Apenas faltan tres días para que acabe el año y, como es tradicional, toca hacer balance. 2021 ha sido un ejercicio marcado, de nuevo, por la pandemia de Covid-19, aunque con tintes diferentes a 2020, y en la Comunidad de Madrid se ha sumado otro elemento que ha acabado influyendo en la gestión política, sanitaria y económica: las elecciones autonómicas del 4 de mayo. Cuando Isabel Díaz Ayuso las convocó, el 10 de marzo tras activarse una moción de censura en Murcia que acabó naufragando, el PP y Ciudadanos (Cs) gobernaban en coalición en la región. El escrutinio dejó a los naranjas fuera de la Asamblea y dio a Díaz Ayuso 65 diputados, 35 más de los que tenía antes de los comicios y siete más que toda la oposición de izquierdas junta.
El PP se quedó a cuatro escaños de la mayoría absoluta en mayo y la presidenta nombró un gobierno monocolor y muy continuista, ya que repitieron todos los consejeros populares que estaban en el Ejecutivo PP-Cs salvo Eugenia Carballedo, que fue nombrada presidenta de la Asamblea. Esta circunstancia, sumada a la amplia y cómoda representación parlamentaria, permitió a Díaz Ayuso, ya en el segundo semestre del año, acometer varias reformas, como la de la Telemadrid, y lanzar nuevos proyectos, muchos de ellos de gran calado para "reactivar" la comunidad tras la crisis provocada por la pandemia.
En este apartado merecen un capítulo especial, por su relevancia para la gestión, los presupuestos autonómicos para 2022. Se aprobaron el 22 de diciembre gracias a un acuerdo con Vox y son los primeros de Díaz Ayuso como presidenta, ya que con Cs como compañero de viaje no se llegó a aprobar ningún proyecto. "Permitirán la puesta en marcha de nuevas medidas para las familias y favorecerán la recuperación económica", aseguran sobre las Cuentas, las más abultadas de la historia ya que superan los 23.000 millones de euros, desde el Ejecutivo regional.
Proyectos para impulsar (y cambiar) la región
El acuerdo presupuestario tardó unos dos meses en fraguarse y fue casi tan intenso como las sesiones que ha venido manteniendo el Consejo de Gobierno los miércoles en la Puerta del Sol en la segunda mitad del año. En estas reuniones se han puesto los mimbres para grandes proyectos que cambiarán la región a medio y largo plazo. Entre las iniciativas que han comenzado a rodar, y que por su envergadura tardarán en materializarse al completo, destacan el desarrollo de Madrid Nuevo Norte, que se extenderá unos 25 años y supondrá una inversión de 25.000 millones, y el relanzamiento de la Ciudad de la Justicia, que unificará 28 sedes judiciales de la capital y será una realidad en 2026.
A corto plazo, la recuperación del músculo económico a niveles prepandemia se fía a nuevas infraestructuras de transporte y a estímulos sociales. El año que está a punto de empezar se iniciarán las ampliaciones de metro de la L3 y la L11 y la construcción del intercambiador de Valdebebas. También se ultimará el de Conde de Casal y se impulsarán los de Legazpi y Chamartín.
En 2022, también se empezará a conceder una ayuda mensual de 500 euros a madres menores de 30 años, a la que tendrán derecho desde el quinto mes de embarazo hasta que el bebé cumpla dos años. Se seguirá avanzando en el Plan Vive, que ya tiene adjudicada la construcción de las primeras 5.406 viviendas sociales, y será necesario seguir reforzando la Sanidad y la Educación públicas, dos ámbitos muy tocados por la Covid-19.
Este año, los centros educativos madrileños siguieron manteniendo el refuerzo de docentes, que supuso la contratación extraordinaria de 3.000 profesionales según el Ejecutivo, y el que viene se avanzará en la reducción de ratios. En un curso muy marcado por la nueva ley de Educación, la Lomloe o Ley Celaá, Madrid centró parte de sus esfuerzos en este área en contrarrestar esta norma estatal, principalmente con la tramitación en la Cámara de Vallecas de la Ley Maestra de Libertad Educativa, aún pendiente de aprobación, pero también con cambios como la ampliación de los conciertos.
Octubre fue el mes en el que se anunció un plan de inversión en la Atención Primaria a dos años dotado con 200 millones de euros que se irá desplegando. Debido al avance vertiginoso de ómicron, en Sanidad se han tenido que tomar medidas de urgencia en la recta final del año, como prorrogar los contratos de sanitarios de refuerzo, al menos, hasta final del invierno. Garantizar unos estándares de atención óptimos, a pesar de la pandemia, es uno de los asuntos prioritarios en este ámbito para 2022, un ejercicio en el que también se avanzará en la reforma integral del hospital de La Paz, otro gran proyecto a largo plazo.
Rebaja IRPF, bonos turísticos... más estímulos
La reactivación económica, además de asentarse sobre la puesta en marcha de grandes infraestructuras, también tiene mucho que ver en el turismo. Antes del estallido de la pandemia, la región recibía más de siete millones de visitantes anuales, una cifra que no se ha recuperado. Madrid ha lanzado unos bonos turísticos de hasta 600 euros para atraer de nuevo a los viajeros y confía en que 2022 sea por fin el año en el que la incertidumbre se aleje de este mercado.
El nuevo impulso a la economía doméstica también se fía a la bajada de medio punto en todos los tramos autonómicos del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) que también sacó adelante en la Asamblea la sociedad PP-Vox. Igualmente, ambas formaciones han convertido a la Comunidad de Madrid en la única de régimen común sin impuestos propios, tras votar en la Asamblea a favor de la supresión de los tres que quedaban vigentes.
El impacto presupuestario de estos tributos era ya muy bajo, mientras que la rebaja del IRPF será aplicable ya en 2022 y los la madrileños notarán cuando hagan la declaración en 2023.
Momento dulce de Ayuso... aunque no dentro del PP
"La economía madrileña será aún más competitiva", señaló Isabel Díaz Ayuso tras eliminar los impuestos propios. La presidenta ha marcado un perfil de gestión propio que tiene una de sus claves de bóveda en no aumentar la presión fiscal y esto, sumado a la constante oposición al Gobierno de Pedro Sánchez y a la victoria incontestable en las urnas el 4 de mayo, ha elevado sus niveles de popularidad a niveles impensables hace dos años y medio, cuando fue elegida para ser candidata en Madrid.
"Estoy un poco emocionada porque ha sido una entrada como Britney Spears, se ha liado una aquí en la puerta...", aseguró el pasado septiembre durante una visita a una universidad privada. En diciembre, tras celebrar el aniversario de la Constitución, se dio otro baño de masas en Sol, y allá donde va son más los aplausos y las peticiones de selfies que recibe que las críticas.
Sin duda, la líder regional vive un momento dulce que solo se ha visto empañado por la agria disputa que mantiene desde hace meses con la dirección nacional de su partido a cuenta de la celebración del congreso para elegir al próximo presidente del PP de Madrid.
A las discrepancias internas se les da luz y taquígrafos y a la resolución del conflicto abierto aun se le tiene que poner fecha. La misma se baraja dentro del primer en el primer semestre de 2022 y, a buen seguro, será una cita de calado que aparecerá en los resúmenes del año de cara al comienzo de 2023. Pero esa ya es otra historia.
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