A juicio 11 personas por la exportación de carne de caballo en mal estado: algunas de las piezas contenían restos de melanoma

Pueden dormir tanto de pie como acostados, pero lo cierto es que no es una especie que se pase en los brazos de Morfeo demasiadas horas diarias. Con apenas tres tienen más que suficiente.
Imagen de archivo de un caballo.
Pixabay/Chiemsee2016
Pueden dormir tanto de pie como acostados, pero lo cierto es que no es una especie que se pase en los brazos de Morfeo demasiadas horas diarias. Con apenas tres tienen más que suficiente.

Once acusados se sientan este lunes en el banquillo por participar presuntamente en 2016 en la venta de carne de caballo en mal estado, algunas piezas incluso con restos de melanoma, que habrían llegado a exportar a países como Bélgica o Italia y que tenían como base de operaciones dos mataderos de la provincia de León.

La Fiscalía los acusa de delitos como falsedad documental, contra la salud pública o grupo criminal y pide a la Audiencia Nacional condenas de entre cuatro y nueve años y medio de prisión.

Fuentes jurídicas informan a EFE de que algunas de las defensas ya ha mantenido conversaciones con el ministerio fiscal para contemplar la posibilidad de un acuerdo con el que algunos acusados reconocerían los hechos a cambio de una reducción en sus peticiones de condena, con el objetivo de evitar la prisión.

La Fiscalía atribuye a los acusados la participación entre 2016 y 2017 en la introducción en el mercado de carne de caballo no apta para consumo humano, y ubica la base de operaciones en dos mataderos de las localidades leonesas de Astorga y Toreno, según su escrito de conclusiones provisionales.

La carne procedía de caballos de los que no se disponía documentación o que la que tenían evidenciaba que no era apta para el consumo humano, es decir, que tenían lo que se denomina en el sector "pasaporte rojo". Este certificado se "blanqueaba" con el de otros animales, algunos incluso muertos.

Otros ejemplares directamente se sacrificaban y "entraban en la cadena alimentaria humana" sin ser válidos para ello, según la Fiscalía.

Para lograrlo "era indispensable" el acuerdo entre "los entradores" de ganado en los mataderos, los responsables de los mismos y el veterinario oficial.

La Fiscalía menciona lo ocurrido en marzo de 2017, cuando se sacrificaron cuatro equinos en Toreno con "claros signos de melanomas" que luego se vendían a 1,50 euros el kilo, aunque se tuvo que quitar la carne que tenía "signos evidentes de melanoma, dejando sólo un 20 %" de aquella donde "no eran visibles los nódulos" de color negro.

Destaca asimismo que en las muestras investigadas se hallaron sustancias que causan efectos nocivos para la salud, como "daños genéticos" o "favorecer probablemente la aparición de distintas formas de cáncer", y en algunos casos llegaron a dar positivo en listeria.

Entre los acusados se encuentran tres "entradores" de ganado en los mataderos, quien fuese veterinario oficial de Castilla y León en el de Toreno, los responsables de controlar la adquisición de ganado y tres supuestos encargados de la distribución.

Entre estos últimos figura Johannes Fasen, que fue condenado en Francia por la mayor estafa alimentaria de Europa, el caso Horsegate, un escándalo que saltó en Reino Unido en 2013 y que destapó la comercialización de carne de caballo haciéndola pasar por ternera

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