La recta final de la campaña andaluza sirve de escenario para iniciar el deshielo de las relaciones entre Yolanda Díaz y Podemos

  • La vicepresidenta y la líder 'morada', Ione Belarra, comparten dos actos en apenas unos días tras meses sin hacerlo.
  • Fuentes tanto de Podemos como del entorno de Díaz reconocen un acercamiento, aunque aún está por ver si durará.
  • Iglesias rebaja el tono, apuesta por el "cierre de filas" y elogia tanto a la vicepresidenta como a Íñigo Errejón.
La líder de Unidas Podemos, Yolanda Díaz, y la secretaria general de Podemos, Ione Belarra.
La líder de Unidas Podemos, Yolanda Díaz, y la secretaria general de Podemos, Ione Belarra.
EFE
La líder de Unidas Podemos, Yolanda Díaz, y la secretaria general de Podemos, Ione Belarra.

Este martes fue el día grande en la campaña electoral del 19-J de Por Andalucía, la alianza compuesta por IU, Podemos y Más País para los comicios autonómicos del próximo domingo. La localidad sevillana de Dos Hermanas acogió un acto multitudinario en el que participaron tanto la candidata, Inma Nieto, como la vicepresidenta Yolanda Díaz; la secretaria general de Podemos, Ione Belarra; o el líder de IU, Alberto Garzón, en una muestra de que los partidos están echando el resto en la última semana de campaña para remontar unas encuestas que, por el momento, les son muy desfavorables.

No obstante, más allá de Andalucía, la presencia de casi todos los pesos pesados del espacio a la izquierda del PSOE sobre un mismo escenario también tiene una lectura en clave nacional. Del cartel se cayó la número dos morada, Irene Montero, y tampoco acudió el líder de Más País, Íñigo Errejón. Pero que hayan coincidido en un mismo acto Díaz y Belarra por segunda vez en apenas unos días revela que la campaña ha servido, al menos, para empezar a normalizar una relación que lleva meses siendo muy tirante entre la vicepresidenta y la cúpula de Podemos.

Aún es pronto para saber si este nuevo entendimiento es un paréntesis en la relación fruto de la campaña electoral o si, por el contrario, se trata de algo más duradero. Pero lo cierto es que Díaz y Belarra llevaban desde finales del año pasado sin compartir un acto, pese a que, durante ese tiempo, la vicepresidenta sí ha acudido a eventos y se ha dejado fotografiar con referentes del espacio a la izquierda del PSOE como Ada Colau, Mònica Oltra, Mónica García o Íñigo Errejón. Han sido meses en los que Díaz ha insistido en numerosas ocasiones en que los partidos deben pasar a un segundo plano en su nuevo proyecto y Belarra, por su parte, ha asegurado que "Podemos es imprescindible".

Esas diferencias de fondo -y la escasa comunicación entre equipos- se mantienen y la pelea por tener un mayor peso o manejar el timón ideológico del nuevo proyecto de Díaz será capital si la vicepresidenta se decide a dar el paso y presentar su candidatura a las próximas generales. Pero lo cierto es que, al menos públicamente, en los últimos días se han multiplicado los gestos de acercamiento entre la dirigente y el núcleo duro de Podemos, cuando la tónica habitual hasta ahora había sido la de apenas esconder unas discrepancias evidentes, que la propia Díaz reconoció hace unos días que habían generado tensión.

El inicio del "proceso de escucha"

Fuentes tanto de Podemos como del entorno de la vicepresidenta reconocen que, efectivamente, con motivo de la recta final de la campaña andaluza ha habido cierto acercamiento entre Díaz y el núcleo formado por Belarra y Montero. Esa aproximación tomó fuerza la semana pasada, cuando la vicepresidenta anunció que su "proceso de escucha" comenzaría el próximo día 8 de julio en Madrid y dejó claro que se lo había comunicado previamente a Podemos, algo que no hizo al registrar la asociación Sumar como medio para poner en marcha este proceso.

El pasado sábado, además, Díaz y Belarra compartieron escenario por primera vez durante la campaña y se dedicaron alabanzas mutuas para escenificar unidad ante la militancia tras meses de distanciamiento. En ese mitin, celebrado en Córdoba, la secretaria general de Podemos dio paso a la vicepresidenta llamándola "mi querida Yolanda" y la recibió con un abrazo, mientras Díaz la correspondió asegurando que ha estado meses "peleando con la compañera Ione" para subir el salario mínimo y señalando que ambas están "demostrando que se pueden cambiar las cosas".

Se trata de gestos que no son baladíes y que, según confirman las fuentes consultadas, son producto y a la vez contribuyen a destensar la relación, si bien en Podemos algunos sectores consideran que el acercamiento se ha producido porque Díaz ha accedido, a causa de la campaña, a normalizar una relación que Belarra quería mantener desde hace tiempo. En cualquier caso, fuentes próximas a la vicepresidenta señalan que la aproximación ha sido más sencilla por la "buena relación" que mantienen la candidata Inma Nieto y el líder de Podemos en la lista a las autonómicas, Juan Antonio Delgado, que han conseguido sofocar el fortísimo incendio que hubo a la hora de conformar la candidatura y evitar el ruido interno en las últimas semanas.

Iglesias rebaja el tono

También ha contribuido a mantener este clima de cordialidad una evidente suavización del tono del exlíder de Podemos, Pablo Iglesias, que desde sus múltiples altavoces mediáticos sigue teniendo una fuerte influencia en el espacio morado. La relación entre Iglesias y Díaz sigue siendo nula, pero el exdirigente ha pasado de reivindicar públicamente que la vicepresidenta "existe" políticamente gracias a Podemos y a afirmar sentirse "dolido" por el supuesto arrinconamiento de su partido a mandar, el pasado domingo, un saludo y "todo" su "cariño" tanto a Díaz como a Errejón. 

Iglesias, eso sí, dejó claro el lunes que su "cierre de filas" tiene mucho que ver con estar "en un contexto de campaña", y dejó claro que la semana que viene realizará su propio análisis del resultado electoral. Ese resultado, y en concreto el rendimiento electoral que tenga la coalición Por Andalucía, serán claves para el devenir en los próximos meses del espacio a la izquierda del PSOE, ya que se trata del primer experimento de reunificación del espacio de Podemos y el de Más País y también del primer proyecto claramente apadrinado por Díaz.

No obstante, lo que dejará claro si el acercamiento de los últimos días entre Díaz y Podemos es flor de un día o ha venido para quedarse será el acto con el que, el próximo 8 de julio, la vicepresidenta comenzará su ruta por España. Díaz ha asegurado que en ese evento "quien quiera estar, cabe", pero también ha insistido en que los partidos no deben ser protagonistas del proceso. Aún es una incógnita si habrá dirigentes de Podemos y qué papel jugarán, y la manera en la que se despeje esa incógnita será muy indicativa del momento en el que se encuentran las relaciones.

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