Ribera elevará el objetivo de generación de electricidad con autoconsumo y el sector avisa de atascos para instalar o recibir ayudas

Un técnico instala paneles solares en un tejado.
Un técnico instala paneles solares en un tejado.
Getty Images/Westend61
Un técnico instala paneles solares en un tejado.

El Ministerio de Transición Ecológica va a elevar los objetivos de generación de electricidad mediante el autoconsumo en la revisión del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) que está ultimando, para aprovechar la explosión en este sector que se vivió en 2022, cuando se duplicó la potencia instalada que había hasta entonces. Así lo ha afirmado este miércoles la secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, en la inauguración del IV Congreso Nacional de Autoconsumo de APPA, en el que después representantes del sector eléctrico han advertido del riesgo de promover un crecimiento desmesurado, que el año pasado adoleció de un ritmo de instalación tan acusado que se hizo ineficaz y, por otro lado, provocó cuellos de botella por la imposibilidad de atender todas las peticiones a tiempo, así como el hecho de que hay clientes que siguen esperando sus ayudas hasta dos años después.

Aagesen ha confirmado que en la esperada revisión del PNIEC -que debería estar listo para entregar en Bruselas el 30 de junio- habrá una actualización al alza de la electricidad que debe poder generarse mediante el autoconsumo para 2030. "Ha habido un crecimiento exponencial que va a dejar corto el objetivo que fijamos. Estamos revisando el PNIEC y el éxito va a hacer que tengamos que ser más ambiciosos en autoconsumo", ha dicho la secretaria de Estado. Acto seguido, representantes del sector eléctrico coincidían en que sigue habiendo mercado todavía por expandir pero que en 2023 ya se detecta cierta moderación después del pico de instalaciones del año pasado que, precisamente por este "boom", no siempre fueron todo lo satisfactorias para el cliente como deberían ser.

En el PNIEC actual, elaborado en 2020, no figuran cifras, pero, como complemento a este documento, en diciembre de 2021 el Ministerio aprobó la Hoja de Ruta del Autoconsumo, que fijó dos objetivos, uno en un "escenario objetivo" que consistía en que España sería capaz de generar en 2030 9.000 megavatios de electricidad de esta manera y otro, "de escenario de alta penetración" del autoconsumo, que aumentaría hasta los 14.000 megavatios.

Según ha pronosticado el secretario general de la Asociación de Empresas de Energías Renovables (APPA), José María González Moya, el objetivo más discreto de los 9.000 megavatios podría alcanzarse mucho antes que en 2030, ya en el año 2024. 

Boom del autoconsumo

De momento, el balance del desarrollo del autoconsumo en 2022 fue un estallido provocado por la "tormenta perfecta" que se formó el año pasado, con un desarrollo normativo, fondos europeos para cubrir parte de la inversión que deben hacer hogares e industrias para instalar placas solares en tejados y solares y el detonante de la crisis energética que duplicó el precio de la electricidad en el mercado convencional.

Según el informe de APPA para 2022, el autoconsumo supuso el año pasado el 1,8% de toda la generación de electricidad de España, creciendo imparable desde un 1,2% en 2021, 0,7% en 2020 y 0,4%, en una progresión constante y acelerada. En se instalaron 2.649 megavatios de autoconsumo, más del doble de los 1.151 que en 2021, que a su vez casi dobló los 623 de 2020. El año pasado cerró con más de 5.200 megavatios de potencia instalada total -a 3.800 del objetivo de los 9 GW que prevé la Hoja de Ruta para 2030- y más de 300.000 viviendas con autoconsumo, el 5% de los inmuebles unifamiliares.

Moderación e ineficiencias

Aagesen ha hablado de un "crecimiento exponencial" del autoconsumo y el secretario general de APPA no ha dado datos de 2023 pero ha hablado de "buenas esperanzas y sensaciones". El sector comparte esta apreciación pero representantes de Iberdrola, Repsol, Endesa o Edison Next también se han referido a las ineficiencias que provocó la explosión del autoconsumo del año pasado y han pedido moderación para poder continuar la expansión de una forma adecuada, ahora que, tras el "excepcional" 2022, para este 2023 se aprecia cierta ralentización en las instalaciones, sobre todo en los hogares.

"Hemos tenido un boom y ahora estamos un poco con la resaca", ha resumido el responsable de Producto Fotovoltaico de Endesa, Jaume Macia, en un coloquio sobre la consolidación del autoconsumo tras el "año récord" de 2022. El mensaje común ha sido que sigue habiendo mercado y posibilidades de desarrollo pero que habría que dejar de correr para evitar errores cometidos por las prisas. "Nuestras previsiones es que hay todavía muchísimo mercado por atender, pero tampoco va a ser la locura del año pasado, se ha moderado. En la parte de residencial estamos viendo una ralentización. ", ha apuntado Luis Gutiérrez, responsable de Smart Solar de Iberdrola.

Fuera de la celebración generalizada por el desarrollo del autoconsumo, una parte del sector lo pasó realmente mal en 2022, porque no daba abasto y se cometían los errores que las empresas han pedido no tener que repetir por un incremento de los objetivos que plantea el Ministerio en la actualización del PNIEC.

"2022 fue estupendo por un lado, en la parte de proveedores se pasó muy mal, qué estrés, llegaba el verano y no podíamos montar instalaciones", ha recordado el responsable de Iberdrola. Fue el "momento de mayor de estrés". "Firmamos mucho", pero faltó "capacidad de instalación, de materiales, la gestión de ayudas".

El CEO de Edison Next, Íñigo Bertrand, también ha reconocido que en 2022 se construyó "demasiado deprisa demasiadas instalaciones" de autoconsumo y esto llevó a que no fuera de la mejor manera en todos los casos. "Tenemos mucho volumen y tenemos que exigir también que haya calidad. Si no, puede producirse que los clientes no tiene una experiencia tan buena como esperaban" o a quienes se prometió ofertas de ahorro en la factura de la luz que eran "excesivamente optimistas y fuera de lugar". 

Otra disfunción tiene que ver con las trabas administrativas que el sector pide eliminar al Gobierno central y al autonómico y que contribuyen a que parte de la electricidad generada con autoconsumo no se pierda. No solo por la cantidad que no es posible verter a la red -APPA denuncia que en 2022 se desperdició el 19%, equivalente a 160 millones de euros-, sino por la que no se produce en instalaciones que por cuestiones de permisos no pueden echar a andar. "Todas las instalaciones que no pudimos poner en marcha porque están atravesando por un proceso administrativo que puede durar dos años, por problemas de conexión o porque la configuración de la instalación no está de acuerdo con el técnico de turno de la distribuidora", ha advertido la gerente senior de Generación Distribuida de Repsol, Julieta Maresca.

Con todo, el autoconsumo seguirá creciendo este año, aunque no tanto como en 2022. La "sensación" para Iberdrola es que en 2023 se volverá al plan establecido en 2020-21, sin el pico de 2022. Si bien en en este primer trimestre del año se está detectando una cantidad similar de proyectos, lo que queda descartado es que esta primavera no sucederá el "acelerón" de hogares pidiendo instalar placas solares en sus tejados para intentar ahorrar el año pasado.

"Veo 2023 como un año de consolidación regulatoria y administrativa, se tiene que poner el foco en la seguridad de las instalaciones, no solo en autoconsumo individual, también en el colectivo, que va más retrasado", ha añadido la representante de Repsol. 

Los hogares se lo piensan

El sector nota esta moderación de las instalaciones en el autoconsumo particularmente en los hogares, debido a que estos no hacen un "plan de negocio" como la industria. Su decisión sobre si instalar placas en el tejado se mueve por estímulos más a corto plazo como el precio de la electricidad y su repercusión en las noticias. En un año como el pasado en que todos los días se hablaba de nuevos récords del precio de la luz daba más pie a hacer una inversión de varios miles de euros que lo que trasciende en los últimos meses, de precios de la electricidad cercanos a cero algunas horas y días, mientras el aumento de la inflación afecta a otras cuestiones.

 "Está subiendo la cesta de la compra, el IPC el particular, y antes de meterse en una inversión de 4.000 o 5.000 euros se tiene que pensar muy bien", ha señalado Macia, sobre una actividad en el que el sector advierte de que hay clientes que, dos años después, siguen esperando las ayudas europeas comprometidas.

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