Los planes para la eólica marina: torres de 100 metros de altura, a menos de 1.000 metros de profundidad y poco visibles desde la costa

La turbina eólica marina H260-18.0 ha conseguido el récord del aerogenerador más grande del mundo.
La turbina de eólica marina.
CSSC Haizhuang
La turbina eólica marina H260-18.0 ha conseguido el récord del aerogenerador más grande del mundo.

Cuando dentro de unos años se instalen los primeros aerogeneradores para producir energía eólica en el mar, los postes deberán tener unos 100 metros de altura -y 140 metros en aguas de Canarias- y situarse en áreas donde la profundidad del agua sea inferior a los mil metros. Dependiendo de su emplazamiento, distarán de la costa entre un mínimo previsto de 1850 metros y un máximo de 31,5 kilómetros pero sus promotores deberán garantizar en los proyectos que se someterán a la evaluación de las autoridades que los molinos se vean lo mínimo posible desde las playas

Estos son algunos de los detalles que figuran en el real decreto que publicó este sábado el BOE sobre los Planes de Ordenación de Espacios Marinos (POEM), que como gran novedad prevén el emplazamiento de parques eólicos en el mar. Para uso comercial, solo podrá desarrollarse dentro de 19 zonas de un total de 5.000 kilómetros cuadrados, pero la eólica marina de tipo "experimental" podrá ubicarse en los 28 kilómetros cuadrados reservados al uso I+D+i, en las demarcaciones de Canarias (20,5 km2) y Noratlántica (5,3km2). Además de los molinos, la eólica marina contempla también el tendido de cables de evacuación y de posibles subestaciones eléctricas, para los que el Ministerio de Transición Ecológica pide "facilitar su paso" a otros usos permitidos.

Gráfico: eólica marina en la costa española.
Gráfico: eólica marina en la costa española.
Henar de Pedro

Cuatro días de su aprobación por parte del Consejo de Ministros, el BOE publica el real decreto donde el Ministerio de Transición Ecológica detalla los usos que tendrán las distintas zonas en las cinco demarcaciones marinas. Salvo en la del Estrecho, en la que el uso prioritario para la Defensa Nacional, excluye la posibilidad de poner aerogeneradores, en las otras cuatro el departamento que dirige Teresa Ribera confía haber encontrado un equilibrio que no fue nada fácil de lograr entre intereses opuestos para determinar en qué zonas podrán ponerse aerogeneradores para producir electricidad con fines comerciales. En total y sin prejuzgar que se ocupe totalmente, estará permitido en un 0,46% del millón de metros cuadrados que tiene el espacio que cubren los POEM que discurren a lo largo de los 10.000 kilómetros de costa española. Sin embargo, según el real decreto, podrá haber energía eólica fuera de esas zonas, también en las destinadas al uso de I+D+i, siempre que tenga un "fin meramente experimental".

Según el real decreto, las 19 zonas de alto potencial para energía eólica marina (ZAPER) se han ubicado en lugares en los que la velocidad del viento es superior a 7,5 metros por segundo a una altura de 100 metros, aunque en la demarcación de Canarias es de 140 metros. La profundidad de las aguas no podrá superar los mil metros y deberán estar cerca de lugares en la tierra dotadas con infraestructuras que permitan evacuar la electricidad que produzcan las plantas marinas.

Con estos requisitos, el Ministerio indica al detalle la distancia de la costa a la que podrán estar los aerogeneradores en cada una de las 19 zonas, algo que se pactó -o al menos, se intentó- con todas las partes interesadas, de sectores como la pesca o el turismo, y particularmente con los gobiernos autonómicos aludidos.

Así, los aerogeneradores más cercanos a la costa estarán a 1.850 metro y en la demarcación de Canarias, donde hay otras cuatro zonas en las que estarán a una distancia que llega como máximo a los seis kilómetros de las playas. En las dos zonas de la demarcación Estrecho-Alborán -entre la costa oriental de Cádiz y Almería- los molinos estarán a 7.500 y 13.600 metros de la costa y en la demarcación Levantino-Balear se ubicarán  tres zonas para eólica marina en las que los aerogeneradores estarán a una distancia de entre 5.000 y 12.000 metros de la costa.

La demarcación con más zonas y más dimensiones reservada a la eólica marina es la Noratlántica -en la costa de Galicia, hasta Asturias- y allí el Ministerio ha pactado las mayores distancias a la costa, no solo con la Xunta, sino con las cofradías de pescadores que aun después de años de consultas y de que el Ministerio haya asumido buena parte de sus demandas, ha acogido la aprobación de los POEM con protestas del sector pesquero. En esta demarcación hay ocho zonas donde podrá ponerse eólica marina y la distancia más cercana entre los aerogeneradores y la costa será de 14.500 metros, aunque la mayoría estará a más de 20.000 y se llegará hasta los 31,5 kilómetros.

Pequeños y poco visibles

Una vez fijados estos criterios de base, los proyectos para construir parques de eólica marina deberán contar con una evaluación de impacto ambiental positiva -no podrán acogerse a la vía exprés prevista por el Gobierno porque se excluye a los proyectos marinos- y para superarla deberán cumplir con una serie de criterios, entre ellos que los parques eólicos "ocuparán el menor espacio marino posible" dentro de las zonas permitidas para este uso y asegurar que originan "el menor impacto visual posible desde tierra, tanto desde espacios protegidos como de zonas turísticas o residenciales muy consolidadas, así como de los bienes de interés cultural (BIC) ubicados en el litoral". Para ello, deberán presentar un "estudio de impacto e integración paisajística" que incluya "los potenciales observadores costeros, litorales y marinos".

Además, deberán documentar los niveles de ruido que provocan los aerogeneradores, cómo pueden éstos afectar a la fauna marina y a las especies de aves y un análisis sobre la actividad pesquera de la zona. Como ocurre con otros usos, el de la eólica marina no será exclusivo en las 19 zonas donde estará permitido su desarrollo y los promotores deberán "priorizar" su coexistencia con la pesca, sobre todo con las artes tradicionales y artesanal. También deberán identificar qué tipo de embarcaciones podrían navegar "dentro del espacio ocupado por un parque eólico", toda vez que estos han quedado proscritos, además de en zonas de Defensa Nacional y de biodiversidad, de zonas que son de uso prioritario para la seguridad en la navegación.

Además de un área donde instalar aerogeneradores flotantes o anclados a tierra, otro elemento de un parque eólico es el canal de evacuación de la energía que produzcan, es decir, la manera de hacerla llegar a la red eléctrica sobre tierra firme. Este es uno de los motivos por los que el Ministerio ha procurado que estén todo lo más cerca de la costa que haya sido posible y el cableado y posibles subestaciones eléctricas superará las áreas de uso de energía eólica para intentar alcanzar la costa ocupando "el menor espacio marino espacio posible", utilizando trazados de cableado ya existente y teniendo cuidado de no pasar ni por zonas de pesco de patrimonio cultural. Si no cumple estos requisitos sobre las vías de evacuación el promotor deberá presentar modos alternativos. Aun con todo, el real decreto indica que las administraciones competentes deberán velar porque ninguna actividad coexistente con la eólica marina "pueda poner en riesgo" su desarrollo" y "facilitar el paso de las vías de evacuación de electricidad" en su recorrido desde el parque eólico a tierra firme.

No habrá subastas todavía

En todo caso, todavía queda tiempo hasta que estos parques sean una realidad. Los POEM recién aprobados tienen una vigencia de seis años antes de ser revisados y el Ministerio no cuenta con inaugurar ningún parque eólico en este plazo. Tampoco el sector. La Asociación de Empresas Eólicas (AEE) estima un plazo hasta 2029-2030, siempre que el Ministerio acelere para ganar todo el tiempo que se ha consumido en una elaboración de los planes de ordenación que se ha demorado dos años más de lo previsto.

Además, dentro del Ministerio, los POEM pasarán ahora de la batuta de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente, a la de Energía, que tendrá que desplegar todo el desarrollo normativo para determinar cómo se harán las subastas o qué régimen retributivo tendrá la eólica marina. Fuentes del departamento de Ribera descartaron hace unos días que este año puedan empezar ya a celebrarse subastas de eólica marina.

Ribera y los pescadores gallegos

Mientras, la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, ha ocupado buena parte de los primeros días tras aprobarse los POEM a aplacar las iras de los de pescadores, particularmente de Galicia, donde esta actividad es particularmente importante y donde las cofradías ya consiguieron reducir y eliminar zonas y alejar los futuros parques eólicos de la costa mucho más que en las otras demarcaciones.

Ante el descontento que ha generado entre los pescadores la posibilidad de verse obligados a reducir su actividad por los parques eólicos, Ribera no ha descartado que el Gobierno destine algún tipo de compensación para el sector pesquero afectado. 

"Es importante reconocer que hay un cambio de usos que impide que pueda desarrollarse alguna actividad y que eso requiere alguna compensación", dijo este domingo en una entrevista en la Cadena Ser  en Santiago de Compostela. El viernes pasado estuvo en Ferrol, donde se le insistió por estas compensaciones. De momento sin detallar, se alinean con la reflexión que parece estar haciendo el Gobierno sobre otorgar ayudas o beneficios a territorios -o sectores, como es caso- vecinos de los parques de energías renovables. "Dar ayudas donde la pesca es más dificultosa o no se puede hacer, parece procedente", ha valorado el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda.

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