No hubo gesta de Rafa Nadal en Roma. Pese a que el tenista más laureado de la tierra batida romana lo intentó con todo, no pudo con un Hubert Hurkacz que jugó a gran nivel y apagó todas las virtudes del balear para derrotarle en dos sets (6-1 y 6-3) en la segunda ronda del Masters 1.000 italiano.

El arranque del partido fue un aviso de lo que se venía: Rafa, como había prometido, se empleó a fondo para amenazar a su rival, que cometió muchos errores, en su primer servicio. Hasta cinco bolas de break tuvo que salvar el polaco ante un Nadal intenso y con buen criterio. Y lo mismo ocurrió en el saque del manacorí, que tuvo que emplearse a fondo para salvar las dos oportunidades que Hurkacz tuvo de romperle el servicio.

Para el tercer juego del duelo, 'Hubi' quiso ir por la vía rápida y lo cerró en blanco, haciendo alarde de su potente saque. Fue en el cuarto, cuando todo empezó a venirse abajo para el exnumero 1 del mundo: el tenista polaco aguantó el ritmo que impuso Nadal y sorprendió con una bola sobre la línea que Rafa no esperaba. En el siguiente punto, el balear dejó la bola en la red y Hurkacz firmó el primer break del primer set.

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No volvió a apuntarse ningún juego el ganador de 22 Grand Slams, que recibió el apoyo de las gradas —el público cantó para animarle, aunque ni eso fue suficiente—. La segunda manga la empezó el español con gesto torcido y semblante muy serio: no le gustaba lo que estaba ocurriendo sobre la pista central del Foro Itálico.

Ese segundo set, pese a que Nadal se resistió más y pudo incluso recuperar el break rompiendo a Hurkacz, fue un calco de la primera. El polaco llegaba a todo y adivinaba todos los golpes de Rafa, que se mostraba cada vez más desesperado, abriendo los brazos como preguntándose qué hacer para darle la vuelta al partido y evitar despedirse de Roma.

Pero no encontró solución. El tenista español cayó ante Hurkacz, le felicitó por su partido y se marchó tan rápido de la pista que impidió a la organización del Masters 1.000 italiano rendirle el merecido homenaje que le tenía preparado. "Nunca dije que fuera a ser mi último torneo aquí. Dije en Madrid porque ese era el caso. Aquí no estoy seguro al cien por cien", explicó más tarde el balear, cuyo próximo reto es Roland Garros.