El fuego sigue arrasando bosques y campos de cultivo en España, avivado por la sequía y las altas temperaturas que sufre el país desde hace más de una semana. Extremadura, Castilla y León y Galicia son las tres comunidades más afectadas, aunque los incendios se reproducen con rapidez por toda la geografía y tanto los bomberos como los efectivos de la UME trabajan a destajo para limitar daños en el que ya es el peor verano del decenio en superficie quemada.
En Extremadura, el gran incendio de Las Hurdes mantiene el nivel 2 de peligrosidad, con 290 efectivos trabajando en su extinción, mientras el foco que afecta al Parque Nacional de Monfragüe también mantiene el nivel 2, con 15 unidades de tierra y seis medios aéreos trabajando sobre el terreno. No obstante, ambos incendios, que ya han arrasado más de 6.000 hectáreas, evolucionan favorablemente.
No así el tercer foco declarado el sábado en el Valle del Jerte, cuya evolución es "incierta", y que según el gobierno extremeño "ha sido claramente provocado". El presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, se desplazará este lunes a Extremadura para visitar las zonas afectadas.
También sufre el azote de las llamas Castilla y León, con todas las miradas puestas en el incendio de Monsagro (Salamanca), que ya ha arrasado 9.000 hectáreas. El viento complicó este domingo las tareas de extinción porque reactivó focos y obligó a regresar a las bases a los helicópteros y aviones que trabajaban en la zona.
Además, se declaró un nuevo incendio en Losacio (Zamora), que se cobró la vida de un brigadista de 62 años y obligó a evacuar cinco localidades, y otro en el municipio abulense de Herradón de Pinares, que obligó a cortar al tráfico la carretera CL-505 y la vía férrea que comunica Ávila con Madrid. De los otros dos grandes incendios de la región, en Navafría (Segovia) y Cebreros (Ávila), el primero evolucionaba favorablemente.
En Galicia, siete fuegos continuaban activos, cuatro controlados y uno estabilizado que, junto con los ya extinguidos desde el pasado jueves, han calcinado más de 4.600 hectáreas. La situación más preocupante se vivía en los municipios lucenses de Folgoso do Courel y A Pobra do Brollón, con las llamas cerca de zonas habitadas que tuvieron que ser evacuadas.
También fueron desalojados vecinos de Candeda y Carballeda de Valdeorra, en Ourense, donde el incendio que arrancó en Carballeda se extendió a O Barco. En esa localidad, donde habrían ardido al menos seis viviendas en el núcleo de Alixola, la situación seguía siendo complicada y no se preveía que se controlase durante la noche.
Asimismo, este domingo se declaró un incendio en Pont de Vilomara, en la comarca barcelonesa del Bages, que obligó al confinamiento de varias poblaciones y al desalojo de 200 personas de diferentes urbanizaciones.
Más de 100 dotaciones de bomberos trabajaban en la extinción de este foco, que avanzaba "sin control" y había arrasado más de 1.200 hectáreas en pocas horas, parte de ellas del parque natural de Sant Llorenç del Munt i l’Obac.
También en la provincia de Albacete se declaró este domingo un foco, en El Raso de Tobarra, en el que trabajaban cinco medios aéreos.
Otra comunidad que luchaba contra el fuego era Andalucía, donde el incendio que afecta desde el viernes a la sierra de Mijas (Málaga) fue estabilizado y permitió la vuelta a sus casas de los desalojados de varias urbanizaciones, aunque los bomberos continuaban trabajando.
El peor verano desde 2012
Desde el trágico año 2012, que se cerró con 216.000 hectáreas quemadas, no sufría España un verano tan funesto por culpa del fuego, pues ya han ardido cerca de 100.000 hectáreas a mediados de julio.
En 2021, por ejemplo, se quemaron 87.879 en todo el año y en 2018, un buen año para nuestros bosques, apenas ardieron 25.162. En 2017, otro año dramático por el fuego, se quemaron un total de 174.000 hectáreas, pero a estas alturas de verano no se habían calcinado tantas como este 2022.
El fuego no solo afecta a España, ya que prácticamente todo el sur de Europa lucha contra las llamas. Portugal declaró este domingo el fin del estado de "contingencia" por incendios, aunque cuatro focos se mantenían activos en el país. Y en Francia el fuego ha arrasado 11.500 hectáreas en la región de Burdeos y más de 14.000 personas han sido evacuadas. Italia y Grecia también hacían frente a las llamas.
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