Más de 37,4 millones de españoles están llamados a las urnas con Feijóo como favorito y Sánchez imaginando la remontada

Material electoral para las próximas elecciones generales del 23 de julio almacenado en Barcelona.
Material electoral para las próximas elecciones generales del 23 de julio almacenado en Barcelona.
David Zorrakino / Europa Press
Material electoral para las próximas elecciones generales del 23 de julio almacenado en Barcelona.
Pedro Sánchez declara en su colegio electoral después de ejercer su derecho a voto: "Tengo muy buenas vibraciones"
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Más de 37,4 millones de españoles están llamados a las urnas este domingo para elegir a los que serán sus representantes en el Congreso de los Diputados y en el Senado durante los próximos cuatro años. Esta jornada electoral anticipada, que estará marcada por el calor en buena parte del país, dibujará un nuevo tablero político en el que los partidos decidirán quién será el próximo presidente del Gobierno: el popular Alberto Núñez Feijóo, que parte como principal favorito en casi todas las encuestas, o el socialista Pedro Sánchez, que busca una nueva épica y sorprender con una remontada.

Para ejercer el derecho al sufragio en las elecciones generales de este domingo es requisito imprescindible ser mayor de edad y tener nacionalidad española. Según los datos del INE, el censo electoral recoge un total de 37.466.432 votantes que cumplen ambas condiciones, de los cuales 1.639.179 son nuevos electores. La cifra total supera en casi medio millón de personas al censo de las elecciones generales de noviembre de 2019 y es casi dos millones más amplio que el de los comicios del pasado 28 de mayo, aunque en las elecciones municipales pudieron participar también algunos residentes extranjeros. 

Parte de estos electores ya han votado por correo, ya que el plazo para ejercer el sufragio por vía postal finalizó el viernes. La de este domingo es la cita electoral en la que más votantes han optado por esta vía, dada la convocatoria en pleno verano y con parte de la ciudadanía disfrutando ya de sus vacaciones lejos de su lugar de residencia. Correos ha registrado una cifra récord de 2,6 millones de solicitudes, cuya atención ha despertado quejas por falta de medios entre los sindicatos. La junta electoral rechazó la petición de Vox de reintegrar en el censo a quienes no hayan podido ejercer su voto en las oficinas postales, pese a haberlo solicitado, por lo que quienes estén en esa situación no podrán acudir presencialmente este domingo a las urnas.

Además, han ejercido también ya su derecho al sufragio los españoles residentes en el extranjero, que el censo cifra en un total de 2.325.310 electores. El plazo para emitir el voto desde fuera de las fronteras españolas se cerró el martes por vía postal y el jueves de forma presencial en embajadas, consulados y centros habilitados. Se trata de las primeras elecciones generales en las que el voto desde el extranjero no es rogado. La ley electoral fue modificada en octubre de 2022 para sustituir la exigencia de solicitar la documentación previamente por su envío de oficio, un cambio que facilita el proceso y con el que se espera que aumente la participación de los españoles residentes en otros países.

El resto de electores que no hayan votado por correo o desde el extranjero podrán hacerlo presencialmente en los 22.663 colegios electorales repartidos por todo el territorio nacional, en los que se constituirán 60.340 mesas que albergarán 210.000 urnas. Los votantes encontrarán allí las tradicionales papeletas y sobres blancos para elegir a los 350 diputados del Congreso y los sepia para escoger a 208 senadores, ya que este domingo se renuevan las dos cámaras que componen las Cortes Generales.

Papeletas blancas y sepia

En el caso del Congreso, las listas son cerradas —el votante elige la candidatura de un partido de forma íntegra— y la circunscripción es provincial, es decir, los ciudadanos escogen a los diputados que representarán a su provincia. Por ejemplo, un ciudadano que vote en Almería no participa en la elección de los 350 diputados del hemiciclo en su conjunto, sino en la de los seis que corresponden a su circunscripción. Así, si ese votante almeriense introduce en la urna la papeleta de PSOE, PP, Vox o Sumar, no vota directamente por Pedro Sánchez, Alberto Núñez Feijóo, Santiago Abascal o Yolanda Díaz, sino por el correspondiente cabeza de lista de su provincia. 

El número de diputados elegidos en cada provincia depende de su población, de manera que Madrid es la circunscripción más grande con 37 escaños, mientras que Ceuta y Melilla tienen uno cada una y Soria, dos. Esos asientos se reparten entre las fuerzas políticas de forma proporcional a su respaldo electoral. Para ello se utiliza el sistema D'Hont, que divide en cada provincia el número de votos obtenidos por cada partido que haya superado la barrera del 3% entre los escaños a repartir, para asignar proporcionalmente los asientos a las formaciones en función del apoyo logrado en las urnas

Ese reparto otorgó al PSOE 120 diputados en las elecciones generales de 2019, en las que fue la fuerza más votada. Lo siguieron PP, Vox y Unidas Podemos, con 89, 52 y 35 escaños respectivamente, y completaron el arco parlamentario otra quincena de partidos. Este tablero político cambiará este domingo, en el que los españoles elegirán a 350 diputados que serán los encargados de nombrar al próximo presidente del Gobierno.

El sistema de elección de los senadores no es igual. En este caso, hay siete circunscripciones más, resultado de la división de los archipiélagos, y el número de asientos que corresponde a cada varía entre uno y cuatro, según lo dispuesto en la Constitución. Además, las listas al Senado son abiertas, de manera que el elector tiene que marcar cuáles son las personas por las que quiere votar —hasta tres en las circunscripciones provinciales; dos en Ceuta, Melilla y las islas 'grandes' y una en el resto de islas—, pudiendo incluso elegir candidatos de diferentes partidos. En 2019, el PSOE logró 93 asientos en la Cámara Alta, frente a los 83 del PP, los 11 de ERC y los 9 de PNV, a los que se sumaron una docena de senadores de otras seis formaciones.

Jornada electoral calurosa

Las elecciones generales son habitualmente en España las que cuentan con mayor participación, aunque en la última cita de noviembre de 2019 se registró un mínimo del 66,23%, muy lejos del máximo de 1982, cuando se llegó al 80%. Desde el anuncio de las elecciones —al día siguiente de los comicios autonómicos y municipales—, se ha barajado la posibilidad de que la celebración en pleno verano pueda hacer caer la participación. Existe otro precedente, el 26 de junio de 2016, fecha en la que acudió a las urnas un 66,5% del electorado.

La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) ha avisado de que el calor será uno de los protagonistas de la jornada electoral. Las temperaturas más altas se esperan en el valle del Guadalquivir, donde podrán alcanzarse los 40ºC en Córdoba, por ejemplo; mientras que en el interior de la Región de Murcia, de la Comunidad Valenciana, de Cataluña y en gran parte de Aragón, las máximas podrán superar los 35ºC. Algunos ayuntamientos han tomado medidas para aliviar la situación, como el reparto de agua y ventiladores portátiles en los colegios electorales, así como el traslado de sedes a lugares acondicionados para combatir las altas temperaturas.

Los votantes podrán acercarse a su colegio electoral entre las 9.00 de la mañana y las 20.00 de la tarde. Para votar solo es necesario acudir a la mesa correspondiente, que se puede consultar en la tarjeta censal, e identificarse con DNI, pasaporte o permiso de conducir. Aquellos que trabajen este domingo, podrán disponer de hasta cuatro horas libres de su horario laboral para ejercer su derecho de sufragio.

A lo largo de la jornada se conocerán avances de participación, pero el escrutinio no comenzará hasta que no termine la votación a las 20.00 horas, momento en el que se introducirán en las urnas correspondientes los votos emitidos por correo. La primera urna en contarse será la del Congreso de los Diputados, antes de la del Senado, según establece la ley electoral. Serán considerados nulos los votos emitidos sin sobre o con sobre o papeleta diferente a la oficial, así como aquellos que contengan más de una papeleta de distinta candidatura o aquellos en los que la papeleta haya sido modificada, por ejemplo con tachones o inscripciones. En cambio, sí es válido el voto en blanco, es decir, el sobre que no contenga papeleta.

A medida que avance el escrutinio se conocerán los primeros resultados. Cuando el recuento finalice en cada mesa, un representante de la Administración se encargará de transmitir el resultado al centro de recogida y tratamiento de la información para difundir los resultados provisionales. Es de esperar que los distintos líderes políticos comparezcan ya entrada la noche, una vez el escrutinio arroje resultados claros. Será entonces el momento de hacer balance del mandato de las urnas y, en su caso, celebrar la victoria y tender la mano a posibles pactos que aúpen al próximo presidente del Gobierno a la Moncloa.

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