La transición ecológica agiganta la brecha laboral: las mujeres solo acceden al 18% de los empleos, la mitad puestos administrativos

Sonnen instaló placas solares y sistemas de almacenamiento energético en 7 casas alemanas.
Un operario instala placas solares en el tejado de una vivienda.
William Mead de Pexels vía Canva.com
Sonnen instaló placas solares y sistemas de almacenamiento energético en 7 casas alemanas.

La transición ecológica se ha convertido en los últimos años en uno de los mayores impulsos de la transformación económica, con miles de millones de inversión pública y privada para recorrer el cambio de modelo energético. Esta 'revolución' ha traído consigo decenas de miles de nuevos empleos en España que, sin embargo, no solo reproducen la diferencia de tareas, salarios o condiciones laborales entre hombres y mujeres, sino que la amplían. Si las mujeres representan el 43% de los empleados en la economía general, no son más que el 18,2% en el sector de la transición ecológica, donde se amplifica la brecha de formación y la menor presencia de mujeres en carreras y puestos científicos y técnicos. De su muy modesta presencia en el mundo laboral relacionado con la transición ecológica, casi la mitad -un 44%- se circunscribe a puestos administrativos, hasta ocho veces más que los hombres cuando se trata de niveles auxiliares.

La brecha de participación de las mujeres en el mercado laboral de la transición ecológica, la brecha anterior de formación en carreras científicas y técnicas y, en menor medida, la brecha salarial en ese sector quedan reflejadas en el informe sobre El empleo de las mujeres en la transición ecológica justa en España que ha elaborado la Fundación Naturgy con el Instituto de Transición Justa, dependiente del Ministerio de Transición Ecológica. Su directora, Laura Martín, ha admitido durante la presentación este miércoles que el segundo objetivo del Gobierno en esta transición es que, además de justa, la transición ecológica, "sea igualitaria". A la vista de las conclusiones del informe, ha dicho, las cifras "tienen que cambiar mucho". 

El análisis señala que las brecha de género en el mundo laboral de la transición ecológica son "múltiples y profundas" y la principal es la brecha de participación, dado que las mujeres solo ocupan el 18,1% del empleo en este sector. Además, incide en que esta disparidad es "persistente" porque desde 2005 sólo ha mejorado en 1,2 puntos porcentuales.  A ese ritmo, advierte de que "la paridad de género en el empleo de la transición energética tardaría 265 años en alcanzarse".

"La transición ecológica no se está beneficiando del alto talento y cualificación de las mujeres mientras que sí lo hace el resto de la economía", ha alertado Maribel Martínez, de la consultora Abay Analistas y una de las autoras del estudio, en alusión a otra de las conclusiones que hay más mujeres sobrecualificadas que hombres en este sector.

Menos empleos y más básicos

La transición ecológica está llamada a crear entre 250.000 y 350.000 empleos en España en los próximos años y en la última década ya ha supuesto más de 152.000 empleos, de los dos millones que se han creado en la UE. La mayoría de estos puestos -el 64% en el caso español- son de alta y media-alta cualificación y, aunque el aumento de trabajos relacionados ha incorporado a mujeres para cubrir el 34%, las trabajadoras se han quedado relegadas en un número muy inferior en comparación con sus compañeros, en puestos de menor responsabilidad y, aunque en menor medida que en el conjunto de la economía, peor pagados. Además, también acarrean con las 'cargas' habituales en cualquier otro entorno laboral, con más jornadas reducidas -la parcialidad en transición ecológica es del 23,5% en el caso de las mujeres y del 6,5% en el de los hombres -o más contratos temporales y de menor duración. Todo esto contribuye, además, a una "importante segregación laboral" entre hombres y mujeres y a la "feminización" de determinadas tareas y funciones. 

Quizá "la noticia menos mala", según el presidente de la Fundación Naturgy, Rafael Villaseca, es que, aunque existe, la brecha salarial en este ámbito es mejor que la diferencia de salarios entre hombres y mujeres en el conjunto de la economía. Según datos de 2020, en actividades relacionadas con la transición ecológica, las mujeres cobran "solo" un 6% menos que los hombres, cuando en términos generales esta brecha es del 14%. 

El técnico suele ser un hombre

En marzo de 2022, las mujeres sólo ocupaban el 18,2% de los puestos de trabajo relacionados con la transición energética -por debajo incluso de la media europea, 19,7%, con mayor representación femenina en el este y menor en el norte de Europa- y se concentran en determinadas actividades, menos cualificadas y técnicas y entre las que destacan labores de tipo administrativo, donde el desempeño de las mujeres supera con mucho lo que es habitual en el resto del mercado laboral.

Constata que la mayor parte de los hombres, el 62,3%, ocupa puestos técnicos, que se reservan solo al 24,2% de las mujeres, que en términos generales son más jóvenes que los hombres que trabajan en este sector, con una media de 42,4 años frente a 43,9. Los puestos de carácter administrativo tienen en un 44,2% de los casos empleadas y solo el 23,6% de las mujeres tiene un puesto técnico de alta cualificación. El informe resalta una "distribución ocupacional dispar" porque en la transición ecológica hay tres veces más mujeres que hombres en puestos administrativos y ocho veces más si se trata de auxiliares administrativos, puestos menos cualificados.

"Este fuerte sesgo a ubicar el empleo femenino en las ocupaciones de carácter administrativo parece ser una característica propia de las actividades de la transición energética, ya que en el conjunto de la economía el 43,5% del empleo femenino creado entre 2015 y 2022 correspondía justamente al grupo de técnicos/as y profesionales científicos/as e intelectuales", apunta el informe.

Asesoría, sí; instalación, no

El análisis toma  en cuenta cinco subsectores para analizar la presencia en ellos de trabajadoras. Con datos de 2022, donde mayor presencia tienen es dentro de las actividades de "asesoramiento energético" (32,8% de ocupación femenina), "energía eléctrica, redes y autoconsumo" y en "eficiencia energética y transporte" (21% en ambos casos). Los puestos ocupados por mujeres caen notablemente en las actividades más de carácter industrial que se recogen en el subsector "actividades relacionadas" (16%) y más todavía en el de "rehabilitación energética" (solo 10,4% mujeres).

El extenso informe, en cuyo análisis cuantitativo también ha participado la periodista y politóloga Cristina Monge, recoge datos de la EPA, de la Seguridad Social o del INE y compara la situación en España con el conjunto de la UE, también es un análisis cuantitativo que cuenta con el testimonio de mujeres que trabajan en distintos niveles y subsectores de la transición ecológica y que dan cuenta de los 'vicios' que este joven sector está heredando de la cultura empresarial en general, donde la "falta de referentes y los estereotipos d género" hacen que menos mujeres que hombres jóvenes opten por carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, en inglés). Una vez en el puesto de trabajo, también aquí se detectan "las actitudes y comportamientos machistas" y la "cultura empresarial muy masculinizada" que, para cerrar el círculo vicioso, provoca la "severa infrarrepresentación de las mujeres".

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