El Gobierno ha aumentado, hasta duplicar el algunos casos, los objetivos que se fija España para 2030 en generación de electricidad mediante energía solar y eólica y también con autoconsumo, así como la presencia de otras tecnologías renovables como el hidrógeno y el ahorro energético en industria y hogares. Según el borrador del nuevo Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) que el Ministerio de Transición Ecológica remitió este martes a Bruselas, las expectativas de generación renovable y eficiencia superan con mucho las propias indicaciones de la Comisión Europea a los países de la UE, en algunos casos, en aspectos sobre los que todavía existe incertidumbre, como el desarrollo del almacenamiento de electricidad, el papel que el gas natural seguirá jugando en la producción de electricidad o la evolución del desarrollo tecnológico relacionado con el hidrógeno.

El Gobierno ha rediseñado la estrategia energética española para adaptar el PNIEC que aprobó en 2020 a una nueva realidad, a escala nacional, europea y mundial, en la que a los compromisos de reducción de emisiones de CO2 se suma el despegue de las energías renovables para hacer frente al alto precio de la electricidad y ganar autonomía estratégica frente a proveedores tan poco fiables como Rusia.

En este escenario, Ribera ha elaborado una nueva versión del PNIEC que se encuentra todavía en fase de consulta y no será un documento firme hasta junio de 2024. Este miércoles se ha abierto un proceso de información pública en el que los distintos actores del sector podrán hacer observaciones y sugerir modificaciones. También la Comisión Europea hará recomendaciones al borrador que se le ha remitido desde Madrid y que serán tenidas en cuenta para cerrar la actualización definitiva del PNIEC. Según explican fuentes gubernamentales, cada país tiene sus propias ambiciones -plasmadas las españolas en el borrador que se acaba de enviar a Bruselas- y la Comisión puede hacer sus recomendaciones.

En una primera impresión, la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA Renovables) ha valorado "positivamente" el nuevo planteamiento que revisa al laza los objetivos renovables "en consonancia con la madurez de las tecnologías y su competitividad económica. Sin embargo, para que esta producción tenga una traducción real en la economía, también pide que se avance en la electrificación de la economía, con incentivos que impulsen el vehículo eléctrico, la bomba de calor, el almacenamiento de energía renovable y la flexibilidad de la demanda. "Es crucial que busquemos el equilibrio entre demanda y generación", ha afirmado el director general de APPA Renovables, José María González Moya.

"Parece muy ambicioso pero es realista, subimos a que cuatro quintas partes del sistema eléctrico va a ser cero emisiones", ha afirmado Ribera durante la 'entrevista' electoral que le ha hecho el presidente, Pedro Sánchez, en la sede del PSOE. Ha defendido la actualización de los datos que supone el nuevo PNIEC para dar una "foto de conjunto" a los inversores, que tiene en cuenta que "hay mucho autoconsumo, muchas plazas [renovables] medianas y grandes y mucho que está en tramitación".

Aumento de renovables y electrificación

Bruselas trabajará con un documento en el que la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, estima que será necesaria una inversión -privada en su mayor parte, el 85%- de 294.000 millones de euros en siete años para aumentar notablemente el porcentaje de electricidad que deberá ser generada con energía renovable -del 74 al 81%-, el ahorro energético -que en siete años deberá reducir el consumo de energía un 44% frente al 41,7% planteado en 2020- o reducir la dependencia energética de otros países, que pasará del 61% que preveía el PNIEC actual al 51% en la actualización. Con ello, prevé un ahorro de hasta 90.7000 millones por la menor necesidad de importar combustibles fósiles.

La moratoria hasta enero de 2024 para tener licencia de obra permite que unos 1.000 proyectos eólicos y solares sigan adelante

El Gobierno estima que de esta forma el PIB crecerá un 2,5% al final del periodo de siete años y que para 2030 se habrá creado unos 522.000 empleos.

Como muestra de la forma en que Ribera ha elevado las expectativas sobre la generación renovable para los próximos años, el nuevo PNIEC prevé que el porcentaje de renovables sobre la electricidad será incluso superior a la prima voluntaria que Bruselas planteó a los gobiernos europeos en el plan Fit for 55. Allí, les planteaba alcanzar un 42,5% de generación de electricidad con renovables más un 2,5% adicional y voluntario, que la propuesta española supera con creces fijando un 48%. 

Para conseguir estas cifras, el nuevo PNIEC prevé producir 105 gigavatios (GW) de renovables nuevas hasta 2030, que reparte entre 62GW previstos para eólica (frente a 50GW en el actual PNIEC) y 3GW de eólica marina frente a la horquilla de 1-3 prevista hasta ahora. La expectativa de generación de fotovoltaica casi se duplica, desde 39 GW a 76 GW y también crece notablemente la parte dedicada al autoconsumo. A pesar de las advertencias que hace unas semanas lanzó el sector ante la ralentización de un sector que ha vivido un verdadero boom en los últimos años, la previsión es que en 2030 los consumidores sean capaces de generar 19GW de electricidad en sus tejados, que son 10GW más de los previstos en la Hoja de Ruta del Autoconsumo en un "escenario objetivo" y 5 GW más de los que se pensó en un escenario de "alta penetración".

Incertidumbres

El nuevo PNIEC también dobla la previsión de hidrógeno renovable, porque el Gobierno espera que para 2030 estén en funcionamiento electrolizadores capaces de producir 11 GW, en lugar de 4GW previstos inicialmente. Las previsiones sobre el hidrógeno y la disponibilidad de electrolizadores con esta potencia es uno de los elementos de mayor incertidumbre de un plan que también parece dar por descontado que, como desea España, la reforma del mercado europeo de la electricidad traerá consigo una asentamiento del almacenamiento de electricidad, que en el borrador pasa de 20 a 22GW sin que de momento se conozca con qué tipo de tecnologías, si baterías o sistemas de bombeo, porque se considera que todavía es demasiado prematuro para saber cómo evolucionarán. 

También es una incógnita de momento qué papel seguirá teniendo el gas natural en la generación de electricidad cuando la UE reforme el mercado. De momento, parece que, como quiere España, la Comisión se abre a reforzar los mercados de capacidad, de reaseguro con tecnologías que puedan asegurar el suministro, y en previsión a ello el Gobierno se ha lanzado a mantener inalterable -en 26,6 GW-  para 2030 la generación eléctrica en ciclo combinado, con gas. Responde así a la demanda que le reiteró este mismo martes la patronal del gas Sedigas, en una reunión anual en la que reclamó objetivos "ambiciosos" para el biogás y biometano en el nuevo PNIEC, "como mínimo" equivalentes al 10-13% de la demanda nacional. Lo que plantea el borrador es duplicar la producción, de 10 a 20 teravatios/hora (TWh) para 2030.

En cuanto a la energía nuclear, el nuevo PNIEC mantiene una generación de 3GW de electricidad en 2023, contando con que para ese año "se retirarán cuatro de los siete reactores", en cumplimiento de un calendario de cierre de centrales nucleares que empezará en 2027 y terminará en 2035. En cuanto al carbón, estima que las centrales térmicas "cesarán de aportar energía al sistema desde el año 2025".

El PNIEC mantiene el calendario de cierre de centrales nucleares que empezará en 2027 y terminará en 2035 y que el candidato del PP a la Presidencia del Gobierno, Alberto Núñez-Feijóo prometió "revertir" hace unos días, para alargar la vida útil de estas instalaciones. "No podemos desenchufar el 21% de la energía instalada en España sin tener otro 21% susceptible de funcionar con energía renovable; si no, el precio de la electricidad subirá de forma exponencial", dijo el presidente popular.

Ribera le ha respondido durante el acto en Ferraz, donde ha afirmado que "no es viable económicamente" prolongar el funcionamiento de las centrales porque hacerlo requeriría unas inversiones por parte de las empresas eléctricas que las explotas que ya en 2019 dejaron claro que no estaban dispuestas a asumir. "Cuando Feijóo se lanza a la piscina y dice sin presentar un solo número que quiere prorrogar la vida de las centrales, la pregunta es si alguien le ha ayudado a hacer los números, durante cuántos años, qué coste tiene eso y quién va a pagar", se ha preguntado.

Más allá de Bruselas

El borrador también supera las indicaciones de la Comisión por lo que respecta a la reducción de emisiones de efecto invernadero, al proponer rebajarlas un 70% en 2030, que son nueve puntos más de lo que planeó en 2020 y ocho puntos más de lo que fijó Bruselas. De la misma manera, va más allá en eficiencia energética por que el nuevo PNIEC fija una reducción del consumo del 44%, superior al 38% planteado por Bruselas y al 41,7% previsto en el PNIEC que se modificará ahora. También son superiores las cifras relativas al empleo de energías renovables en calefacción y refrigeración de edificios, con tecnología como la bomba de calor que de momento está poco implantada en España. 

Para ello y siguiendo con lo acordado a nivel de la UE, el Gobierno establece que todos los edificios públicos deberán ser "Edificios Zero Emisiones" en 2050 y deberán renovar anualmente el 3% de su superficie para cumplir este objetivo, a razón de una reducción anual del consumo de energía de un 1,9%.

En general, el nuevo PNIEC incluye para conseguir ahorrar energía, unos objetivos de rehabilitación de edificios que pueden parecer modestos con respecto a las grandes expectativas en otros ámbitos. El plan actual contempla 1.377.000 rehabilitaciones para 2030, apenas 130.000 más que los que figuraban en el plan de 2020.

Algo parecido sucede con respecto al vehículo eléctrico, cuya presencia quiere "agilizar" el Gobierno con una deducción del 15% sobre el IRPF por su compra. El planteamiento es que para 2030 circulen por España 5,5 millones de coches eléctricos, medio millón más que los cinco millones previstos inicialmente.