y con la posibilidad "de invertir más" porque, advierten, "si no, no se va a cumplir el PNIEC" y sus ambiciosos objetivos renovables.

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