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Las razas felinas sin pelo: su misterioso origen, cuántas son y sus características

  • Los gatos desnudos no son hipoalergénicos, se trata de un reclamo engañoso.
El gato esfinge, o sphynx, debe su calvicie a una mutación en el gen Keratin 71, y que hace que la mayoría de ellos carezcan de vibrisas (bigotes y cejas).
El gato esfinge, o sphynx, debe su calvicie a una mutación en el gen Keratin 71, y que hace que la mayoría de ellos carezcan de vibrisas (bigotes y cejas).
Dmitri Makeev. Wikimedia Commons. CC BY-SA 4.0
El gato esfinge, o sphynx, debe su calvicie a una mutación en el gen Keratin 71, y que hace que la mayoría de ellos carezcan de vibrisas (bigotes y cejas).

Sin duda, una de las características que hicieron que los gatos domésticos fascinasen y conquistaran hogares desde tiempos pretéritos, fue su pelaje suave. Por eso, ante un gato desnudo o sin pelo, las reacciones suelen ser más viscerales: o gustan o provocan una reacción de rechazo.

Al tratarse de mutaciones naturales y espontáneas, no es descabellado suponer que lleven naciendo gatos desnudos desde hace milenios, pero no existe una documentación histórica que respalde esta peculiaridad hasta la década de 1830. En aquel tiempo, se mencionó por primera vez a un gato con ‘parches sin pelo’ en Paraguay, pero los detalles sobre este felino son escasos.

Posteriormente, en 1902, dos gatos sin pelo se volvieron célebres en Estados Unidos. Bautizados como ‘gatos aztecas’ se decía que eran los últimos ejemplares de una raza originaria de México, entregados al matrimonio que los popularizó por parte de una tribu nativa. Sin embargo, décadas después, una de las hijas de esa pareja confesó que su padre había ideado un relato ficticio para obtener beneficios económicos y fama, llegando incluso a engañar al Instituto Smithsoniano. Para 1908, ambos hermanos felinos ya habían fallecido sin dejar descendencia.

En 1935, surgieron fotografías que testimonian la existencia de dos gatos sin pelo en una exposición felina en París, aunque lamentablemente ambos ejemplares fallecieron y nuevamente sin llegar a reproducirse. En el mismo artículo que recogía la fotografía y publicado en la revista francesa Vie A la Campagne, se mencionaban avistamientos de gatos sin pelo en Europa y en Fez, Marruecos.

Hay que dar un salto hasta 1966 cuando nació el gato fundador de la raza sphynx en Canadá y se convirtió, esta vez sí, en la primera raza oficialmente reconocida y admitida de gatos sin pelo. En 1987 llegaría el donskoy. En 1994 el peterbald, y a partir del 2000, las razas sin pelo producto de cruces, como el minskin o el elfo.

Caso aparte es el lykoï o gato lobo, que muestra una calvicie parcial y surgió en 2010 por causas naturales.

Mutaciones implicadas en las razas felinas sin pelo

En cada raza felina sin pelo, hay implicadas mutaciones genéticas específicas. En el caso del gato esfinge, el minskin y el elfo, la clave para su ausencia de pelo radica en el gen Keratin 71 (KRT71), que desempeña un papel fundamental en la formación del pelo y las uñas en los gatos.

En otras variantes, como el donskoy y el peterbald, la falta de pelaje está relacionada con la displasia ectodérmica, un trastorno genético que afecta al desarrollo de los tejidos y estructuras relacionadas con la piel y los dientes.

La raza lykoï, por su parte, presenta una variante genética única que se traduce en una forma de hipotricosis, una alopecia parcial. Los lykoï no solo carecen de pelaje en algunas áreas de su cuerpo, sino que también exhiben la mutación en el gen KRT71, similar a las otras razas sin pelo.

Algunas de las razas felinas sin pelo no son exactamente calvas, y poseen una finísima capa de pelusa que puede o no ser visible dependiendo del ejemplar y de su color de base. En contraste, el donskoy presenta en su estándar cuatro variedades de capas muy bien definidas. Entre ellas, la variedad 'rubber bald' (completamente calvo) se destaca como la más extrema, con ejemplares que nacen y permanecen sin pelo durante toda su vida.

Además de estas seis razas reconocidas por una o varias asociaciones felinas internacionales, hasta la fecha se conocen dos razas más sin pelo que se encuentran en fase de reconocimiento: el bambino, un cruce entre munchkin y sphynx, y el levkoy ucraniano, producto del cruce de scottish fold y donskoy.

Los gatos sin pelo no son hipoalergénicos

Los gatos sin pelo a menudo se consideran una opción para personas con alergia y no son pocos los anuncios de criadores y camadas que los publicitan como tal, pero es importante entender que esto es un reclamo engañoso y los gatos desnudos no son hipoalergénicos.

Los gatos sin pelo de las razas peterbald y donskoy, cuya calvicie procede de una variante de la displasia ectodérmica, sí muestran vibrisas (bigotes y cejas).
Los gatos sin pelo de las razas peterbald y donskoy, cuya calvicie procede de una variante de la displasia ectodérmica, sí muestran vibrisas (bigotes y cejas).
Nancy Kamergorodsky. CC BY-ND 2.0

La principal causa de las reacciones alérgicas en las personas que son sensibles a los gatos es una proteína llamada Fel D 1, que se encuentra en las glándulas sebáceas de la piel del gato y también en su saliva. Aunque los gatos desnudos no desprenderán el mismo pelo que las razas con pelaje abundante, siguen produciendo esta proteína presente en la caspa de su piel.

Por lo tanto, la adquisición de un gato sin pelo no es garantía completa de que no causará reacciones alérgicas. La presencia de la proteína Fel D 1 en la piel, la saliva y las escamas de los gatos sin pelo significa que todavía pueden desencadenar alergias en aquellos que son sensibles a esta proteína.

Finalmente, podría pensarse que los gatos sin pelo requieren menos atención en términos de mantenimiento y aseo en comparación con sus contrapartes de pelo corto, semilargo o largo. Sin embargo, es crucial comprender que los gatos sin pelo necesitan cuidados especiales, que a menudo pueden ser incluso más intensivos que los de gatos con un aspecto más común.

Debido a la falta de pelo que actúe como barrera, los gatos sin pelo tienen una mayor propensión a acumular grasa en su piel. Esto hace que los baños regulares con un champú especializado sean una parte esencial de su cuidado, no solo para mantenerlos limpios sino también para prevenir problemas cutáneos.

Asimismo, la ausencia de pestañas en algunos de estos gatos puede hacer que sean más propensos a la suciedad en los ojos, lo que requiere una atención diaria para evitarlos molestias o infecciones.

Otro aspecto importante es su sensibilidad a las temperaturas y a la radiación ultravioleta (UVB). Dado que no tienen el aislamiento natural del pelaje, los gatos sin pelo son frioleros y también más susceptibles a las quemaduras solares. Es necesario, por tanto, proporcionarles un ambiente climatizado y evitar que se expongan al sol directo, o consultar con un veterinario la aplicación de cremas de protección solar.

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